El ‘será maravilloso viajar hasta Mallorca’ no se hizo realidad para el Deportivo, eliminado de la forma más cruel, en la tanda de penaltis, tras doce lanzamientos y con gol definitivo del portero local Pol. El Depor lo tuvo en la palma de la mano porque realizó un ejercicio de supervivencia y competitividad tremendo en un partido en el que fue superado tanto en juego como en ocasiones por un Mallorca con un tono físico excelso que asfixió al equipo de Manuel Pablo con una presión más que intensa.
Amin, una de las novedades en el once inicial de Manuel Pablo respecto al de la anterior eliminatoria contra el Las Palmas, adelantó al Mallorca con un gol en propia puerta. Lo positivo fue que, poco después, en una acción individual a modo de genialidad del venezolano Álex Delgado, Álvaro pudo empatar con un zapatazo a la parte interior del palo y permitir que el Depor se aferrase al trabajo defensivo, a las ayudas constantes, a los repliegues de prácticamente todos los jugadores de campo y al buen nivel de concentración y atención en las acciones a balón parado defensivas para resistir con entereza.
Además del central Amin, que no jugó contra el Las Palmas en Abegondo por estar concentrado con la selección sub-20 de Marruecos, Manuel Pablo apostó por otras tres caras nuevas en su once inicial para tratar de buscar la ‘final four’ de la Copa del Rey.
Tras sembrar dudas en octavos de final a pesar de haber conseguido la clasificación sin errores groseros pero, sobre todo, después del desastroso partido contra el Celta en Abegondo con fallos importantes en los tres goles del conjunto vigués, el técnico blanquiazul optó por el cambio en la portería. Y fue un acierto. Román hizo un partido más que notable. La tercera novedad en el equipo titular también estuvo en la línea defensiva. Teniendo en cuenta la baja de Pablo García, la opción evidente era la de Álvaro, que sería protagonista en el encuentro primero de forma positiva y en la tanda de manera negativa. El cuarto descubrimiento estuvo en la medular, con la entrada de Noé, que no estuvo especialmente inspirado, en el lugar de un Estévez que, tras saltar al campo, no sólo aportó calidad en el pase como es habitual sino que imprimió carácter al equipo a nivel defensivo.
El Mallorca fue superior prácticamente de principio a fin con momentos de más agobio para el Deportivo y con otros en los que la escuadra de Manuel Pablo podía darse un respiro. El conjunto bermellón basó su juego en la presión alta y asfixiante que impedía al Depor salir con la pelota jugada desde atrás obligando a envíos directos para una última línea formada por Mardones en la derecha, Delgado en la izquierda y Kevin en punta. Ninguno de los tres futbolistas más avanzados de la formación blanquiazul es especialmente poderoso en los duelos aéreos.
El Deportivo, que aprobó en fase defensiva sobre todo por su actitud y competitividad sin rendirse ni en los momentos de mayor dominio del Mallorca, no estuvo bien con la pelota y, lo que fue peor, cometió muchos errores que propiciaron ocasiones claras, que avisó nada más empezar con verticalidad por la banda derecha y un remate de cabeza que no encontró portería.
El electrónico del Tomeu Serra cambió el 0 por el 1 en el equipo local en una acción desafortunada del Depor. Axel, extremo derecho del Mallorca, recibió pegado a la línea de banda en tres cuartos de campo. Levantó la cabeza y optó por un centro sin aparente peligro buscando a Woiski, punta local que se encontraba en la frontal del área. La pelota dio un bote y Amin, el primer central que estaba posicionado entre el emisor y el receptor, despejó de forma muy extraña, con la derecha y no con la izquierda. Para desgracia de los blanquiazules, el esférico adoptó una nueva trayectoria en forma de vaselina superando a un Román totalmente indefenso. El Mallorca estaba siendo mejor pero la forma de adelantarse fue más que dolorosa para el Depor.
Si de algo pueden presumir los equipos de Manuel Pablo García en los partidos de eliminatoria desde que entrena al Juvenil A del Deportivo –Youth League primero y Copa del Rey la pasada temporada y la actual– es de no rendirse nunca; sea cual sea el escenario, sea cual sea el rival, sea cual sea el momento del encuentro. En el Tomeu Serra no iba a ser menos. El Depor empató sólo cuatro minutos después del mazazo del 1-0.
Contra el Las Palmas apareció para hacer el 1-0 después de protagonizar las primeras jugadas de ataque del Deportivo y frente al Mallorca, como esos extremos brasileños con un talento innato para gambetear, lo hizo para firmar una genialidad por la banda izquierda en la que primero encaró y rompió al lateral derecho Alberto y, después, ya bien dentro del área, cambió el ritmo ante el central Gabri, que sólo pudo empujarle como buenamente pudo, para ganar la línea de fondo –los bermellones reclamaron que la pelota había salido del campo– y sacar un centro con la zurda al segundo palo. En esa zona apareció Álvaro, que controló en un movimiento fugaz con la derecha, para después sacar un trallazo que dio en la parte interior del palo antes de arañar la red. 1-1.
El gol blanquiazul hizo que se viese un Mallorca más retraído en los minutos posteriores, pero fue el Depor el que le dio vida con errores en la primera zona del campo. Noé, con un mal control en salida de balón, propició una ocasión clarísima en contra. Jandro presionó bien al interior del Depor y dejó solo a Woiski en la frontal del área. El punta bermellón no optó por tirar sino por regatear a Román, que hizo un paradón sensacional abajo pero la bola continuó suelta en el área y fue Salas el que lo intentó con el guardameta blanquiazul totalmente desubicado y con Vilela y Amin haciendo de porteros sobre la línea de gol. El ‘10’ local no acertó a definir enviando el cuero por encima del larguero.
El error de Noé no fue el único del tramo final del primer tiempo. Poco después se equivocaron Román y Ferreiro propiciando otro robo en la presión del Mallorca. Más grave fue todavía el de Amin, ya en el 45, tratando de regatear en salida de balón y regalando otra contra de libro al Mallorca que terminó con un cabezazo sin veneno.
El Depor no llegó a estar cómodo en ningún momento pero tras el paso por vestuarios consiguió ajustarse mejor, no cometió tantos errores y la barra de energía del Mallorca, que inevitablemente fue a menos con el paso de los minutos, también ayudó a que la presión no fuese tan intenso. La ocasión más clara no llegaría hasta el minuto 84, cuando Guerrero peleó en la izquierda hasta dejarle el balón a Ferreiro, que sacó un centro al segundo palo. Mardones controló con el muslo quedándose con poco ángulo ante el lateral Ávila, pero consiguió sacar un disparo raso que Joan Pol desvió con los pies. El Mallorca, que probó hasta con quince disparos en 90 minutos, llegó al pitido final sin ser ya dominador.
El respeto reinó en una prórroga en la que Antonio, tras librarse de un Vilela lesionado, sacó un zurdazo que obligó a lucirse a Román con un paradón arriba. La eliminatoria llegó a una tanda de penaltis en la que Pol, portero local, hizo méritos para el MVP. Después de diez aciertos, paró a Álvaro el sexto penalti visitante y marcó el sexto del Mallorca eliminando a un Depor que lo tuvo en la palma de la mano.