La capital andaluza gestionó de la mejor forma posible la cita de la Copa del Rey de Fútbol. Fueron jornadas de gloria económica. Inundada por fieles seguidores de los equipos, alcanzó plenitud de alegría y pasión. Fiel reflejo de ello, es la información que estos días recogieron los distintos medios de comunicación, haciéndose eco de una factura pagada a una cafetería del centro sevillano. Su cuantía ascendía a 2.254,50 € y su desglose era el siguiente: 290 cañas, 14 Gin-Tonic, 10 rebujitos y 5 cervezas sin alcohol. Un claro ejemplo de lo vivido.
Todo ello me ‘obliga’ a resaltar la grandeza que posee este deporte en nuestra sociedad. Lo tenemos en nuestra propia tierra, donde de forma sistemática, Riazor se convierte en el centro neurálgico de la sociedad coruñesa. Su punto de referencia. Por ello, me duele cuando, desde determinados sectores, que suelen entender que están por encima del bien y del mal, menoscaban su legado, designándolo como el ‘opio’ del pueblo u otras sandeces similares, intentándolo llevar a un movimiento de baja capacidad intelectual. El caso Rubiales y Cía., no ayuda, pero es que… ¿no hay corrupción en todos los ariscos de la vida? ¿No hay jueces, abogados, empresarios o policías corruptos? La sociedad abarca a todos y es como es.
Es claro que no todo el mundo tiene que unirse a la corriente, por supuesto. A nadie se le obliga a ser ‘creyente’, ni seleccionarle el canal de televisión correspondiente. Pero otra cuestión, es la de asumir que se menosprecie con burdas acusaciones.
Dejando al margen esta versión de enraizamiento social, que no se nos debe olvidar, quisiera también dejar constancia de la fuente de riqueza que aporta a todo el país. Los números no engañan y certifican que de forma directa, sólo en su versión profesional, el impacto económico directo en España asciende a cerca de los 10.000 millones de euros y de forma indirecta, nos vamos a los 8.000 millones. Estas cifras sustentan el aporte de 200.000 empleos a jornada completa y su ramificación hacia recaudación tributaria está cerca de los 4.000 M€, 1.500 M€ para la Seguridad Social y 251 M€ por impuestos especiales.
Cifras que dejan bien a las claras, que el fútbol representa mucho más que correr detrás de una pelota. Lo que no logro entender es porque sabiendo todo esto, nuestros ‘queridos’ gestores, no se lo toman en serio y proponen nuevas actuaciones que canalicen una mejor potencialización del producto. Pero ya sabemos en qué manos estamos.
Cambio de tercio. Este Deportivo no cede en su empeño de llegar a la cima clasificatoria como líder. Cada jornada que pasa revalida sus pretensiones. Ahora hay que visitar Teruel, otra dura singladura, pero nada nos hace dudar de su capacidad. Fui duro con Lucas Pérez a lo largo del campeonato. Imagino que él sabía también que no estaba dando lo mejor de sí. Pero en esta ausencia que padecemos, reconozco que me parece imprescindible su presencia en el once. Su contribución me resulta imprescindible en esta recta final.
Finalizo. El BNG coruñés cuestiona, por motivos económicos, la reforma del Estadio de Riazor cara el próximo mundial. Se aduce que la ciudad carece de suficientes instalaciones. Aún estamos sin distinguir las churras y las merinas. Sr. Jorquera… Si usted quisiera apoyar verdaderamente al deporte coruñés, bien lo hubiera hecho en las negociaciones de los presupuestos locales. Lo demás en un cuento chino para salir de tapadillo en una mísera columna periodística.
Como siempre un placer.