Óscar Gilsanz, entrenador del Fabril, analizó la primera derrota de la segunda vuelta de su equipo después de seis jornadas. Fue por la mínima con un solitario gol del canterano Hugo Matos (1-1) a la media hora de juego. Aunque lo intentó y tuvo alguna ocasión aislada, el filial del Depor no fue capaz de evitar el ‘1’ en el Verónica Boquete.
El entrenador betanceiro del filial blanquiazul narró que “fue un partido con pocas ocasiones de gol y, desde el inicio, bastante cerrado y con poca profundidad por parte de los dos equipos. El peligro podría llegar en las situaciones a balón parado y en el rechace de un córner encajamos el 1-0. El Compostela es un equipo ordenado y bien posicionado a nivel defensivo y, cuando se replegaba, no éramos capaces de encontrar profundidad ofensiva. Tuvimos un remate de cabeza claro de Marc y una incursión de Kevin a la línea de fondo pero la percepción era que nos costaba crear ocasiones de gol y el 1-0 se hizo definitivo. Justo o no, en los partidos tan cerrados y con tanta igualdad, el que consigue hacer un gol, evidentemente, tiene mucho ganado”.
El Fabril perdió el partido por la mínima (1-0) al encajar el noveno gol de la temporada en una acción a balón parado. “Considero que es diferente encajar un gol a balón parado en un remate directo que de una segunda jugada y, en este caso, el remate de Matos rebota en un jugador del Fabril haciéndole imposible la parada a Brais. Son situaciones que forman parte del juego y en este tipo de partidos es muy importante tenerlas controladas. Tenemos que seguir prestando atención y mejorar porque son muy importantes”.
Las jugadas de balón parado eran especialidad del Fabril la pasada temporada en Tercera Federación, tanto ofensiva como defensivamente. “Que encajemos más esta temporada en ese tipo de jugadas está directamente relacionado con la calidad de la categoría. Los sacadores son mejores y los envíos van mucho mejor dirigidos. De esa forma, las dificultades son mayores para los jugadores que las defienden. Nosotros también hemos hecho goles a balón parado, pero debemos seguir mejorando porque son acciones muy importantes que pueden decantar partidos”.
No suele hacer cambios en el descanso pero, en el Verónica Boquete, Gilsanz retiró al mediocentro Alfaro para dar entrada al delantero Kevin. “El motivo fue un detalle táctico con el que creíamos que poder hacer daño al Compostela y era que Kevin partiese desde la banda derecha atacando la espalda de Escoruela para generar profundidad de esa manera. Decidimos sacrificar a uno de los medios porque creíamos que nos hacía falta meter a más gente de banda aunque fuese partiendo de posiciones más interiores. Las intenciones cuando se hacen cambios siempre son buenas pero no siempre resultan productivas. La idea era esa: buscar más profundidad en la espalda del lateral izquierdo del Compos con un jugador con más velocidad”.
Después de los síntomas de mejoría que ofreció el Fabril en los primeros compases de la segunda parte, hubo un intervalo en el que el Compos pudo sentenciar. “Hubo un momento en el que perdimos claramente el control en el medio del campo. Los primeros 15 minutos fuimos capaces de crear peligro y tener balón en campo contrario. Desde el minuto 65 al 80 perdimos el control por dentro y nos costó mucho más quitarle el balón al Compostela. Hicieron dos o tres contraataques muy claros robándonos el balón con el equipo abierto y tanto Antas como Juampa pudieron sentenciar el partido. En los diez últimos minutos, con dos puntas claros, volvimos a intentar abrir el campo por fuera para tener alguna situación de peligro”.
La primera derrota de la segunda vuelta del Fabril llegó en el campo de uno de los mejores equipos de la liga. “El Compos es uno de los mejores equipos de la categoría por muchos motivos: por equipo, plantilla, club, afición, ciudad... Antes de empezar la temporada parecía que estaba hecho para pelear el primer puesto, pero tuvo un mal inicio. Después, con la llegada de Míchel, hizo una gran remontada con una desventaja importante para posicionarse para pelear por el ‘playoff’. No es un descubrimiento de Óscar Gilsanz si digo que el Compos es uno de los mejores equipos de la liga”.
El Fabril cayó por la mínima ante uno de los favoritos. “En esta categoría hay mucha igualdad y hay que pelear todos los partidos de la misma manera. Lo que tratamos de transmitir a los jugadores es que hay que ser competitivos en cualquier campo y en cualquier situación contra el rival que nos toque cada domingo. El Fabril está compitiendo absolutamente todos los partidos y en ese competir debemos tratar de sacar más rendimiento en cuanto a ser más incisivos, en ser capaces de disputar y competir los partidos hasta el final para que caigan de nuestro lado”.
El próximo rival será una de las revelaciones de la liga, un Ourense CF que está compitiendo por el título de liga con dos trasatlánticos como Zamora y Pontevedra. “Más que una sorpresa, el Ourense CF es el gran tapado de la liga. En pretemporada lo vimos en la Copa Federación y ya nos pareció un equipo rocoso en defensa y con muy buenos jugadores en ataque. Ya daba la sensación de que iba a ser un rival muy difícil de superar. Es un equipo que, además de tener muy buenos futbolistas, Rubén ha encontrado una forma de trabajar y de jugar a nivel táctico que está funcionando muy bien. Es un equipo propositivo cuando lo necesita y rocoso en defensa cuando lo necesita. Es algo muy difícil de conseguir. Probablemente es el equipo más completo de la liga. En la primera vuelta fuimos capaces de competirles y de no ser inferiores. Trataremos de que en Abegondo podamos conseguir los tres puntos”.