El Victoria B se proclamó campeón de la segunda Copa de A Coruña femenina. Fue una tarde inolvidable para las ‘mini-cebras’. Primero, porque no se juega todos los días en Riazor. Segundo, porque levantaron un trofeo que permanecerá para siempre en las vitrinas del histórico club de la Escalinata.

El Bergantiños, lastrado por su falta de acierto, se tuvo que conformar con el subcampeonato. Ni un reproche al equipo de Carballo, que lo intentó una y otra vez, pero estrelló hasta tres remates en los palos y no fue capaz de encontrar el camino hacia el gol.

La primera parte fue un constante intercambio de golpes: a la ocasión de uno le seguía la del otro. Se mostró primero Bergan, con un tiro lejano de López que acabó en córner. De un área a la otra: el filial blanquinegro metió el miedo en el cuerpo a las carballesas con una sucesión de saques de esquina. 

La ocasión más clara de la primera mitad fue para la ‘cebra’ Didi en torno al minuto 35, pero no acertó en el mano a mano ante Ainhoa. Aunque estaba creciendo el Victoria, el palo impidió el 0-1 del Bergan: Trillo con la zurda tras revolverse en la frontal del área.

Al filo del descanso cayó el 1-0, obra de Carla Amado, que apareció con el taco para aprovechar una peinada tras una falta botada desde casi mediocampo, un gol psicológico.

No le quedaba otra al Bergantiños que salir a por todas en la segunda parte y disfrutó enseguida de una clarísima ocasión. De nuevo Trillo se encontró dentro del área, pero Ana Seoane sacó una gran mano para evitar el empate. Antes, un córner había impactado en el larguero.

Cómodo en defensa, el Victoria B se encontró en un penalti por mano el gol que le dejaba el partido casi sentenciado. De nuevo Carla Amado batió a Ainhoa.

En los 20 minutos finales apareció la fatiga en forma de calambres, fruto de la tensión y las dimensiones de Riazor. Se rompió el partido, Ainhoa se lució ante Lau y Ana Seoane salvó el gol de Cruz ya en el descuento. La Copa de A Coruña es blanquinegra.