Óscar Gilsanz, entrenador del Fabril, analizó el partido del pasado domingo en El Malecón ante la Gimnástica de Torrelavega en el que consiguió un empate después de ir por debajo en el marcador hasta en dos ocasiones.
Óscar Gilsanz considera que el 2-2 en Torrelavega “fue justo porque hubo alternativas en el partido y en el juego. Aunque fue la Gimnástica el equipo que generó un mayor número de ocasiones, en cuanto a juego, dominio y alternativas considero que el empate es justo”.
El míster del filial blanquiazul apunta que “el equipo dio una versión competitiva muy buena. Estuvimos por debajo en el marcador en dos ocasiones y fuimos capaces de igualar el partido de diferentes maneras; la primera a través del juego. En la segunda parte empezamos mucho mejor, fuimos adueñándonos del partido y, a partir de ahí, vino el 1-1. Con 2-1 en contra, con un poco más de personalidad, ímpetu y coraje conseguimos empatar el partido cuando ya era más complicado. Estoy contento porque la imagen del equipo fue buena”.
El Fabril levantó dos marcadores adversos y su entrenador explica que “es importante para forjar la personalidad del jugador, para no quedarse con los golpes sino revolverse ante ellos y ser capaz, a través de juego y del ímpetu que nos dieron los cambios, de empatar el partido. Es algo importante para los jugadores a nivel formativo”.
Después de encajar un solo gol en contra en cinco jornadas, el Fabril recibió dos en Torrelavega. “Todos los equipos trabajamos para no encajar y para ser capaces de generar situaciones de gol en la portería contraria. A lo largo de una temporada, en una categoría tan igualada como la Segunda Federación, pasamos por momentos en los que acertamos más en campo contrario y por momentos en los que somos más fuertes a nivel defensivo. Siempre tratamos de ser fiables a nivel defensivo pero es inevitable encajar goles”.
Sobre el escenario en el que el Depor B jugó su último partido de liga, Óscar Gilsanz apunta que “jugar en El Malecón es espectacular en cuanto a ambiente y al escenario en sí. El campo se puso rápido pero en ningún momento pesado. El ambiente que traslada la afición a su equipo es ideal para jugar, pero a todos nos hacen sentirnos más protagonistas y profesionales. Es un lujo jugar allí, sobre todo para un equipo tan joven como el nuestro porque nos sirve para dar pasos en el aprendizaje”.
Diego Gómez volvió a jugar tras casi un mes parado por lesión y marcó. “Es un jugador muy participativo a nivel ofensivo y así lo tratamos de aprovechar. Estamos contentos con su aportación, pero la pena es que tuvo que salir con un golpe en la pierna derecha que se hizo él solo”. Diego apareció en la banda izquierda para provocar un penalti que él mismo transformó. “Damos mucha libertad a los jugadores en ataque y en esa jugada apareció por la banda izquierda”, destaca el entrenador del Fabril.
Contra la Gimnástica, Óscar Gilsanz tuvo a toda su plantilla a disposición salvo a Óscar Marotías, exjugador del equipo cántabro, por la cláusula del miedo. “En todos los equipos es habitual tener alguna baja cada semana y más en un filial. Cualquier tipo de baja es una oportunidad para otros jugadores que quieren y buscan minutos para aprovecharlos. Lo ideal es tener a todo el mundo enchufado”.
El Fabril recibirá el próximo domingo al Valladolid Promesas. “A principio de temporada partía como uno de los filiales más potentes y con opciones claras meterse en los cinco primeros puestos, pero está pasando por un momento delicado. Vendrá con ganas de demostrar todo su potencial y, como en el resto de partido, trataremos de ser capaces de imponer nuestro juego, nuestro ritmo y generar un contexto competitivo para los jugadores”.