Claudio Corbillón, entrenador del Victoria, asegura que han llegado a la final de la Copa da Coruña sin realizar su mejor juego. Con lo que sí está realmente satisfecho es con el papel de su equipo en liga, que pese a las dificultades logró la permanencia en Preferente.
“Nosotros en esta Copa no hicimos buenos partidos, los sacamos por circunstancias”, reconoce con autocrítica.
Eso sí, de cara a la final ante el Olímpico es optimsita: “Tenemos confianza, porque recuperamos gente y creo que vamos a dar un buen nivel”.
Sobre su rival, se deshace en elogios: “Es un buen equipo. Hizo un año espectacular, viene en una dinámica ganadora tremenda. Tiene un juego muy fluído y ofensivo, vertical, con buenos jugadores. Podían haber ascendido perfectamente”.
El técnico entiende que las bajas les complicaron en el tramo final de la temporada. “Al jugar miércoles-domingo durante mes y medio no daba tiempo a que recuperara la gente, iban a peor, y tuvimos ahí bastantes tocados. Ahora están prácticamente todos recuperados”, se congratula.
“Nos falta Samuel que viene de una lesión de larga duración. Se incorporó al grupo hace dos semanas pero no llega. Plaza tiene un problema de rodilla y está recién operado, por lo que tampoco. Pero el resto sufrían problemas musculares y les han venido bien estos días de descanso”, explica Claudio.
Claudio tuvo cero dudas con la sede del partido que deseaba: “Lo teníamos clarísimo. La competición tiene su sentido al jugarse la final en Riazor”.
Camino sufrido
“En el primer partido contra el Imperator ya nos costó, fueron superiores a nosotros. Con el Laracha quizá fue nuestro mejor partido, aunque ganamos justos, y luego en San Pedro... plantearon muy bien el partido y nos hicieron sufrir”, explica sobre el camino hacia las semifinales, donde reconoce que el Meicende fue superior en el partido de vuelta.
En otro orden de cosas, la temporada le ha dejado satisfecho. “Fue un año bueno a nivel global. Tuvimos un percance en la primera vuelta a nivel de bajas, porque nos quedamos sin delanteros. Nos tocó reconstruir el equipo, lo que nos llevó un tiempo, pero luego encontramos la manera y en la segunda vuelta hicimos un buen papel. Encadenamos once partidos sin perder, siete victorias... Nos alivió la reforma (la Tercera Federación pasa a ser de 18 equipos, lo que supuso menos arrastres), tuvimos una buena oportunidad en Dubra donde jugando bien no pudimos ganar, y al final nos costó un poco porque los últimos cinco rivales eran contra equipos de la zona alta”, reflexiona el técnico.