El Bergantiños firmó una de aquellas remontadas para enmarcar después de que se pusiera 2-0 abajo en el marcador. Sería en la segunda mitad cuando los visitantes dieron un paso al frente y se pusieron manos a la obra para darle la vuelta al partido. Carlos López indicó el camino, y posteriormente Palomares y Alberto pusieron el 2-3 definitivo.

El partido arrancó sin un dominador claro, aunque a medida que transcurrían los minutos el Marino se fue encontrando cómodo sobre el terreno de juego y aproximándose al área rival. En una de esas, el colegiado señaló pena máxima a favor de los locales y Lora no se puso nervioso para inaugurar el marcador. No sucedieron muchas más oportunidades durante este primer acto, ya que los locales aflojaron la marcha mientras que el Bergantiños quería, pero no podía.

Nada más comenzar la segunda mitad llegaría el 2-0, obra de Jairo, que parecía dejar el encuentro finiquitado. Lejos de la realidad, en ese momento es cuando despertó el Bergantiños y se empezó a creer que la remontada era posible. Eso sucedió, sobre todo, cuando Carlos López recortó distancias, y ya poco después, tan solo cuatro minutos más tarde, Palomares empataba. Pero el colofón de los visitantes llegaría en el 74 cuando Alberto dio la vuelta al luminoso estableciendo el 2-3 definitivo.

Con este resultado, el Bergantiños coge aire para alejarse de la zona peligrosa, mientras que el Marino sigue en zona de nadie. El equipo de José Luis Lemos rompe una racha de cuatro jornadas consecutivas sin conocer la victoria y suma la segunda del  curso tras la primera ante el Avilés (3-1).