E n la quinta jornada irrumpió Trey Thompkins. Después de un tiempo recuperándose de sus dolencias y, en su tercer partido con la camiseta del Leyma Coruña, dejó patente la importancia que puede tener su aportación al equipo.
Metió 18 puntos en 16 minutos en la victoria contra el Zaragoza, pero este no es el espacio para hablar de estadísticas. Prefiero valorar otro aspecto del estadounidense que hace crecer al equipo. Burjanadze tuvo más descanso y jugó con mucha más eficiencia que en otros partidos, aportando su habitual intensidad defensiva y generosidad en el esfuerzo.
El georgiano es el líder en la cancha, siendo el primero en empujar y animar, no solo a sus compañeros y especialmente a Thompkins, también al público. El líder en la banda es Epi, que estuvo excelente en las rotaciones y en el plan de partido, transmitiendo a los jugadores cosas muy sencillas. Me voy a tirar un triple: creo que que en el futuro podremos ver a Beqa de ‘3’, Thompkins de ‘4’ y Lima de ‘5’.
El Leyma demostró que no le pesan las derrotas. Sufrió en el primer cuarto y el inicio del segundo, pero cambió el partido a través de la defensa. Destaca la disciplina táctica y la energía con la que enfocó el final del segundo cuarto y el tercero, sobre todo en la distancia con el hombre-balón.
Font apretó muchísimo a su marca y Taylor fue capaz de recuperar cinco balones, fruto de la buena defensa exterior. Mención especial para Jakovics, con un trabajo impresionante de intimidación, forzando situaciones que provocaron varias pérdidas rivales.
En ataque, el base estadounidense jugó mucho menos pick and roll en el eje y, de alguna manera, la mayor circulación de balón favoreció más penetraciones con inversión, doblando a las esquinas y a los hombres liberados. Anotaron todos los jugadores y cinco de ellos se fueron por encima de los diez puntos en un partido muy coral, una auténtica fiesta.
Siempre hay algo que mejorar: el Zaragoza hizo mucho daño con los bloqueos entre pequeños.