Dicen en Castellón y alrededores que el apodo de Submarino Amarillo al Villarreal nació en la temporada 1967/1968. El equipo amarillo buscaba el ascenso a Tercera División –cómo han cambiado las cosas– y un grupo de aficionados comenzó a hacer sonar en el estadio la canción ‘Yellow Submarine’, de Los Beatles. La Copa del Rey Juvenil quiso que Villarreal y Deportivo se presentasen a una misma audición de la que salió ganadora la versión rockera y sin complejos, al más puro estilo The Rolling Stones, de un Depor trepidante que ya está en semifinales.
La rivalidad entre Los Beatles y Los Rolling es una realidad desde la década de los sesenta. “Hay muchas diferencias y amo a los Stones, pero los Beatles eran mejores”, dijo McCartney en una entrevista. “Empezamos a hacer conciertos en estadios en los años 70 y todavía los hacemos. Una banda puede seguir tocando y la otra banda no existe”, replicó Jagger. La de Villarreal y Deportivo no es, ni mucho menos, una rivalidad histórica, pero el partido de ayer fue una batalla épica en la que el conjunto blanquiazul hundió al Submarino Amarillo.
Antes del primer gol, en el minuto 4, ambos equipos expusieron que su idea era la de presionar alto, la de tratar de robar cerca de portería contraria. Ese tanto inicial de la escuadra grogueta nació en un saque de banda a la altura del medio del campo. Seydi saltó a presionar, también salió de zona Vilela. Hubo una disputa en la medular entre Rubén y Quintero. El colombiano se revolvió, se llevó el balón y metió un buen pase en profundidad para Ferreres a la espalda de Vilela. Ni el ‘4’ blanquiazul llegó a la pelota ni Berrocal a la incorporación de Mario Linares, que recibió el pase de la muerte y marcó a placer ante un indefenso Lemos.
A partir de ahí, el Deportivo consiguió inclinar el terreno de juego del Mini Estadi hacia la portería de Adrián Suárez, portero del Villarreal. Primero con posesiones largas sin mucha profundidad y después generando fútbol y ocasiones en campo contrario. En el minuto 31, Hugo Villaverde tuvo una ocasión clarísima tras un sensacional pase de Diego Gómez, que dejó al ’11’ blanquiazul solo ante Adri Suárez. El guardameta local hizo un paradón con el pie enviando la bola a córner.
En ese saque de esquina (minuto 32) llegó el tanto del empate. Hubo saque en corto y Baldomar acabó centrando. Primero cabeceó Vilela, muy forzado, y después atacó la bola también con la testa Mardones, que remató al palo. El cuero quedó suelto y Seydi, que estaba pendiente en el área pequeña, mandó la bola a la red con un toque con la zurda.
El Depor no hizo lo del Villarreal y, después de marcar, siguió apretando. En el 40, Martín Ochoa tuvo una clarísima tras un envío brillante de Hugo Villaverde. Se quedó en una posición franca dentro del área pero su disparo, quizá demasiado potente, salió por encima del larguero.
Solo un minuto después, el propio Villaverde completó la remontada con una obra maestra en área rival. Seydi recuperó en campo propio y se la dio a Lemos, que abrió hacia la derecha para Quique y este metió un pase dentro para Diego, que acabó descargando de nuevo a la derecha, pero ya en campo contrario, para Mardones. El ‘7’ del Depor realizó un cambio de orientación que Giovanni se comió permitiendo progresar a Villaverde. Se acercó a la línea de fondo y provocó que se parase el tiempo. Tranquilo, como si no fuese con él, encontró el hueco exacto para, prácticamente sin ángulo, hacer el 1-2.
Antes del descanso hubo más chicha porque Lemos hizo un paradón en el minuto 44. Balón picado de Quintero a la espalda de Vilela y Quique Teijo; atacó desde segunda línea Requena y, después de controlar con el pecho dentro del área, conectó una volea con la derecha que obligó a intervenir al portero del Depor desviando a córner.
La segunda mitad empezó con malas noticias para el Deportivo por la lesión de Quique Teijo. Mientras Manuel Pablo preparaba el cambio –entró Noah en su lugar–, el Villarreal aprovechó la superioridad numérica momentánea para devolver las tablas al marcador. Requena abrió a la derecha para Quintero y este, desde un pasillo interior, metió un pase medido para Giovanni. En su intento de cortar el envío, Berrocal dejó la bola suelta dentro del área, perfecta para la llegada del propio Requena, que controló y sacó un tiro cruzado y ajustado al palo imposible para Lemos. 2-2.
El Villarreal, que había estado a merced del Depor durante prácticamente todo el primer tiempo, volvió a conectarse al partido tras el paso por vestuarios y, además de la acción del 2-2, pudo completar la remontada poco después, en el 61, en un mano a mano de Unax con Lemos en posible fuera de juego y que el portero coruñés volvió a resolver con acierto con un paradón abajo.
El que más lo intentaba era el Submarino Amarillo ante un Depor que necesitaba otro tipo de estímulos. Quizá algún cambio además del de Noah. En el 65, Berrocal volvió a confundirse, esta vez con un mal pase dentro que permitió un contraataque de libro. Unax condujo la bola sin oposición durante muchos metros y acabó metiendo un pase interior entre Vilela y Seydi que interpretó bien Ferreres. El ‘7’ local le ganó la posición a Vilela que, con un empujón, cometió penalti. Unax lo ejecutó y Unax lo transformó en el 3-2 a pesar de que Lemos acertó el lado.
Manuel Pablo agitó su equipo sin modificar la estructura (1-4-3-3) pero aportando refresco en la línea ofensiva. Salieron Martín Ochoa (sorpresón) y Villaverde (golazo) y entraron Kevin para jugar de punta y Álex Delgado para la izquierda. Las sustituciones, aunque una de ellas polémica, funcionaron. Kevin no tardó en avisar con un remate forzado tras centro de Mardones en el 72. Un minuto después fue Berrocal el que centró desde la izquierda y Mardones, a bote pronto, no encontró portería por poco.
El Depor había conseguido cambiar un partido loco una vez más y en el 75 empató. Álex Delgado fue protagonista en el inicio de la jugada. El extremo venezolano tiene desparpajo, ofrece algo diferente al resto: desequilibra si está enchufado. Sacó un centro con la zurda desde la línea de fondo, el cuero acabó suelto en el área y Baldomar, sin dejarlo caer, conectó una volea con la zurda que dejó totalmente clavado a Adrián Suárez. Era el 3-3 .
Con tablas y un cuarto de hora por delante, el encuentro bajó en revoluciones, como era de esperar. Aún así, Noah probó con un trallazo desde fuera del área y Kevin, ligeramente escorado a la derecha, estuvo cerca de encontrar la escuadra con otro latigazo. La eliminatoria se merecía una prórroga y hubo prórroga.
Situaciones como las de una prórroga en una eliminatoria a partido único son situaciones especiales hechas para futbolistas especiales. Un futbolista que reúne esas características es Kevin Sánchez. Garaboa hizo un jugadón con autopase incluido, ganó línea de fondo y, en el minuto 96, sacó un centro raso buscando el primer palo, el favorito de Kevin, que apareció como un rayo para fusilar y anotar el 3-4.
Faltaban muchos minutos, quizá demasiados, pero el Depor volvía a estar por delante. El Depor ya le había marcado cuatro goles al Villarreal en su campo, donde no había perdido ningún partido en la presente temporada. El Depor le cantó al Submarino Amarilla que es más de Los Rolling Stones.