Óscar Gilsanz, entrenador del Fabril, analizó en profundidad la trascendental victoria de su equipo ante la Gimnástica de Torrelavega que le permite dar un salto en la clasificación. La fiabilidad defensiva del Depor B, fundamental para el míster betanceiro.
El técnico del filial blanquiazul empezó haciendo un profundo análisis de cómo se dio la victoria del Fabril ante la Gimnástica de Torrelavega. “Ganamos un partido contra un rival que tiene muchísimas armas para hacer daño. Es un equipo que, desde el cambio de entrenador, estaba jugando con un 1-4-4-2 con dos puntas y eso nos obligó, a nivel defensivo, a cambiar un poco la estructura del equipo y a meter a Brais entre los centrales prácticamente todo el partido y retrasamos un poco a Jairo a la altura de Rubén para tratar de ganar los segundos balones. La Gimnástica nos quería hacer daño en los duelos pero estuvimos muy acertados en los duelos defensivos. Incluso en algún momento en el que el rival nos apretó, sobre todo después del gol, estuvimos efectivos. El partido pasaba un poco por eso: por ser capaces de defender el juego directo de la Gimnástica y atacar espacios. Es un equipo muy agresivo a nivel defensivo en los duelos y creíamos que el espacio iba a estar en la espalda de su línea defensiva. Tanto Kevin como Diego y Nájera, aunque por sus condiciones un poco menos, atacaban esos espacios. Así llegó el gol en un desmarque a la espalda y un mano a mano con el portero. Tuvimos alguna más con Mati y Diego al final. Fue un partido muy completo por nuestra parte. Estoy muy contento por haber ganado a un muy buen rival en un partido difícil”.
Gilsanz apuntó que “dimos con una muy buena versión a nivel defensivo. Es algo que hablamos con los jugadores. No por ser un equipo joven no debemos mostrarnos fuertes defensivamente. Debemos ir en ese camino y el equipo estuvo seguro. En cualquier momento y en cualquier acción se puede encajar un gol, pero la seguridad defensiva del equipo se transmitía en el propio equipo. Los jugadores de ataque sabían que iban a tener oportunidades de contraataque porque a nivel defensivo estábamos bien”.
Sobre los cambios en la clasificación dice que “semana a semana estamos viviendo en una pequeña montaña rusa. Si ganas te ves muy arriba según qué resultados se han dado y otro día pierdes y te vuelves a ver muy cerca de los puestos de descenso y del ‘playout’. Hay que ir partido a partido. Hay que darle importancia a esta victoria porque venía a Abegondo un rival muy fuerte en una tendencia creciente en los dos últimos meses. Hicimos un muy buen partido y nos tiene que servir para aumentar la dosis de confianza que siempre se necesita”.
Los futbolistas del Fabril demostraron un nivel físico más que alto a lo largo de los noventa minutos, fundamentalmente en el tramo final. “En el aspecto físico este equipo es muy trabajador tanto por la semana como los días de partido. Para mostrar ese nivel, cuando estás por delante en el marcador y el rival deja espacios para poder contraatacar, parece que se nota un poco más. El equipo está bien porque trabaja muy bien en el día a día”.
Al Fabril sólo le tocó sufrir en los primeros compases de la segunda mitad y en el tramo final del encuentro debido a lo ajustado del marcador. “La Gimnástica dio un paso adelante y empezó a hacer situaciones de uno contra uno de Saúl en su banda derecha –nuestra banda izquierda–, retrasaba mucho a su lateral en la salida de tres, algo que ya hizo en la primera parte y obligaba a Nájera a estar muy lejos de Baladía. Decidimos hacer cambios en esa banda para poder defender en esa banda la profundidad de Saúl con la intención de solucionar esa situación y en esos momentos el rival dio un paso adelante. Ante un equipo que juega directo, los reinicios de Dani Sotres con balones a tres cuartos de campo, cualquier falta o fuera de juego siempre genera cierta incertidumbre. Con los cambios nos estabilizamos un poco e incluso al final fuimos capaces de no sufrir tanto como podía parecer en el minuto diez o quince de la segunda parte”.