A Coruña está en deuda con el ex jugador deportivista Francisco Javier González Pérez. Afincado en nuestra ciudad desde muy temprana edad, cuando en el año 1986 fue fichado por el Deportivo merced a las gestiones realizadas por el entonces entrenador del equipo juvenil, Luis Ucha, ante la insistencia del entonces presidente deportivista Eduardo García Arias, pasó a alojarse, junto con su hermano, en una pensión de la calle de San Andrés.
Su carrera futbolística, desde que Luis Rodríguez Vaz lo subiera al primer equipo, es de todos conocida.
Un jugador que solo vistió la camiseta blanquiazul, y nada menos que en 700 partidos, en los que consiguió marcar mas de cincuenta goles. El jugador que mas partidos oficiales ha jugado en la historia del Deportivo. Ganador de todos los títulos oficiales que tiene el club -excepto, por supuesto, el conseguido en 1912- en su centenaria historia. Capitán y último internacional español con que cuenta el club.
De él había dicho Guardiola, en el libro ‘Fran, O Neno 10’, que firman los periodistas Rubén Ventureira y Alexandre Centeno en 2005: “Ha sido la mejor izquierda del fútbol español en los últimos quince años“.
El también periodista Bieito Rubido, dice de él en el prólogo del citado libro: “A Fran el tiempo demostrará que le debemos mucho. A su inteligencia humilde, a su socarrón espíritu, a su amor a los colores, a su galleguidad universal, a su apuesta por lo nuestro. Los que de verdad queremos al Real Club Deportivo de La Coruña, le debemos un homenaje”.
Y aparte de lo puramente deportivo, está la persona. Fran siempre ha colaborado en lo que se le pedía: visitas a los niños hospitalizados, en Navidad; visitas a los Centros Escolares para entregar trofeos; o participación en los torneos de ajedrez para niños, una de sus aficiones.
Por todo eso y mucho mas, bien se merece el reconocimiento de la Ciudad. Así lo entendió el Ayuntamiento coruñés cuando en junio del 2005 le otorgó la dedicatoria de una calle, calle que por algún desconocido motivo todavía no se ha materializado.
Desde muy joven a tenido ofertas muy jugosas para marcharse. Primero Jesús Gil, después Johan Cruyff, y finalmente aquel precontrato con el Real Madrid que tantos ríos de tinta proporcionó a la prensa de aquellos años. Otros se han ido para progresar como han sido los casos de Suárez y Amancio, pero Fran, al final, después de estudiar aquellas ofertas, había valorado mas su pertenencia al Real Club Deportivo.
Hace años, los campos de fútbol de la ciudad han sido bautizados con los nombres de los jugadores que han dejado huella: Juan Acuña, Luis Suárez, y Amancio Amaro, o la ciudad deportiva Arsenio Iglesias. Mi opinión personal es que sería de justicia que una de las nuevas instalaciones municipales dedicadas al fútbol, los recintos de San Pedro de Visma o de Eirís, llevaran el nombre de nuestro emblemático capitán.
Desde estas líneas animamos a la directiva deportivista que le pregunten a Ballesta qué significó Fran para el Deportivo y que eleve una petición al Ayuntamiento. Y al Concejal de Deportes Manuel Rodríguez y a la Alcaldesa Inés Rey, que defiendan en el Pleno municipal una distinción tan merecida, para el que ha sido un referente para los jóvenes y no tan jóvenes coruñeses de los primeros años del presente siglo.