En su camino hacia el ascenso a Tercera Federación, al Montañeros le ha salido un competidor de un nivel muy alto, el Sigüeiro de Vecho Ríos.

Es el filial del Compostela, algo que acostumbra a marcar su trayectoria. Al contar con una plantilla muy joven y que se suele renovar mucho cada verano, los inicios de temporada no son su fuerte. Por ejemplo, el pasado curso sumó 25 puntos en la primera vuelta e iba noveno, pero terminó tercero con 63, apretando hasta el final al Boiro.

Parecía que esta temporada iba a seguir una línea similar, pues se mostró irregular hasta la sexta jornada (tres victorias, un empate y dos derrotas), pero desde entonces acumula nueve triunfos, tres igualadas y solo un partido perdido. Un ritmo muy alto de puntuación que le ha servido para mantenerse a una distancia prudente del Monta, mientras estos enlazaban victoria tras victoria; y para recortar mucho en el pequeño bache de los herculinos.

La mayor diferencia, catorce puntos, llegó en el parón navideño. Desde entonces, ganaron el partido aplazado frente a O Val (5-0), así como los duelos frente a Atlético Escairón (1-2), Lemos (2-0) y Arzúa (3-0). Por su parte, el Montañeros cedió ante el Negreira (3-0) y San Tirso (2-1) y volvió a la senda de la victoria en O Saviñao (0-2). Por ello, la diferencia ahora, a unos días de que se vean las caras en Visma, es de cinco.

En el precedente de esta temporada, el Monta cuajó un gran partido en el Lino Balado y se impuso por 1-3. Destacó especialmente el delantero Pape Gaye, quien marcó dos goles en apenas 20 minutos y completó el hat trick en el tramo final, volviendo a poner tierra de por medio ante un Sigüeiro que había recortado distancias por medio de Óscar Remuiñán. La temporada pasada también puede entrar en la comparación al contar ambos equipos con los mismos entrenadores que ahora, y los resultados fueron muy dispares. Ganó 6-0 el Monta en Visma y se tomó la revancha el filial del Compos en su feudo (3-1).

Pero, ¿qué esperar del duelo de este domingo a las 12.30 horas en Visma? Quien se acerque verá que son dos equipos con una concepción del juego muy similar. Ordenados en un 1-4-3-3, buscan dominar al rival a través de la posesión, pero obviamente cuentan con matices diferentes.

El conjunto de Jairo Arias, líder de la competición con catorce victorias, tres empates y dos derrotas, busca dar ritmo a su juego con el objetivo de llevar la pelota a último tercio, donde puede brillar la calidad técnica de sus extremos Cano y Otero —ambos son duda— tanto para el disparo como para centros que puede aprovechar Pape, el mejor rematador de la Liga. Cuando puede sufrir es si no es capaz de imponer el guion, ya que ha mostrado alguna grieta a nivel defensivo y su delantero tiene tendencia a perder la concentración.

Por su parte, el Sigüeiro comparte virtudes como la presión tras pérdida, la calidad de sus hombres —destacan los laterales— o el gol, en este caso de Cristian Liñares. En fase defensiva puede sufrir por falta de velocidad de sus centrales o a balón parado.