El San Tirso vivirá el próximo jueves un día histórico. Se hará realidad el sueño por el que ha estado luchando durante los últimos meses, disputar un partido de Copa del Rey en Riazor ante un equipo de Primera División, en este caso el Espanyol.

Un momento de gloria que tiene su contrapunto con la liga, donde ha comenzado con dos victorias, dos empates y tres derrotas, lo que le tiene en la undécima posición, lejos de la cuarta en la que terminó la pasada temporada. Eso sí, en la 2023/24 solo tenía dos puntos más que ahora a estas alturas y ve los puestos de playoff a solo cinco puntos, por lo que está lejos de ser grave.

Desde el club le dan total normalidad a este inicio de liga, conscientes de que el equipo ha tenido que hacer un gran esfuerzo tanto en junio del año pasado (con la final de la Copa de A Coruña y la sorprendente Copa Diputación), como durante esta pretemporada con la Supercopa Galicia. Además, el hecho de superar la ronda preliminar de la Copa del Rey ha acarreado entrevistas con medios locales y catalanes a todos los miembros del equipo, así como un desafío organizativo, algo que inevitablemente quita el foco de liga. Se ha tratado de competir, pero no volverá la verdadera normalidad hasta que pase el choque de Riazor.

Precedentes

El curso pasado, el Boiro pagó a posteriori las consecuencias de ser un equipo modesto que juega la Copa del Rey. Comenzó bien la liga, con cinco victorias y tres empates, pero una vez terminó la eliminatoria ante el Mallorca se vio envuelto en una mala racha en la que apenas sumó 11 puntos de 24 hasta final de año. Eso sí, acabó logrando el ascenso a Tercera RFEF.

El Barbadás también ascendió en el curso 2022/23. Era muy superior en Preferente y lo acabó consiguiendo con 20 puntos de margen. Algo le afectó la Copa, pues esta distancia era de solo uno en la novena jornada, la anterior a enfrentarse al Valladolid en Os Carrís.

Y anteriormente, dos equipos de categoría territorial que no tuvieron grandes temporadas cuando jugaron el torneo del K.O. El Victoria debió participar en el grupo de descenso de Preferente, mientras que el Ribadumia descendió en Tercera.