Miguel Mandayo (A Coruña, 3 de abril de 2001) compagina el fútbol con su éxito en redes sociales y televisión. Juega en el Victoria, club en el que lleva desde que era benjamín y que está inmerso en un momento complicado. Sincero y directo, habla de la situación de su equipo.
Tras el empate ante el Miño, donde asistió a Block en el primer gol, el Victoria ha caído a zona de descenso. “Fuimos nuestro peor enemigo. Creo que no tuvimos la intensidad necesaria para el partido que era, que le podíamos haber metido una marchita o dos más para cerrar el resultado, pero al final entramos en su juego. Nos faltó un poco de alegría, de chispa, tanto en lo ofensivo como en lo defensivo” señala Mandayo, autocrítico.
Hubo un momento clave en el partido, cuando Nano Varela no pudo continuar por una lesión en el brazo y el equipo encajó el gol del empate. El lateral comenta la importancia del centrocampista en el equipo y desvela una mala noticia: “Nada más terminar el partido fue al hospital y a ver que tiene. Creemos que ya no llega para el final de temporada. Es una pena porque nos da mucho equilibrio y se notó desde que llegó. Siempre le decimos que lo sentimos por no saber jugar como él. Quiere sacar el balón, ve el fútbol de una forma que por ejemplo yo no veo. Tener a alguien así en el equipo te ayuda mucho, tanto en el balance defensivo como a la hora de jugar y crear ocasiones”.
La situación del Paiosaco en Tercera Federación implica que quizá ni el 14º -lo máximo a lo que pueden aspirar las ‘cebras’- se salve. Mandayo es consciente de que la permanencia es muy complicada, aunque no se rinde: “Vamos a hablar claro. Es una entre cien, ¿no? Se tienen que dar muchas casualidades, tenemos que ganar nosotros… No dependemos de nosotros mismos. Está muy difícil, pero mientras tengamos un hilo de esperanza… Nos quedan dos finales, tenemos que conseguir los seis puntos y luego a ver que pasa, si nos da o no”.
Sobre la temporada en general, valora: “No se hicieron las cosas bien desde el principio y pasa factura. Empezamos la temporada sin entrenador y eso te perjudica para empezar. Vino Fran, que la verdad es que tiene el cielo ganado, porque era un marrón llegar a un equipo nuevo, una categoría nueva, sin hacer el equipo, sin pedir tú los fichajes, etc.”, explica.
En los dos últimos años solo ha podido asistir a ciertos partidos por motivos laborales, algo que quiere “agradecer” a sus entrandores -Claudio Corbillón, Fran Curros y Miguel Taibo-, quienes le “dieron todo tipo de facilidades”.
El lateral reconoce que hasta el momento casi solo había vivido cosas buenas con el club, “y evidentemente si hay que seguir en Primera se sigue, es un bache y a intentar volver a la categoría para el año”.
Donde sí vive un buen momento el Victoria es en la Copa de A Coruña, de la que es campeón y en la que está clasificado para semifinales. Supondría volver a jugar en Riazor, algo que hizo en su día frente al Villarreal en Copa del Rey: “Fue surrealista, lo más bonito que he vivido en el fútbol. Siempre nos quedará ese recuerdo de jugar ante ese rival con amigos con los que llevas toda la vida”.
Jacobo Eibe (Montañeros): “A pesar de no ser un partido brillante, creo que ante el Eume tuvimos una actuación seria, fuimos superiores y por tanto merecedores de la victoria. Espero que este triunfo nos sirva para cargarnos de algo de moral y afrontar las dos jornadas restantes con buenas sensaciones, de cara a intentar acabar lo más arriba posible en la clasificación.”
Jorge González (San Tirso): “Empezamos bien, presionando arriba y creando ocasiones. Sobre la mitad de la primera parte ellos espabilaron y el partido se igualó, con pocas ocasiones. El partido seguía muy igualado en la segunda parte, cuando en un córner en contra llegó su gol. Supimos afrontarlo, seguimos atacando con todo, pero no llegó el empate. Son un buen equipo y se merecían el ascenso (el Noia)”.
David Bandera (Sofán): "Partido difícil, el equipo venía muy tocado anímicamente tras la eliminación de Copa. Aún así tuvimos el control del juego y las ocasiones más claras, pero ellos (Resdiencia) fueron más eficaces. Ahora toca pensar en los dos próximos partidos, en recuperar el ánimos, sacar resultados positivos y demostrar que el Sofán siempre lo seguirá intentando para conseguir los mayores éxitos”.