Después de que el Racing de Santander disputase su partido aplazado y ganase contundentemente a la Cultural Leonesa por fin ya tenemos la clasificación equilibrada, con todos los equipos con los mismos partidos y sin soltar la coletilla de “con un partido menos” que nos impedía siempre saber a qué distancia real estábamos de la cabeza o los puntos que le sacábamos a los de atrás. Pues bien, ahora ya lo sabemos y tenemos la cruda realidad que hace mes y medio ni nos podíamos imaginar. Que el equipo que va de primero lo tenemos a partido y medio de distancia. Y cada vez van quedando menos jornadas.
El día 25 de enero, o sea, ayer mismo como quien dice, el Deportivo iba de primero, el Racing de Santander estaba a 6 puntos y los siguientes ya se iban a 12 puntos de distancia. Ganábamos y jugábamos bien. Los marcadores eran casi siempre por la mínima, pero acababan de nuestro lado casi siembre. Si no marcaba Miku lo hacía Quiles, o si no lo hacían los dos. De vez en cuando lo hacía Noel o alguno otro que marca de vez en cuando. Solo llevábamos dos derrotas y cuatro empates y la impresión siempre era la de que merecíamos más en esos partidos que no ganábamos. Pero eso ahora ha cambiado.
Estos últimos partidos me han recordado a lo sucedido hace sólo 3 temporadas durante los partidos en que Natxo González entrenó al Deportivo. Han pasado sólo 3 años, pero ya nos suenan lejanos nombres como Duarte, Marí, Quique González, Carlos Fernández y otros tantos. En aquella temporada empezamos bastante bien y todo fue saliendo satisfactoriamente las 25 primeras jornadas. En casa éramos intratables y fuera íbamos arañando puntos y alguna victoria de vez en cuando. En casa le habíamos ganado con autoridad a Granada y Osasuna, que son los que acabarían subiendo y fuera habíamos vuelto a ganar a los nazaríes. Esa especie de media inglesa nos permitía no ir de primeros, pero estábamos siempre a un punto o dos como mucho. Y a partir de esa jornada todo cambió…
Ese Osasuna que estaba a un punto acabó la liga a 19, y ese Granada que estaba dos puntos por debajo al final nos sacó once nada menos. La aspiración de subir directamente se cambió a poder meterse en promoción. Y lo que pasó después en esa promoción lo sabemos todos. El caso es que en esos partidos de la jornada 26 a la 33 el equipo pasó por una pájara inexplicable que le sacó de los puestos de arriba. Aún me acuerdo del día del Rayo Majadahonda, con un Natxo González sentado en el banquillo, impotente, con los brazos cruzados e incapaz de hacer reaccionar a un equipo que acabaría cayendo por 0-2 ante un humilde Rayo. Entonces se hablo de “dar con la tecla”, cuando la tecla ya se había acertado con ella en la primera vuelta.
Ahora llevamos 6 jornadas en una situación parecida. No sé como quedaríamos ayer contra el Badajoz, pero ojalá hayamos ganado y me coma mis palabras. De momento, y tras el partido contra el Racing de Ferrol nos han entrado a todos los nervios al ver que aquella ventaja de 6 puntos ha desaparecido y es ahora el Racing de Santander el que lidera la tabla y nos saca 3 puntos y el gol average. Quedan solo 12 partidos, que son en realidad 11, porque a los dos nos queda el enfrentamiento contra el Extremadura que va a ser una victoria gratis para ambos. En estos partidos no es que haya que “dar con la tecla”.
Simplemente hay que recuperar la tecla que teníamos hasta hace poco, empezando los partidos dominando y creyendo en la victoria. Que ha sido así como hemos esas victorias en el último minuto. Creyendo hasta el final y sin volverse locos.