Habrá cuarta temporada del proyecto que comanda Fabio Rodríguez en el San Tirso. Club y entrenador han acordado seguir de la mano, independientemente de lo que pase en estos meses, con la ambición de dar un paso más en un ejercicio en el que el conjunto de Mabegondo tendrá más presupuesto gracias al premio que obtuvo por disputar la Copa del Rey. Será un verano de cambios, indica el técnico, que entiende el fútbol como ciclos de tres años.

El técnico coruñés con raíces monfortinas es, números en mano, el mejor de la historia del club. Ha logrado las dos clasificaciones más altas en Preferente (un quinto y un cuarto puesto), así como tres títulos durante 2024: la Copa de A Coruña, la Copa Diputación y la Supercopa Galicia. Este último le dio acceso a la fase previa de la Copa del Rey, eliminatoria que logró superar ante un abarrotado O Monte y que le permitió jugar un partido histórico, en Riazor, ante un equipo de Primera División como el Espanyol.

En total, con el encuentro del pasado fin de semana ante O Val, ha dirigido 114 partidos al equipo, con un balance de 56 victorias, 27 empates y 31 derrotas. Cabe reseñar que cinco de esas igualadas tuvieron un sabor más que dulce, pues tuvieron lugar en eliminatorias que el equipo superó en la tanda de penaltis.

Confianza mutua

¿Por qué toma la decisión de seguir? “Estamos muy a gusto, nos dejan trabajar y nos valoran muchísimo, tanto deportiva como económicamente”, señala Fabio, que solo tiene buenas palabras para el presidente —Carlos Fernández— y el vicepresidente —David Castro—, y que seguirá con Adrián Fernández, como segundo, y Alejandro Rodríguez, como preparador físico.

Han ido creciendo poco a poco y espera que la próxima temporada sea igual. “Gracias a la Copa del Rey se puede dar un paso adelante en el presupuesto”, señala el que fue durante diez años técnico de las categorías inferiores del Ural.

En Preferente o en Tercera —está a un punto de la zona de playoff—, será un año de cambios. “Para mí, los ciclos son de tres años en el fútbol. La idea es que gran parte de la columna vertebral del equipo continúe, pero creo que habrá bastantes movimientos. Es un largo período con un mismo discurso y la idea es anticiparnos a cierto desgaste, tanto nuestro como de los jugadores”, argumenta.

Con respecto a sus números en el equipo, reconoce su satisfacción. “Ni en mis mejores sueños habría imaginado algo así. Llegamos a un equipo que tenía el objetivo de estabilizarse en la categoría y entre todos hemos ido cambiando la mentalidad poco a poco. Eso es lo que más noto, el crecimiento de todos”.

Mejor momento

Una renovación es buen momento para hacer balance y tiene claro cuál ha sido su mejor momento hasta ahora en el club. “Cuando pitó el árbitro contra el Selaya en Copa del Rey y nos clasificamos para jugar ante un Primera. Me quedo con los abrazos con el presidente y con mi familia”. 

En cuanto a la actualidad, espera hacer un buen partido en Ribeira, ante un rival “de propuesta muy atractiva”, para seguir llamando a la puerta de una zona de ascenso, que es el claro objetivo.