Juan Riveiro: "Soy una persona muy 'face to face' y si hay algo que decir se dice y ya está"
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Juan Riveiro: "Soy una persona muy 'face to face' y si hay algo que decir se dice y ya está"

Juan Riveiro: "Soy una persona muy 'face to face' y si hay algo que decir se dice y ya está"
Juan Riveiro, entrenador del Atlético Arteixo, en la redacción de dxt campeón | Quintana

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Cinco puntos por encima de la zona de descenso y a seis de los puestos de fase de ascenso a Segunda Federación. El Atlético Arteixo, que ha mejorado su rendimiento en las últimas semanas, no está cumpliendo las expectativas marcadas antes de empezar la liga, pero queda más de una vuelta, como apunta su entrenador Juan Riveiro.
 

 

16 puntos de 42.. ¿Qué nota le da a su equipo?
No más de un 6. Por sensaciones le daría una nota más cercana al 7 pero la realidad es que no podemos tener más de un 6 porque no estamos obteniendo resultados como para superar esa nota. Y un 6 porque últimamente hemos encadenado una racha de partidos sin perder que nos hacen estar en una zona de la tabla más tranquila que en algún momento de la temporada.

 

El Arteixo está en una zona tranquila, pero de su respuesta se intuye que esperaba algo más a nivel clasificatorio.
Nadie negó que el objetivo era mejorar la posición de la temporada pasada, en la que fuimos séptimos. La idea era intentar estar cerca del quinto puesto, que es el que cierra la clasificación para el 'playoff', pero la realidad es que la competición nos está poniendo en otro sitio y tenemos parte de culpa. Como profe que soy, sé que los alumnos ahora llevan la nota de la primera evaluación, pero luego está la nota de la segunda y, por último, la nota final, que es la de verdad. La temporada pasada, a estas alturas, estábamos bastante peor.

 

Contando los resultados de las ocho últimas jornadas, el Arteixo sería quinto.
Es un dato que no tenía, pero estaríamos en los puestos que me marqué al inicio de la temporada porque creo que tenemos capacidad y potencial para ello. A partir de ahí, los partidos te van poniendo en tu sitio. En esas últimas ocho jornadas también sufrimos nuestra derrota más dolorosa. La realidad es que sólo hemos perdido tres partidos, que es un dato que, exceptuando el Bergantiños, ningún otro equipo mejora. El debe está en las jornadas que no hemos ganado, pero cuando empatas un partido es que estás ahí hasta el final y puede caer de cualquiera de los dos lados. No estamos consiguiendo que caiga del nuestro por una falta clara de materalizar las ocasiones que tenemos.

 

Otro dato muy llamativo es que no han conseguido ninguna victoria en casa.
Ninguna victoria y la derrota más dolorosa de todas, que fue un punto de inflexión para todos. Veníamos de ganar en Arzúa y el 0-3 contra el Barbadás fue una bofetada tremenda porque teníamos la idea de conseguir dos victorias consecutivas. Después del partido tuvimos un par de charlas que nos hicieron reaccionar; no para ganar muchos partidos pero sí en algunas cosas que debíamos mejorar y que hemos mejorado.

 

Sólo los equipos que están en zona de descenso y el Estradense han marcado menos goles que el Arteixo.
A esa lectura respondo con otra. El Arteixo sólo ha encajado trece goles y es el sexto o séptimo equipo menos goleado de la liga y eso es algo a lo que doy importancia. Un equipo que quiere estar de la mitad de la tabla hacia arriba no puede permitirse el lujo de tener más goles encajados que jornadas disputadas porque eso significa que, estadísticamente hablando, le meten más de un gol por partido. En ese aspecto somos un equipo que lo está haciendo bien, que ha mantenido la portería a cero unos cuantos partidos y en otros hemos recibido uno, el Ourense nos marcó dos y luego está la derrota contra el Barbadás, que nos hizo tres. En dos partidos hemos encajado cinco goles de los trece que tenemos. El Arteixo es un equipo al que es difícil que le hagan gol, pero también le está costando mucho hacer gol.

 

Después del partido contra el Barbadás tuvimos un par de charlas que nos hicieron reaccionar

 

¿El peor partido hasta ahora fue el del Barbadás?
La primera parte del partido contra el Barbadás fue la típica primera parte del Arteixo, con la diferencia de que ese día nos fuimos al descanso perdiendo porque el Barbadás marcó en su primer tiro entre los tres palos. Nosotros habíamos tenido ocasiones muy claras, incluso un palo y un larguero. En la segunda parte, el equipo fue una caricatura de sí mismo. El resto de derrotas fueron con un penalti contra el Somozas y con dos penaltis contra el Ourense cuando estaba en su momento álgido. Nos pusimos por delante en ese partido y acabamos perdiendo en el descuento con un penalti que fue una auténtica broma después de haber parado otro.

 

¿Y el mejor?
A nivel táctico me quedo con el partido contra el Silva, aunque el 0-3 fue mentiroso. Merecimos ganar el partido, pero el Silva no lo hizo tan mal. Sencillamente, tuvimos la eficacia que en otros partidos no tuvimos y a eso se une que el Silva se quedó con un jugador menos prácticamente una hora. Contra el Ourense hicimos un partidazo muy serio y luego me quedaría con varias primeras partes en casa -la del Betanzos, la del Estradense, la del Viveiro...- pero sin conseguir irnos al vestuario con el partido cerrado. Esperamos que antes de que termine la primera vuelta seamos capaces de ganar un partido en casa.

 

¿Por qué baja el equipo en las segundas partes?
Soy el primero en echarse la culpa. Creo que mis últimos 20 minutos contra el Betanzos no fueron los adecuados porque no ayudé al equipo con mi actitud. El Betanzos mejoró en la segunda parte respecto a la primera pero no tuvo capacidad para ganar el partido; su único tiro de verdad fue el del gol porque el resto fueron paradas muy fáciles para Ramón. Nosotros hicimos trabajar a Marcos y tuvimos ocasiones claras, incluso dos a puerta vacía. Contra el Viveiro, ganando 1-0 todo el partido, nos empataron en el 90 con un tiro de falta que se coló por debajo de la barrera. El jugador se siente presionado, yo mismo me sentí presionado en el último partido y eso que no juego. Todos mis compañeros de la categoría están capacitados para corregir a sus equipos y hacer que mejoren en las segundas partes si nosotros hemos sido superiores en la primera. A unos les sale un poco mejor y a otros un poco peor. A nosotros nos cuesta porque cuando nos cierran determinadas puertas a nivel ofensivo, tenemos dificultades para abrir otras y a veces nos acaban empatando los partidos. Tenemos que ser capaces de manejar mejor los minutos finales de los partidos. En eso yo no ayudé contra el Betanzos y lo asumo. A mis jugadores les pido mucha objetividad y realismo y cuando me doy cuenta de que me equivoco también se lo digo. A ellos les pido que analicen si están aportando todo lo que tienen que aportar. Si en la primera parte no les pesa la pelota, ¿por qué les pesa en el minuto 70? Las medias sí van a pesar porque están más cansados, pero los rivales también.

 

En muchos postpartidos ha dicho que el fútbol ha sido injusto con su equipo. ¿Considera injusto el hecho de fallar goles?
La temporada pasada hicimos una segunda vuelta inmaculada y ganamos muchos partidos sólo de un gol. Competíamos como estamos haciendo ahora pero, por cuestiones de eficacia, Otero estaba en un momento más feliz que el de ahora, Edu marcó ocho goles, que son muchos, y había futbolistas de cuatro o cinco goles. Éramos un equipo al que era difícil crear ocasiones como lo estamos siendo esta temporada, pero teníamos el acierto final para poder meter un gol más que el contrario. Eso no está ocurriendo. Como entrenador, lo que tengo que conseguir a nivel defensivo es que los rivales no nos creen peligro y a nivel ofensivo tengo que conseguir llevar a mi equipo a situaciones cercanas a la portería contraria en las que podamos hacer un centro-remate, una pared, una entrada de segunda línea, un tiro exterior... En definitiva, ocasiones de gol, y lo estamos consiguiendo. Puedo intentar que eso se repita muchas veces pero el acto final de ejecución no depende de mí y, como también tengo claro que ninguno de mis jugadores tira fuera, sólo espero que el fútbol nos devuelva ese acierto. Veo los partidos dos o tres veces y los analizo porque cuando acaba un partido uno tiene unas sensaciones pero, después de verlo un par de veces, no siempre coinciden. La última ocasión que tuvimos contra el Betanzos fue muy, muy clara, no se puede fallar porque supondría la victoria.

 

Además de acierto, ¿le falta algo más al equipo para mejorar su rendimiento?
Nos falta intentar que los planes de partido que llevamos a cabo en las primeras partes también los llevemos a cabo en las segundas. Por poner de ejemplo el último partido, después de que marcase el Betanzos fuimos capaces de retomar el plan de partido, tuvimos una ocasión de Otero y otra de Cañi tremendamente claras, pero antes del 1-1, en los primeros minutos del segundo tiempo, no salimos con las directrices que hablamos en el descanso. Tenemos que ser mucho más agresivos y venenosos cuando el partido se nos pone de cara y, cuando no está de cara, seguir llevando a cabo el plan de partido y no recurrir a otras situaciones. Alejar el balón de nuestra portería no significa atacar sino que significa alejar el balón de nuestra portería.

 

Haber ganado sólo tres partidos de catorce, ¿puede tener influencia en el juego del equipo o en los remates a puerta de sus futbolistas?
Está claro que sí. Trato de quitarle hierro al asunto, pero todos los jugadores que fallan situaciones son conscientes de que las han fallado. Se crea una mentalidad en el equipo que hay que cambiar y olvidar, y a nivel individual también se crea un exceso de responsabilidad que puede hacer fallar. Más allá de hablar con los futbolistas, tranquilizarlos y darles confianza, poco más puedo hacer. Soy entrenador y a veces un poco psicólogo, pero psicólogo del todo no soy. Me podría quejar si a un jugador le digo que haga 'A' y hace 'Z', pero no porque falle un gol. Al final es un tema de confianza y hay varios futbolistas que no la están manifestando. Eso sólo se arregla de dos maneras: con minutos y con acciones efectivas. Un entrenador tiene que dar confianza a un jugador cuando está mal porque cuando está bien ya la tiene por sí solo. Nadie está siempre bien a lo largo de toda una temporada. Si no lo están Messi ni Mbappé, que son profesionales, imagínate los míos, que tienen mujer, hijos, preocupaciones, trabajo, hipotecas...

 

¿Juega el Arteixo a lo que quiere Juan Riveiro?
En muchos momentos, sí. No tengo mucha queja de que mis jugadores llevan a cabo el plan que pretendo. En pocos momentos el Arteixo ha jugado a lo que han querido los rivales, pero en esos momentos nos hemos contagiado,como los primeros 20 minutos de la segunda parte contra el Betanzos, media hora del segundo tiempo ante el Estradense... Llevamos una racha que nos hace no ganar partidos y siempre tenemos el temor de que nos puedan ganar o empatar. Les digo que ese pensamiento negativo no arregla nada. La idea debe ser: si en la primera parte lo hemos hecho bien para ganar, ¿por qué no lo vamos a hacer en la segunda? Fuera de casa nos resulta mucho más sencillo porque en las primeras partes hacemos partidos muy serios siguiendo lo que se plantea, nos ponemos por delante y es más fácil para nosotros mantener ese marcador porque el rival se expone más. Eso nos ayuda porque nos deja espacios y tranquilidad a la hora de sacar el balón. El fútbol es bastante más sencillo a nivel general de lo que algunos entrenadores plantean vender. A veces no es todo lo que tú quieres sino que el rival hace que lo que tú quieres no se pueda dar. No queda otra que seguir metiéndoles en la cabeza que tienen capacidad suficiente. Somos un equipo capaz de hacer cosas ofensivamente, que es lo más complicado en el fútbol: llevar al equipo con balón controlado a cerca del área contraria, que es donde se arreglan los partidos. Defender, para mí, es más fácil.

 

Esta temporada ha cambiado menos de sistema que en la anterior, en la que varió con un cuadrado en el medio, tres centrales, dos puntas...
No podemos jugar con tres centrales porque no los tengo, ya que Agulló lleva muchísimo tiempo lesionado pero creo que esa opción nos puede hacer sentir cómodos porque tengo muchos jugadores exteriores que pueden ser tanto laterales, como carrileros, como interiores. En todo lo demás, el equipo se encuentra tremendamente cómodo. La mayor variabilidad que estamos planteando no es una cuestión de sistemas sino de futbolistas: jugar con dos mediocentros más defensivos o uno defensivo y otro ofensivo. Tengo jugadores muy marcados de perfil interior clarísimo. Tengo muy buenos laterales y no sé si decir que los mejores de la categoría porque están Cotilla, Cabarcos, Isra... Pero si hay un 'top 3' de laterales de la liga, mi equipo tiene jugadores en esa lista tanto en el derecho como en el izquierdo. ¿Por qué vamos a cambiar el sistema? Tenemos futbolistas que llegan, que lo hacen con calidad... Quizá por dentro sí debemos mejorar un poco; unos a nivel defensivo y otros su aportación ofensiva. Teníamos a ese futbolista fichado pero lo perdimos. Si tuviésemos un potencial económico muy alto no lo hubiésemos perdido. Ahora tenemos que tratar de que Óscar y Sergio aporten más ofensivamente, de que Fabio esté mejor y de que Naya nos aporte un poco más a nivel defensivo. Cuando a los jugadores les das roles y les dejas trabajar sucede lo de Naya contra el Silva. Ni él mismo esperaba jugar, salió en el once inicial e hizo el mejor partido de la temporada jugando de falso interior izquierdo porque tiene muchas cosas buenas. Así como tengo confianza en determinados jugadores que repiten habitualmente en los onces, creo que hay futbolistas para determinados partidos y determinados momentos. A ellos les cuesta entenderlo si vienen de hacer un buen partido y en el siguiente no son titulares. Siempre les digo lo mismo: eso pasa porque su entrenador soy yo. Cuando yo hago un plan de partido, ese plan tiene nombre y apellidos. Quiero a este aquí porque creo que le puede hacer daño al rival o quiero a este otro aquí porque creo que así el rival no me hará daño. Soy consciente de que muchas veces no soy justo. En otros equipos hay futbolistas que juegan porque está instaurado y yo no puedo con eso.

 

El futbolista que más minutos ha disputado por el momento es Óscar. Sinceramente, no sorprende.
Óscar nos da un equilibrio tremendo. Lo que trabaja ese chico dentro del campo es increíble y eso es algo que valoran las personas que son entrenadores. Quien va a ver un partido se queda con los detalles a nivel ofensivo de algún jugador, con las paradas del portero o con una salida de balón de un central, pero todo ese trabajo y ese equilibrio que permite a otro jugador salir a pasear, da mucha vida al equipo. En la medida de nuestras posibilidades intentamos hacer cosas con balón y Óscar es un jugador que ya quise fichar cuando estaba en Paiosaco, pero desde que está conmigo en el Arteixo es titular indiscutible y creo para todos sus compañeros también.

 

El segundo es Fito y este sí sorprende porque jugó tres partidos como titular en las dos temporadas anteriores.
Fito tuvo muy mala suerte a nivel personal con las lesiones al terminar su etapa juvenil y la temporada pasada no consiguió entrar con el Fabril. Desconozco por qué, pero intuyo que por unas cuestiones de rendimiento. Llegó un poco tarde a la competición, ya estaban jugando otros, el equipo ganaba, iba bien y le costó entrar. A lo mejor si el entrenador fuera Juan Riveiro buscaría algún partido para que Fito jugase por cuestiones de salida de balón, por poner un ejemplo, y no quiero que se entienda como una crítica a Óscar porque lo hizo muy bien, consiguió el ascenso y no seré yo quien lo descubra como entrenador. Fito vino al Arteixo con el claro objetivo de volver a engancharse al fútbol y cuando digo fútbol me refiero a algo más que a Tercera Federación. Me gustaría que lo consiguiera porque le quedan varias temporadas como sub-23 y porque, por rendimiento -no voy a decir que tengo al mejor central de la categoría-, tengo a un central que a nivel ofensivo no genera ninguna duda y si yo tenía alguna duda, como así se lo dije al principio, a nivel defensivo, ahora ya no la tengo. Es un jugador que está por debajo de la categoría de la que debería jugador. No hay que olvidar que Fito y Barcia eran la pareja del equipo que fue campeón de España con el Depor. A Barcia el fútbol le sonrió en un momento determinado y a él no, pero eso no quiere decir que no se pueda volver a enganchar.

 

La competencia directa de Otero han sido Iago Blanco y Santín y sólo han jugado un partido titular cada uno.
Otero no es familiar mío a pesar de lo que muchos puedan pensar (ríe). Adri hizo unos números muy buenos la temporada pasada sin ser un delantero goleador, pero nos da muchas cosas a nivel defensivo. Ofensivamente le cuesta desmarcarse con eficacia y a veces no está en zonas del campo en las que debería estar. Iago Blanco no ha jugado más por las lesiones. Ha empezado a entrenar la semana pasada pero llevaba seis parado. En el caso de Santín, no ha jugado más porque el entrenador soy yo. Busca más minutos y se va a ir a un equipo cerca de su casa. No tengo nada que decir de él porque es un auténtico profesional absolutamente en todo y así se lo he dicho, pero a nivel de juego no me ha llegado a convencer o no me ha entrado por el ojo y por eso no ha jugado más partidos de titular ni ha disputado más minutos. A lo mejor he sido injusto pero a los entrenadores nos pagan por tomar decisiones y es lo que hago buscando siempre lo mejor para el equipo.

 

Ramón ha jugado ocho partidos y José Hevia seis. ¿Por qué ha optado por rotar en la portería?
Porque tengo dos muy buenos porteros. La temporada pasada tenía claro que necesitaba fichar un portero que realmente le compitiese a José Hevia y fue Ramón. Empezó jugando porque en la pretemporada estuvo espectacular y dejó de jugar por un problema personal. José también lo hizo muy bien. Si están al nivel que están ahora mismo y entrenando como lo están haciendo, que es una auténtica pasada, va a ocurrir lo mismo que con los jugadores. Igual que contra el Silva opté por José porque creo que en el juego aéreo está un pelín por delante de Ramón, contra el Betanzos me decanté por Ramón porque creía que iban a dar situaciones de uno contra uno cercanas a portería y en eso está por encima de José. Son dos porteros muy completos y me alegro muchísimo de que se lleven tan bien y de que compitan porque a mí siempre me ha gustado tener en los equipos a dos porteros para poder elegir, no que juegue uno siempre y el otro no le haga ni sombra. Sé que es complicado para ellos porque dicen que los porteros necesitan mucha continuidad, pero lo que yo creo que necesitan es competir y tener a un compañero que les apriete. La elección va a depender mucho de cuál sea el rival y de lo que espere que nos haga.

 

El fichaje estrella del equipo fue Pablo Agulló, con el que apenas ha podido contar.
Sí, fue el fichaje estrella y ese que a lo mejor nos iba a dar un salto de calidad para poder optar a estar de la mitad de la tabla hacia arriba pero, lamentablemente, se lastimó. No hay ninguna duda de lo que Agulló es en esta categoría y yo sólo quiero que juegue porque nos da otras opciones a nivel defensivo y ofensivamente nos va a dar mucha vidilla. Cuando fichas a Agulló eres consciente de que no viene de jugar de 38 en 38 jornadas, pero hay que tener paciencia con él. Cuando empiece a jugar será bueno para él y para el equipo.

 

¿Echa en falta un mayor rendimiento individual de algún jugador o los aprueba a todos?
No, no los apruebo a todos y ellos lo saben, pero tampoco le pongo un 1 a nadie. Darle un 5 a un jugador del que esperas un 7 es suspenderlo. No tengo ninguna de cómo entrenan ni de lo que hacen dentro del campo pero sus rendimientos no nos están ayudando. Hay cinco o seis futbolistas que están por debajo de su nivel real. Algunos están bajando de peso, otros cuidándose mucho más a nivel de gimnasio para poder rendir mejor y sin dolor y veo que lo están haciendo. Espero que eso les haga adquirir el nivel futbolístico que el año pasado tuvieron y este año no.

 

¿Necesita refuerzos en alguna posición?
No los voy a tener y, por lo tanto, no me vuelvo loco. Como buen minero sigo picando y picando.

 

Pero al irse Santín tendrá que llegar algún delantero...
No va a llegar. Tengo una carta debajo de la mesa y si todo sale bien podré sacarla. Y si cuando la saque me la echan para atrás, me la echarán para atrás. En estas categorías, los entrenadores tenemos que buscarnos la vida por relaciones y por información que nos va llegando. Llegado el momento, habrá que intentar apretar al club para que eche una mano para intentar fichar a un futbolista que nos puede dar un salto a nivel cualitativo, sobre todo, en las cuestiones de eficacia, que es lo que nos está faltando. Tienen que darse el hambre y las ganas de comer y por ahora sólo hay hambre.

 

¿Cómo ha sido para Juan Riveiro la primera parte de su tercera temporada en el Arteixo?
Quizá ha sido la más complicada desde que estoy en el Arteixo. El primer año fui muy feliz porque conseguir ser campeones de la primera fase y después ascendimos. El segundo año, en la primera vuelta lo pasamos muy mal pero estaba muy claro que los problemas que teníamos eran a nivel defensivo y fue algo que conseguimos corregir para poder competir en todos los partidos de la segunda vuelta. Este año teníamos unas determinadas perspectivas pero nos está costando porque no tenemos eficicia y los fichajes de Agulló y Cañi, que son jugadores importantes en la categoría, hicieron que se creasen unas expectativas a las que ni el equipo ni yo conseguimos responder. Fue un inicio de temporada complicado en alguna fase. Ahora la cosa está más tranquila, pero en cualquier momento puede haber marejada otra vez. Es algo que forma parte del trabajo de ser entrenador. Soy una persona muy 'face to face' y si hay algo que decir se dice y ya está. Si hay que tomar una decisión, se toma y santas pascuas. Yo no quiero estar donde no me quieren, y no digo que ese sea el problema. En ningún sitio he puesto problemas para marcharme y en alguna ocasión he puesto mi cargo a disposición de la directiva porque prefiero facilitar las cosas, que ahora están mucho más tranquilas. También digo que no creo que hubiese sido inmerecido que dejase de ser el entrenador del Arteixo después del 0-3 contra el Barbadás. Esas cosas forman parte del fútbol y es como si el Depor pierde 0-5 contra el Sestao. Nos pagan porque el equipo tenga resultados, pero debemos ser conscientes de quienes somos y cuál es nuestro objetivo y cuando hay que valorarlo es a final de temporada. Esta es mi tercera temporada en el Arteixo y todos conocen mis virtudes y mis defectos. Soy Juan Riveiro, tengo mi forma de ser y otros tienen la suya.

 

¿Ha habido algún momento especialmente delicado?
Hubo una semana dura para mí en la que tuve una reunión con la directiva, pero me gusta encarar ese tipo de situaciones. Si es sí es sí y si es no es no, pero lo que me fastidia es el sí condicional. Eso no va conmigo. A lo mejor soy muy extremista, pero lo que les pedí es que si es sí es sí, no volver a hablar del tema hasta el 30 de junio. Cuando uno apuesta, apuesta y ya está.

 

¿Siente desgaste?
No, porque esto me gusta mucho y lo bueno del fútbol es que cada siete días tienes un nuevo examen. Tengo que admitir que cada vez me cuesta más pero siempre se hace un esfuerzo a nivel personal para llegar al entrenamiento y estar, no asistir; estar de verdad, exigir, plantear, buscar tareas significativas para lo que pretendemos hacer el domingo. Todo lo que sea trabajar con colectivos, que es una suma de individualidades con un objetivo común, desgasta mucho. En este deporte, el espacio es compartido a nivel simultáneo y el rival está muchas veces dentro de tu área haciéndote daño. Otras veces no te deja salir de tu área con comodidad y eso también desgasta mucho.

 

¿Tiene renovación automática en caso de conseguir el objetivo?
Me encuentro muy a gusto con el cuerpo técnico, con los jugadores y con el trabajo que hago. Cuando uno descubre que ya no va a ser el entrenador del Real Madrid o del Barcelona, lo principal es encontrarse cómodo. Estoy en un sitio que tiene unas instalaciones espectaculares, cerca de mi casa, con una plantilla a nivel humano que es la hostia y que a nivel deportivo no tengo ninguna queja. Si no consigo el rendimiento esperado, a lo mejor es que yo no soy el entrenador adecuado y debe venir otro. No hay contratos ni renovaciones automáticas. Para nada. 

Juan Riveiro: "Soy una persona muy 'face to face' y si hay algo que decir se dice y ya está"

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