Óscar Gilsanz, entrenador del Fabril, analizó la trascendental victoria (3-4) ante un rival directo como el Valladolid Promesas en un partido en el que su equipo estuvo muchos minutos con el marcador en contra.
El filial del Deportivo perdía por 2-0 en el minuto 13. “El Valladolid entró mucho mejor que nosotros al partido. Estuvimos mal, dubitativos en la presión y cometiendo errores que facilitan que el rival generase ocasión de gol. A partir del 2-0 nos metimos un poco más en el partido teniendo un poco más de balón, marcamos el 2-1, pero no llegamos a estar cómodos en ningún momento. En el 3-1, cuando ya estábamos en superioridad numérica, se volvió a notar nuestra incomodidad porque incluso pudimos encajar algún gol más”, reconoce Gilsanz.
El míster fabrilista apunta que, para encontrar la reacción de su equipo, “modificamos la estructura para ser capaces de presionar mejor y, en ataque, tratamos de tener un poco más la pelota ante un rival que apretaba alto pero que dejaba espacios a los lados de sus pivotes en los que podíamos recibir. Intentamos que nuestros interiores recibiesen en posiciones más avanzadas para obligarlos a retroceder adelantando a Barba. Así provocamos el penalti que nos dio cierta tranquilidad”.
Una de las acciones clave del partido fue la expulsión del local Tito en el tramo final de la primera parte. “El Valladolid Promesas es un equipo muy agresivo en la presión y tratamos de que Mati y Diego se enfrentasen a sus dos centrales en situaciones de uno contra uno. En el penalti vio la primera amarilla y la segunda en una presión hacia arriba en la que Mati dejó pasar el balón y trató de cortarlo con un agarrón”.
Una de las novedades en el once inicial del Fabril fue Mati Castillo en banda izquierda en lugar de Nájera, habitual en las últimas semanas. “La idea era buscar más profundidad ante un equipo que sufría a su espalda y no tanto entre líneas. Queríamos que los extremos buscasen profundidad sobre su última línea ante centrales que solían estar muy altos y que les cuesta defender su espalda. Fue una decisión puramente táctica”, reconoce.
El Fabril recibió el 3-1 en el añadido de la primera mitad y después de quedarse en superioridad numérica. “Nos afectó porque fue justo antes del descanso e invalidaba la reacción con el 2-1 de penalti. Nos hizo llegar al descanso frustrados y viéndonos un poco más lejos en el marcador, pero el equipo es fuerte mentalmente y mostró que, a través del juego, pudimos generar peligro en la segunda parte buscando un gol que nos metiese en el partido e iniciar la remontada”.
¿Qué mensaje dio Óscar Gilsanz con en 3-1 en el intermedio? “Cuando se llega al vestuario se trata de corregir a nivel táctico para que el jugador reconozca los errores que se están cometiendo a nivel colectivo. Acercamos más al balón a Jairo y, con la entrada de Jairo, lo pusimos dentro ante un rival estructurado en un 1-4-4-1 para sobrecargar con Nájera y Barba en la espalda de sus mediocentros. También tratamos de vigilar sus contras porque, a pesar de estar en inferioridad, el nivel de los jugadores de ataque del Valladolid, con minutos en Segunda División, es altísimo. El equipo respondió muy bien defensivamente. Los últimos diez minutos fueron un ida y vuelta continuo con dos equipos que no querían perder pero que tampoco querían quedarse solo con un punto: ellos porque empezaron muy bien el partido y nosotros porque estábamos con un jugador más y con una tendencia positiva”.
Gilsanz destacó que “por cómo se produjo, por lo mal que empezamos, porque nos vimos muy lejos en el marcador, esta victoria nos tiene que dar energía para enfocar el siguiente partido y mantener la dinámica. Fue un subidón para todos y el ejemplo es la celebración de los jugadores del banquillo cruzando el campo hasta que tuvo que pararlos el árbitro”.
El 3-2 fue obra de Losa en un remate de cabeza en un córner, uno de sus puntos fuertes. “Fichamos a un delantero con unas características muy concretas que le hacían falta al equipo en muchos partidos y contextos de la categoría. Ojalá pueda ayudar al Fabril a competir en momentos determinados”.