Claudio Corbillón (Vigo, 1986), entrenador del Victoria CF, se enfrentará al San Tirso por primera vez desde que se desvinculó del club en 2021 y lo hará en O Monte, un campo donde vivió grandes momentos en sus tres campañas al frente del equipo verde. El técnico recuerda esa etapa, analiza los primeros meses en su nuevo equipo y habla de las peculiaridades del escenario que volverá a pisar el domingo (16.15 horas).

¿Qué balance haces de tus primeros meses en el Victoria?
Lo típico de las primeras semanas: conocer al grupo y que el grupo me conozca a mí. Estuvimos durante la pretemporada en ese proceso de tratar de implementar nuestra idea. Estamos tratando de conjugar todo lo que fuimos haciendo en estas semanas y ahora estamos en un buen momento competitivo.

Respecto a tu acogida en el club, ¿es lo que esperabas?
Ya tenía alguna referencia pero me sorprendió todo para bien. Es un club muy familiar, muy fácil de trabajar en él y recibimos mucho apoyo. Eso es siempre positivo. De ahí también mi decisión de entrar en el Victoria. Sabía que iba a haber confianza y que iban a dejar trabajar y eso es importante.

En ese sentido es similar al San Tirso, tu exequipo.
Sí. Tengo claro lo que quiero y me gusta estar en sitios que sé a ciencia cierta que se van a adaptar a lo que yo busco, que es confianza, proyectos largos y que con el tiempo se vayan consiguiendo objetivos. Si ya sé que es un club que no tiene este pensamiento y que busca otro tipo de objetivos, quizá me lo piense de otra manera.

¿Te ha costado convencer a los jugadores de jugar a lo que quiere Claudio Corbillón?
Quizá me costó al principio poder incorporar jugadores que sabía que iban a rendir de la manera que yo quería. Una vez que cerramos la plantilla, estoy muy contento. Está siendo relativamente sencillo porque son todos jugadores muy implicados y muy obedientes. Jugadores a los que les gusta entrenar y ahí vamos de la mano.

Tenemos un equipo que puede combinar, transitar, apretar, replegarse

Tienes una plantilla con mucha variedad de edades y perfiles. ¿Cómo se integra eso para ir en la misma dirección?
En ese sentido acertamos, pudimos conseguir una buena mezcla. Tenemos jugadores de cantera, que vienen trabajando juntos desde hace años, y con lo que añadimos nos da posibilidades de manejarnos bien en diferentes contextos. Tenemos un equipo que puede combinar, que puede transitar, apretar, replegarse... Tratamos de amoldarnos en función del partido y el estado de forma de cada jugador para, a partir de ahí, poder elegir la mejor manera de competir cada partido.

El domingo vuelves a O Monte, donde entrenaste tres temporadas. ¿Qué significa para ti el San Tirso?
Mucho. Estuve allí tres años y pasé una etapa muy bonita porque conseguimos objetivos. Pero más allá de eso, estuve muy cómodo con la gente y el grupo de jugadores que tuve durante los tres años. Fue una experiencia muy buena. Recibí un máster de cómo jugar o cómo adaptarte a un campo de esas dimensiones en poco tiempo y poder sacar resultados jugando en unas condiciones que no son nada sencillas. Tratamos de prepararnos para eso e hicimos buenos años. Estoy muy contento y muy agradecido por la oportunidad.

¿Cuál es el mejor recuerdo de tu etapa en el San Tirso?
Destacaría el primer año sobre todo por la cuestión del COVID. Fue esa la única temporada que fue entera. Ese año acabamos los dos ultimos meses muy bien. Conseguimos mantenernos y ganar la Copa de A Coruña. Ese recuerdo quedará ahí para siempre. El segundo año íbamos en buena línea pero se paró la competición en marzo por el COVID y el último año fue una liga corta muy condicionada.

O ser solvente en casa o competir de manera aceptable en casa y fuera

¿Cómo fue tu relación con el campo de O Monte desde tu llegada al San Tirso?
Cuando fiché allí sabía dónde iba y tenía claro que los primeros meses iba a centrarme exclusivamente en cómo sacarle rendimiento a ese terreno de juego. Y tenía que elegir. O preparar un equipo para ser solvente en casa o preparar un equipo para tratar de competir de manera aceptable en casa y fuera. Elegí la primera, también por los jugadores de los que disponía, y creo que salió bien. Siempre fuimos un equipo reconocible en casa y sacamos buenos resultados. Nos costaba mucho competir fuera, pero esa fue una decisión que tomé yo. Creo que fue acertada porque conseguimos muchos en nuestro campo y cada rival que venía sabía que iba a ser complicado.

¿Se puede ganar al San Tirso sin adaptarte al juego directo y de segundas jugadas que propicia O Monte? 
Es difícil. Si uno repasa estos años que estuve allí y analizas qué hacen los equipos para conseguir las victorias allí, normalmente se repiten los mismos condicionantes: dominar los duelos, ser previsores de las segundas jugadas, equipo bien parado en campo contrario y balón parado. A eso hay que añadirle un factor diferencial que es distinto a otros campos. Es el aspecto de la concentración y la atención. Cada jugada puede ser definitiva, así que hay que estar atento a todos los inicios de juego y a muchas cosas. Nos estamos preparando para ello. Sabemos que no va a ser fácil porque ellos dominan más esos aspectos al ser locales pero vamos a intentarlo.
 

Cada jugada puede ser definitiva en O Monte

¿Recuerdas qué equipos os ganaron en O Monte cuando entrenabas al San Tirso sin someterse a ese fútbol?
Recuerdo al Sigüeiro, creo que fue en mi primer año. Nos ganó 0-3 con un juego muy combinativo y con jugadores de buen pie. Nos sorprendieron porque fueron capaces de salir jugando y enlazar jugadas en campo contrario. De hecho, todos los goles vienen, si no recuerdo mal, de acciones combinativas. Creo que fue el único equipo, la excepción.

¿Este Victoria ya está preparado para un partido en O Monte?
Pienso que sí. Tuvimos la oportunidad de jugar ya en dos campos pequeños este año, en Sofán y en Fisterra. Hicimos dos buenos partidos y el planteamiento será similar. Los campos son similares y tenemos esos precedentes que nos van a ayudar.

¿Ha repercutido en el equipo la importante victoria contra el Montañeros?
Las victorias ayudan siempre pero ya veníamos en buena dinámica. El equipo mejoró con el paso de las semanas. Ahora somos un equipo más reconocible, más intenso y que comete menos errores. La variedad que tenemos de plantilla sobre todo en la parte de ataque nos está dando margen para poder superar partidos que se complican o que se ponen de cara porque estamos atacando mejor y eso nos permite a defender mejor.

Tenemos un equipo homogéneo en cuanto a nivel y muy dispar en cuanto a perfiles

Has rotado bastante en los onces del inicio de liga.
Considero que tenemos un equipo muy homogéneo en todas las líneas más allá de la trayectoria de algunos jugadores. Tenemos un equipo muy homogéneo en cuanto a nivel y muy dispar en cuanto a diferentes perfiles. A partir de ahí, tomamos decisiones. Para mí la semana es muy importante. Hay jugadores que por circunstancias no puede entrenar o están tocados y eso condiciona mucho.

¿Cuál es el techo del Victoria? ¿Qué puede dar tu equipo esta temporada?
Lo que puede dar es tratar de poder ganar el domingo. No sé a lo que podremos llegar porque es el primer año y tenemos todavía margen de mejora. Pensamos en el día a día, la temporada es larga, y estoy convencido de que si seguimos en este nivel vamos a sorprender y sacar buenos resultados.