Que no vuelvan a hablar de cantera. Que no se les ocurra mentar a los jóvenes valores de nuestro club. Que no tengan la desfachatez de aludir a la “Factoría Abegondo”. Es todo una patraña, una mentira que los aficionados no debemos seguir creyendo.

El devenir del mercado invernal no ha puesto más que varios puntos sobre las íes, y ha abierto un nuevo frente: ahora nos dedicamos a formar y foguear a los jugadores de otros equipos ¿Qué les parece? Y los de aquí, los del sentimiento, los nuestros, ninguneados, sin presente y sin futuro, sin futuro dentro de su club. Nos dicen que son muy buenos, pero que hay que darles tiempo, que no hay que forzar, que están evolucionando rápidamente, pero lo único cierto es que los están exterminando.

La endeblez de los que dirigen este cotarro es tan manifiesta que, además de dejar constancia de que la plantilla estaba desequilibrada y por tanto mal hecha, siguen dando palos de ciego. Y lo argumento desde el hecho de que el equipo más potente de 1ª RFEF (para mí tiene que tener esa vitola por muchos descendidos y clubes en auge que haya), y entidad a la que “todos” quieren venir, se tenga que mover en las arenas movedizas de las cesiones y, máxime, sin derecho a compra. Pero a compra de verdad, que no me pongan cláusulas de 40.000 o 50.000 euros que son trampas inalcanzables.

Con estas cesiones, y estamos hablando de cesiones en Segunda B (tiene bemoles la cosa) se producen dos circunstancias a cada cual más negativa para nuestro club: taponamos nuestro producto autóctono y se lo preparamos al rival.

Y todo esto para traer a buenos jugadores de la categoría, pero sin más. Lebedenko es un muy buen lateral, que ya estuvo hace unos años en la órbita del Deportivo. Saverio, un jugador de uno contra uno que puede dar juego en esta categoría si le respetan las lesiones. Pepe es un central que tiene todo por demostrar y, ante eso, considero que Barcia podía ser una perfecta alternativa.

Y ahora llega Arturo, un delantero grande para utilizar en esos minutos en los que el baloncito no entra. Un jugador respetable pero que no alcanza la calidad de Miku, un jugador al que se le dio carpetazo sin sentido. A partir de lo dicho, salud y suerte. La categoría todavía va a dar opciones. Es tan paupérrima, que con un fútbol pobre y sin demasiados alardes, se pueden conseguir resultados y, visto lo visto, es lo único que importa. Aunque a mí el camino no me guste.

Por cierto, estamos a principios de febrero, ¿verdad? Pues tan cierto como la reunión de Rosende y Giménez con Oscar Cano en Ponferrada. Un hecho sin importancia, parte del trabajo de la Secretaría Técnica, pero hecho real.