A falta de dos jornadas para el término de la liga en Preferente Norte, el Victoria ha caído a la zona de descenso. La razón, su empate ante el Miño (1-1) y el triunfo de la Residencia ante el Sofán (1-3). Todavía está abierto, ya que incluso tiene el 14º puesto del Castro a tiro, pero la situación es cada vez más delicada.

El partido en A Grela comenzó con algo de retraso al estar rota la red de una de las porterías, pero una vez se puso el balón en juego se vio en los compases iniciales que equipo tenía más en juego. Con Nano como guía en el centro del campo, el Victoria proponía.

Pedro Carpente tuvo las dos primeras. El extremo rozó el gol al aparecer en el área para rematar a bocajarro un centro de Plaza, pero Cobelo realizó una gran intervención. Antes, en buena posición de remate, estaba en fuera de juego.

Y en el ecuador de la primera parte las ‘cebras’ encontraron el premio a su mejor inicio. Miguel Mandayo apareció por banda derecha para servir un centro raso al área pequeña, donde Block se adelantó a los centrales y definió de tacón.

El gol en contra espoleó un poco al Miño, que apretó en los minutos previos al descanso, aunque solo dispuso de un par de disparos que no pusieron en apuros a Álvaro Barato.

Por su parte, el cuadro herculino dispuso de otra buena opción, pero Andrés Muiños cortó de forma providencial cuando Block iba a dar un pase que habría dejado a Otero solo frente al portero.

Lo cierto es que el Victoria salió con intención de apretar al segundo acto, pero a los quince minutos se encontró con el gol de Ipi, que fue el más vivo en una jugada embarullada. Además, Nano tuvo que abandonar el campo tras un golpe en el brazo de la primera parte que le estaba limitando mucho, hasta el punto de jugar unos minutos con el brazo en cabestrillo.

Desde entonces, las ‘cebras’ se lanzaron al ataque con más corazón que fútbol y el partido se abrió mucho, porque el Miño no renunció al triunfo y dispuso de buenas opciones.

Era un ‘toma y daca’ y lo raro es que no se moviera más el marcador. Prosi pudo marcar en un cóner para el Miño, pero Otero también encaró al portero y se vio perjudicado por tener poco ángulo.

Ya en los últimos minutos, Mandayo estuvo providencial al corte y un par de córners bien botados por Roberto metieron el miedo en el cuerpo al Victoria, que tuvo una última opción muy clara en el descuento, cuando Otero sin demasiada oposición remató fuera un centro de Xabi.