E n estos últimos tiempos es costumbre presentar a los jugadores nuevos con una imagen de dicho futbolista y unas frases del estilo de “bienvenido”, “fulanito ya es de los nuestros”, “menganito únese á forza”, “zutanito es rojiblanco, verdiblanco, bermellón o lo que sea” y cosas así. Todo esto ya no es sólo patrimonio de los equipos de Primera sino que lo vemos en la categoría en la que milita el Deportivo y también en otras inferiores. La verdad es que hoy en día es bastante sencillo presentar a un futbolista de esa manera. Se coge un ordenador, se busca cualquier programilla para editar una foto del jugador, se le añade la camiseta, el escudo del club, la frase de marras y listo. Y eso es lo que llevamos viendo ya unos cuantos años en muchos clubes y, por descontado, en nuestro Deportivo. Y no me parece mal. Lo que pasa es que luego la presentación de toda la vida se ha visto relegada a llamar al jugador de turno al acabar un entrenamiento, pedirle que sujete una camiseta junto al presidente, darse la mano y sacar un par de fotos. Pero bueno, los tiempos ahora son los que son y esa es la manera de proceder con esto de las presentaciones. Y repito, a mí personalmente me parece bien.

Y otro tema es el de la presentación de las nuevas equipaciones de cada temporada. Aquí estamos más o menos igual.

Cada año es un acontecimiento descubrir las nuevas camisetas y hasta se vende como una gran exclusiva el filtrar el diseño de la nueva camiseta. Los equipos como el Madrid poco tienen que innovar al ir siempre de blanco.

Lo único que hacen es juguetear un poco con el cuello poniéndolo redondo, de pico, en forma de polo, añadirle ribetes en las mangas y cuello de diversos colores y poco más. Su eterno rival, el Barça, lo tiene, en cambio, bastante más fácil, aunque menudos destrozos le han hecho a la camiseta blaugrana últimamente: franjas más gruesas, más finas que parecen líneas, las han puesto verticales, horizontales, mitad grana y mitad azul, han puesto la camiseta a cuadros o han hecho lo de este último año con un diseño de lo más extravagante que más parecía un pijama que una camiseta del Barça. Pero bueno, da lo mismo si luego los aficionados pagan auténticas barbaridades por comprarse una camiseta de esa temporada.

Pero más allá de las primeras equipaciones, existe otro gran mercado con las segundas y terceras indumentarias. Aquí cualquier equipo puede dar rienda suelta a su imaginación y presentar lo que le apetezca en cuanto a colores. El Madrid, que solía vestir de morado o azul, ha tenido estos años camisetas verdes, rojas, rosas, negras y no sé cuántos colores más.

Y volvemos a lo mismo, si luego la gente las compra pues bienvenido sea el diseño aunque sea un espanto.

Y en esas estamos con nuestro Deportivo. Ya conocemos la primera equipación, que a mí me gusta bastante (mientras me dejen las franjas en vertical ya me vale) y ahora ya tenemos la segunda, que es totalmente verde. Yo pensaba que se lo iban a currar un poco más, pero ese es el diseño y tampoco está nada mal. El día que la presentaron un amigo me recordó que ese fue el color del último descenso, con la torre de Marathon impresa en la camiseta. Y es cierto. Pero yo prefiero recordar la ocasión anterior en que el Deportivo utilizó ese color para la indumentaria fuera de casa.

Fue en las temporadas 97-98 (que no nos fue bien), en la 98-99 (nos clasificamos para la UEFA) y la 99-00 (¡cómo olvidar esa temporada!). Y es que entre la imagen de los Longo, Jovanovic, Luis Ruiz y algún otro con una camiseta verde del Deportivo o recordar a Donato, Mauro, el Turu Flores o Djalminha con esa misma camiseta yo tengo claro con qué recuerdo quedarme.