Pintaba mal para el Fabril cuando en el minuto 12 ya estaba por detrás en el marcador en el campo del tercer clasificado, un Zamora que es el segundo equipo menos goleado de la liga con 14 tantos recibidos en 25 jornadas. Pintaba peor todavía a medida que avanzaban los minutos ya en la segunda mitad y el marcador seguía en 1-0, peo todo cambió en cuestión de segundos: primero con el gol de Mati Castillo y un minuto después con la expulsión del portero Sobrón. Y Vilán obró el milagro en el 97.
El central Alejandro Pereira, que reaparecía como titular en el Fabril tras varias semanas en las que la pareja de centrales estuvo formada por Puerto y Marotías (en esta ocasión jugó de lateral izquierdo), salió en la fotografía del 1-0. Se resbaló en el punto de penalti y permitió a Mancebo recibir dentro del área y libre de marca para batir a Ríos con muchísima comodidad.
El encuentro llegó al descanso con el 1-0 favorable al Zamora y con dificultades para un Fabril que se topó con uno de los equipos más rocosos del campeonato.
Con el partido controlado para el Zamora, un error garrafal de Carlos Ramos, dando un inexplicable pase atrás, dejó en el mano a mano a Mati Castillo con Fermín. El ariete cántabro, titular por las bajas de Kevin y Martín, definió perfecto ante el portero local.
Con el 1-1, hubo una desgracia más para el equipo de David Movilla. Un balón dividido en el que faltó entendimiento entre Bolo y Luismi provocó que ambos centrales chocasen, dejando a Mati en ante el propio Fermín en tres cuartos de campo. Fuera de posición, el portero cortó la pelota con la mano, lo que supuso la tarjeta roja directa del riojano. Con quince minutos por delante y tablas en el marcador, el Zamora decidió resguardarse en minoría.

Final frenético
En repliegue y a la contra el Zamora tuvo dos en las botas de Luis Rivas, ambas tras romper en velocidad. Parecía que el partido moriría con 1-1 en el tanteador pero en el minuto 97, una acción de Jairo por el costado derecho terminó con el ‘10’ pisando la línea de fondo y dando el pase de la muerte para que Vilán anotase el definitivo 1-2.