Irene Ferreras López de Lamela (Fuenlabrada, Madrid; 4 de marzo de 1989), entrenadora del Deportivo Abanca, analiza sus primeros meses en el equipo coruñés desde el punto de vista del juego de su equipo y de alguna de las individuales más importantes de la plantilla.
La preparadora madrileña, que tiene al Depor en la segunda plaza de Primera Federación Femenina, explica los engranajes de su equipo en la segunda parte de la entrevista concedida a este diario –la primera fue publicada ayer– y también expresa su opinión acerca del regreso de Lucas Pérez al club: “Solo está al alcance del Depor, me parece una locura”.
¿Qué fue lo que más te costó implementar en estos primeros meses?
Cada equipo es un mundo. Cuando llegas a un sitio creo que es importante primero ver cómo respira la gente, en qué se sienten cómodos y no imponer una idea que a lo mejor para ellas es antinatural. Venía a un sitio donde mi idea de juego y a lo que ellas estaban acostumbradas tenía mucha relación. Luego, evidentemente, yo le pongo mi sello, mis condicionantes, mi idea, mi carácter... En ese sentido, no he sentido mucha resistencia. Quizá puede ser el hecho de que venían muchas jugadoras nuevas. Algunas venían de jugar juntas, otra no. Y hasta que eso se va organizando, pues cuesta un poco más. Quizá también podría decir el tema de organizar entrenamientos. Como tenemos el gimnasio bastante lejos del campo, las tengo fritas a las pobres a paseos. Van a gimnasio antes de entrenar, se pegan un paseo de 15 minutos, vuelven al campo, es una locura. Pero ya tenemos la rutina, ya se han adaptado. Se están portando de diez en ese sentido. Y luego ya es ir puliendo pequeñas cosas. Lo difícil es el principio. Aterrizar, conocer el club, la instalación, la gente y todo, y una vez organizas ya sale todo más fluido.
No me gusta adoctrinar a las jugadoras
¿Las jugadoras pecaban al principio de combinar en secuencias más largas debido al modelo de juego del pasado curso?
Yo las permito, no las limito en ese sentido. Si ellas encuentran una secuencia más larga porque interpretan que la jugada lo requiere, no me gusta adoctrinarlas. En entrenamientos intentamos corregir cosas y dar pautas para que luego sean lo más autónomas posible en los partidos. Si a la jugadora le sale algo natural que puede ser bueno para el equipo, creo que hay que dejarlo fluir. Es cierto que no me gusta especular y creo que tenemos que buscar la portería contraria, pero a veces se puede hacer en pocos pases y otras veces hay que hacerlo en muchos. Cada situación requiere una cosa. Me gustan que sean capaces de hacer ambas cosas. Es lo que te va a permitir adaptarte a lo que demande el partido.
Dentro de esa versatilidad, ¿qué sientes cuando tu equipo defiende bien su área o lanza una buena contra?
Desde un prisma exigente siempre esperas ver un juego fluido que represente todo lo que entrenas, pero la realidad es que en el fútbol hay otro equipo que también juega y te pone en complicaciones. Lo importante es no perder la estabilidad competitiva en esas situaciones. Va a haber momentos para todo dentro de cada partido. Si se juegan mal diez minutos, eso no quiere decir que tengamos que tirar el partido a la basura. Simplemente trato de que sean capaces de convivir con cada situación del juego desde una sensación de poder ganar igual. Claro que quiero el balón. Si lo puedo tener el 70%, mejor que el 60%, pero dentro de eso entiendo que voy a tener que defender el área, que me van a meter atrás y no voy a ser capaz de salir combinativamente y a lo mejor voy a tener que buscar espacios a la espalda. Va a haber muchas situaciones que, en función de los comportamientos del rival y de lo que le deje hacer, te va a tocar responder de una manera u otra. Va un poco por ahí. Claro que me identifico más con una manera de jugar, pero creo que sobre todo en esta categoría, con tanta igualdad, tienes que responder ante estas situaciones. Y luego ya el propio equipo te lo va dando. Es decir, por mucho que yo diga que lleguemos rápido a portería, si no tuviera gente que saliera rápido, atacara el espacio, tuviera buen dominio del balón, probablemente no podríamos hacerlo. Es la propia naturaleza de la jugadora y de las relaciones que se van generando la que te van diciendo un poco en qué somos buenas y en qué no somos buenas. Tengo la suerte de que tengo un equipo que intenta combinar, que sale desde atrás, que genera situaciones favorables de gol mediante el juego combinativo, pero sabe correr, contraatacar, robar y salir rápido... Y eso es muy positivo.
Me gusta mirar mucho a la cantera
Aunque apenas has tenido que echar mano de la cantera, ¿qué jugadoras del filial están preparadas para echar una mano si es necesario?
Una cosa es que no estén participando tanto en partidos y otra cosa es que no estemos trabajando de la mano. Paula Novo viene una vez por semana a entrenar con nosotras, Noela también ha estado muchas sesiones ayudándonos, Paula Monteagudo está en dinámica de primer equipo todos los días... Son jugadoras que vamos cuidando, que queremos que vayan adquiriendo esa rutina y esa cultura de entrenamiento y que queremos que no pierdan minutos de juego porque es muy importante para ellas. Cuando las necesitemos, tenemos la tranquilidad de que ya tienen cierta convivencia con el primer equipo que les va a permitir competir bien. En ese sentido estoy contenta y tranquila. Me gusta mirar mucho a la cantera. Además tengo una segunda entrenadora que es la coordinadora de esa sección y me tiene actualizada en absolutamente todo. Sé que tenemos que dar oportunidades y en el futuro van a tenerlas.
El Depor Abanca ha encontrado un equipo base con 12, 13, 14 jugadoras. ¿Cómo gestionas el día a día con las que están entrando menos?
Con honestidad, con cariño y evidentemente haciéndolas partícipes. El fútbol es muy injusto. Se ve solo a las que participan el fin de semana pero las que sostienen el equipo son las veintitantas que entrenan cada día. Esto es lo más complicado del fútbol. Creo que estamos en un buen momento respecto a eso. Veo a la gente involucrada y sin bajar los brazos, cosa que no es fácil. Después hay que lidiar con cada situación individual. Como es normal en todos los grupos va a haber etapas mejores y peores para unas y para otras. Dentro de que entienden que es un contexto profesional y que aquí lo que prima es intentar sacar el once que te va a acercar más a la victoria, con el resto intentas tener siempre esa honestidad de decir lo que esperas, lo que pueden hacer y lo que no, y ellas están mostrando una fortaleza mental en cuanto a no tirar la toalla y en cuanto a seguir creciendo en cada pequeño aspecto porque saben que pueden tener ese momento. Todo esto no quiere decir que yo esté en lo cierto, pero tengo que tomar decisiones, que para eso me pagan.
¿Que fue primero? ¿La idea de encontrar un once tipo o el buen rendimiento de ciertas jugadoras te llevó a consolidar ese once con pequeñas variaciones?
Es un trabajo diario. Cada semana observo y a partir de ahí tomo decisiones. A veces tiene que ver más con el rendimiento momentáneo de esa jugadora y otras veces tiene que ver más con las características individuales de cada jugadora en base al plan de partido y las condiciones a las que nos vayamos a enfrentar. Dentro de eso, darte cuenta de que son personas. Hay veces que tienes dudas, pero en función de cada situación valoras una cosa u otra. Y muchas conversaciones individuales. No es fácil. Quizá es la parte más difícil, pero cuando se va de cara con la jugadora e intentas cuidarla, lo normal es que vayan respondiendo. Me siento bastante afortunada con el grupo y la plantilla que tengo porque estamos en un momento en el que todas, pese a no tener tantos minutos, trabajan como si los tuvieran. Eso es lo más complicado.
Inés y Raquel lo han jugado casi todo desde que llegaron al Depor. ¿Qué tiene el Depor en esa pareja de centrales?
Nosotras necesitamos centrales muy protagonistas, desde ahí nace todo, y tienen unas características individuales que se adaptan perfectamente a lo que buscamos. Y probablemente lo que buscamos se adapta perfectamente a sus características. Además, tienen una capacidad competitiva alta y son muy profesionales, igual que lo es Lore (Reina), que es la que está teniendo menos oportunidades y comparte puesto con ellas. Pero es que no bajan el nivel. Es muy complicado. Son muy buenas jugadoras en cuanto a su rendimiento y muy buenas en cuanto a su día a día. Cuando tienes esa suerte, intentas aprovecharlas. Nos dan mucho. Su predisposición es absoluta a seguir creciendo.
Henar y Paula están en un momento en el que se entienden prácticamente sin mirarse
¿Cómo ves tu centro del campo normalmente con Henar y Paula? ¿Cómo es la repartición de espacios y tareas?
Partimos de un doble pivote pero dejo que las características individuales de cada una se expresen en el juego. A Henar la vemos desde un punto de vista de más recorrido, más física, llama la atención por eso, pero está creciendo en combinativo, en entender los espacios de recepción, en mejorar perfiles y en mejorar esa capacidad de último pase. Y Paula es una jugadora con una formación Barça que entiende muy bien el juego de posición, que tiene una autonomía en el campo brutal porque es superinteligente, que además se está entendiendo muy bien con Henar y ha dado un paso al frente también en lo condicional. Ha ganado en agresividad. Estoy muy contenta. Y tengo otras alternativas aunque quizá han tenido la ventaja de que durante cierto tiempo han estado disponibles ellas dos solas en el centro del campo y esa convivencia las ha hecho entenderse muy bien. Las cosas también necesitan tiempo. Es cierto que dan una seguridad y una solvencia muy grande porque están alcanzando un momento en el que se entienden prácticamente sin mirarse.
El rol de mediapunta ha ido cambiado de dueña con distintos perfiles y estilos.
Sí. Tenemos diferentes alternativas. Incluso Paula puede hacer ese rol en algún momento. También estamos trabajando ahí con Carlotiña (Sánchez). Es cierto que la que más tiene ese perfil para mí es Eva Dios. Tiene buen pie, entiende bien los espacios, está ganando en agresividad, en proteger el balón y no perderlo fácil, y tiene un último pase espectacular y una buena llegada a área. También tenemos el perfil de Laura. Es una jugadora más amenazante a los espacios. Tiene la amenaza del golpeo yntambién se queda muy bien el balón de espaldas. En función de la jugadora y del partido que prevemos, tenemos varias alternativas. Estoy contenta porque para mí es importante tener esa jugadora de enganche que en algunos momentos pueda ser más protagonista en la base porque así lo entienda, ya que quiero un equipo que tenga cierta movilidad, y en otros momentos entienda que cuando la punta venga a recibir, a lo mejor es ella la que le tiene que dar esa profundidad. Parten de posiciones pero al final lo que permanece es la estructura. Para el poco tiempo que llevamos y que quizá sea la posición donde más movimiento está habiendo, estamos encontrando buenas situaciones de recepción en esa zona, que es lo difícil en el fútbol, para tener un poco de claridad en atacar esos últimos metros.
Charle es una esponja y tiene unas condiciones brutales
Charle se ha hecho con un puesto fijo en la banda izquierda aunque puede actuar en otros puestos del ataque.
Es la única jugadora ambidiestra del equipo y a mí me gusta trabajar con las bandas abiertas independientemente de que sea la lateral o la extremo o una jugadora que en ese momento dé amplitud. Tener esa opción para ese centro natural a mí me gusta mucho. Tener esa herramienta de llegada, no solo desde ese último pase, sino también desde el centro, nos está dando mucho. Además, el de Charle está siendo un proceso muy bonito. Es una jugadora que viene de un contexto muy diferente y aquí ha llegado y se ha encontrado, siempre entre comillas, cierto adoctrinamiento que creo que era necesario para seguir progresando. Yo digo siempre que al principio cuando aprendes a conducir estás muy pendiente de todo y dejas de fluir pero ahora creo que está en ese momento de soltarse y no tener que pensar si embraga o cambia de marcha para poder estar tranquila respecto al juego. Es un proceso muy bonito. Y luego es que es una esponja. Le encanta preguntar, intenta aplicar todo lo que le dicen, tiene unas condiciones brutales y es una jugadora que nos va a dar muchísimo. También está madurando, últimamente esta terminando los partidos cuando antes era cambiada, está mejorando muchísimo condicionalmente, se está implicando en el trabajo de gimnasio... Son muchas condiciones que están acercando a Charle a ser una futbolista mucho más hecha. Que tenga la tranquilidad de que esto cuesta mucho y que sepa que hay que trabajar muchísimo pero es un disfrute vivirlo con ella.
Las alternativas con diferentes perfiles se reflejan sobre todo en el puesto de punta.
También ha cambiado mucho la película. No me gusta tomar una decisión inamovible para toda la temporada, creo que es injusto. Y más cuando hay tanta igualdad dentro de sus diferencias. Porque son jugadoras muy diferentes pero que tiene mucha igualdad a nivel de competividad. Creo que eso las está haciendo mejores a ambas (Carlota Suárez y Millene) y también incluyo a Aroa, que está teniendo menos participación pero también es una jugadora a tener en cuenta en la punta. Están generando tanta competencia entre ellas que ahora es un momento para aprovechar ese buen momento mental. Ya no te digo buen momento de forma porque están muy en forma las tres, sino en el aspecto mental, de cara a gol. Hay momentos para todo y una delantera pasa por muchos momentos. Unas veces hacen gol con mucha facilidad y otras veces cuesta más. Tenemos confianza plena en ellas. Se puede contar con cualquiera de ellas, lo han demostrado, y es muy positivo que Carlota haya conseguido entrar en el once titular y haga un ‘hat-trick’. Evidentemente todos queremos aprovechar eso porque sus éxitos, los de Mille y los de Aroa son los de todos.
Irene Ferreras, entrenadora del Depor Abanca, analiza una de las noticias más significativas de la temporada en el club coruñés: el regreso de Lucas Pérez al equipo masculino.
Me parece que solo está al alcance del Depor, es una locura
¿Qué te parece el movimiento del fichaje de Lucas Pérez tanto por parte del Depor como por parte del jugador?
Me parece que solo está al alcance del Depor. Me parece una locura, un buen regalo de año nuevo. Tanto el club como el jugador han hecho un esfuerzo para que se diera. Que en una era donde el fútbol está tan mercantilizado siga habiendo gestos de jugar en el sitio que quieres, pese a que quizá no sea lo mejor económicamente para ti, son cosas que hay que valorar. Cuando eso se da, hay que aprovecharlo porque a nivel de rendimiento te entregas de otra manera cuando lo sientes y cuando tienes que jugar para el equipo que tienes en el corazón. Me parece un gesto muy bueno.
¿Qué sensación tiene alguien que ha llegado al club hace no mucho cuando ve un movimiento de este tipo o las palabras de Scaloni sobre su deseo de entrenar al Depor tras ganar el Mundial?
Siente que el Depor es una pasada. Que aunque tú lo veas desde fuera, no eres consciente de lo que es y lo que mueve hasta que estás aquí, estás en la ciudad y ves a cada niño o niña con la camiseta del Depor. Es una locura. Yo vengo de Madrid, una ciudad mucho más grande, donde está todo mucho más repartido, y ver que aquí hay esta unidad y que se vive el fútbol de esta manera es superbonito. Es un contexto para disfrutar y ojalá mediante trabajo seamos capaces de darles muchas alegrías a los deportivistas porque lo han demostrado durante años estando al pie del cañón y se lo merecen.