La subdelegación de árbitros de la Costa se ve obligada a parar tras casi seis años de vida, tras la renuncia del carballés Vitor Recarei como su representante. Según señala el colectivo arbitral en un comunicado, no paran "por gusto, sino porque su motor, Vítor Recarei, se vio obligado a renunciar a su cargo y no entendemos una subdelegación sin él", por lo que "haremos lo que esté en nuestras manos para revertir esta situación".
Señalan los árbitros que desde el cambio del equipo directivo de la delegación de A Coruña, a la que pertenecen, la relación "se fue enturbiando porque nunca quisieron entender nuestro funcionamiento y tampoco lo respetaron, llegando a superar unos límites que no estamos dispuestos a aceptar". Añaden los árbitros de la Costa que "quien conozca mínimamente a Vítor comprenderá que este conflicto no nace en él y que la vía del diálogo siempre está por delante, como nos consta que así fue en las últimas semanas antes de llegar a este punto".
Concluyen el comunicado lamentando los contratiempos o perjuicios causados a las diferentes partes y esperando que se propongan "soluciones reales" a este problema y que la normalidad vuelta cuanto antes. "Nuestro interés es seguir por los campos y pasar lo más desapercibidos posible".