Brais Val es la naturalidad personificada. No piensa las respuestas, contesta lo primero que se le viene a la cabeza y siempre con razonamientos coherentes. El mediocentro vigués de 21 años es el único futbolista del Fabril que ha sido titular en las trece primeras jornadas de liga.

¿Cómo definiría Brais el último partido ante el Cayón?
Era un partido que era mentalmente importante porque veníamos de tres partidos sin ganar y dos derrotas seguidas, Era importante volver a ganar y hacerlo en casa. En cuanto al partido en sí, sabíamos que el Cayón es un equipo muy competitivo, que va abajo, pero que siempre compite en sus partidos, que alternaba el juego directo con sus puntas con el juego combinativo, y debíamos tener cuidado con eso. Empezamos bien, nos adelantamos y, a partir de ahí, dominamos bien el partido sin sufrir y pudiendo haber hecho algún gol más.

El Fabril generó más ocasiones en en otros partidos.
Sí, tuvimos ocasiones para que la renta fuese mayor. Afortunadamente, pues ya habíamos metido dos goles en la primera parte. Que se guarden los demás goles para otros partidos.

Fue un partido relativamente como, pero Óscar Gilsanz no estaba del todo conforme.
Siempre nos exigen mucho, nos quiere llevar a nuestro máximo nivel. Aunque fue un partido que dominamos, el cuerpo técnico quería que aprovechásemos bien las debilidades del rival y que no bajásemos el nivel para seguir mejorando. 

17 puntos en 13 jornadas. ¿Qué le dice ese dato?
Es una buena cifra. No dejamos de ser un equipo recién ascendido y estamos teniendo el condicionante de las bajas ya sea por lesión o porque el primer equipo llama a algunos. Juntando todo eso, estamos compitiendo bien. Quitando el partido contra el Rayo Cantabria, en el resto de partidos hemos competido muy bien. Estamos en una línea ascendente, trabajando muy bien y la temporada es buena.

Brais Val es el único jugador del equipo que ha sido titular en los 13 partidos.
Estoy muy agradecido. Lo que todo futbolista quiere es jugar fin de semana sí y fin de semana también. Estoy teniendo la confianza del cuerpo técnico, que me da oportunidades todos los fines de semana. Estoy muy contento intentando aprovechar las oportunidades e intentando hacerlo cada vez mejor para seguir ayudando al equipo.

¿Le sorprende tener tanto protagonismo después del ascenso de categoría?
Renové en el Depor porque confiaban en mí y me imaginaba que podría ser importante. Obviamente, nadie te regala nada y tienes que trabajar para ganarte un puesto, pero el míster y el cuerpo técnico me conoce desde hace tres años. El club me conoce y yo también conozco al club. Sabía que podría tener un papel importante y por eso decidí quedarme. Nadie te garantiza nada, pero tenía la esperanza de poder ser importante, como así está siendo y ojalá que, con trabajo, pueda seguir siéndolo.

¿En qué aspectos ha notado el cambio de categoría?
En Segunda Federación todos los equipos son poderosos a nivel físico en el cuerpo a cuerpo y en las disputas y todos tienen armas para poder ganar cualquier partido en cualquier mínimo despiste, ya sea a balón parado, a la contra o en juego posicional. Todos tienen armas de diferentes tipos para poder ganarte.

Si pudiese elegir un aspecto en el que mejorar a nivel individual, ¿cuál sería? 
No voy a decir meter goles porque sé que no es mi función, pero sí diría finalizar algo más con tiros desde fuera del área llegar a esas zonas de frontal del área para poder acabar alguna jugada. Es algo que quiero mejorar y estoy en proceso.

Tras el ascenso, ¿el cuerpo técnico le pide algo diferente?
Seguimos una línea de trabajo básico y yo sigo en la línea que marca el cuerpo técnico. En determinados partidos o ante determinados rivales, me pueden mandar alguna directriz diferente, pero la idea es la misma, de continuidad porque ya nos conocemos.

En las últimas jornadas ha jugado tramos de partidos de central.
Ha sido por las bajas que hemos tenido. Ha habido semanas en las que teníamos sólo dos centrales y otra en la que uno volvía de lesión. Se juntaron esas circunstancias que hicieron que, por obligación, me tuviesen que poner ahí. Hubo otros partidos en los que entró un medio más fresco y me pasaron a mí a central para que el equipo fuese un poco más ofensivo.

A nivel de juego, ¿ha cambiado el Fabril?
Hay matices nuevos, fundamentalmente, a nivel individual: en los duelos, en estar más concentrados, en no regalar nada, en no despistarnos. Como ya vimos en el partido contra el Rayo Cantabria y en esta categoría, como no estés concentrado, como no estés metido, como no vayas fuerte a los duelos, lo pasas muy mal. Nos meten en la cabeza que debemos anticiparnos a las jugadas, estar concentrados y, a partir de ahí, intentar sacar el máximo rendimiento a las debilidades del contrario, y contrarrestar sus fortalezas, algo que en esta categoría tienen todos los equipos.

El Depor B ha pasado de ser un equipo muy dominador en Tercera a encarar partidos en los que hay más alternativas.
En Tercera los equipos nos esperaban más replegados y nos jugaban más a la contra. En Segunda Federación, la mayoría de rivales vienen a presionarnos arriba, son valientes y también quieren tener el dominio del partido. Son partidos más de tú a tú. Tenemos la pelota, pero también hay fases en las que la tiene el otro equipo. No son partidos tan monótonos, por así. Tenemos que adaptarnos a diferentes escenarios y diferentes contextos dentro un mismo partido. En esta categoría, todos los equipos nos vienen a jugar más de tú a tú. Es un fútbol más vistoso.

En todas las líneas ha habido cambios, salvo en la portería y en el medio del campo.
Sí, con Barba ya llevo tres años, con Jairo cuatro, Nájera igual, Rubén ya estuvo el año pasado... Conocer a los jugadores que estén cerca de ti en el campo lo hace todo mucho más fácil. Sabes cómo prefieren apretar o cómo prefieren recibir la pelota. Hay más comunicación y es favorable para el equipo y para nosotros que seamos los mismos.

¿Qué le falta al Fabril para ser más constante?
Seguir cogiendo experiencia. Con el paso de partidos ganaremos esa experiencia con la que podremos estar más asentados en la categoría. Los pequeños detalles se agrandan conforme vas subiendo de categoría y el mínimo detalle cobra más relevancia. Aquí sí pasa algo con un pequeño error con el que en Tercera no pasaba nada. Tenemos que ir corrigiendo esos pequeños errores que podemos cometer de colocación, de marcaje... La idea es ser todavía más competitivos para poder conseguir más puntos y más victorias.

En Tercera, el Fabril marcaba y sorprendía bastante en las acciones a balón parado. Esta temporada, el primer gol llegó en la jornada 13.
Es algo que hablamos en el vestuario antes del último partido. No llevábamos ningún gol a balón parado, pero estábamos teniendo ocasiones en prácticamente todos los partidos. Estamos ejecutando bien el balón parado y sorprendiendo al rival pero, por mala suerte, no conseguíamos atinar en el remate final. Estamos haciendo bien las jugadas y los movimientos. Era una cuestión de acierto. Esperamos que a partir de ahora podamos seguir acertando más a menudo.

El próximo rival es el Guijuelo, que tiene un campo de césped sintético.
Vamos a entrenar los tres días en San Tirso para dar un poco de descanso a nuestro campo de Abegondo y también para habituarnos al césped de Guijuelo. Soy partidario de entrenar en sintético si vas a jugar en sintético porque te beneficia a la hora de ir adaptando tu cabeza al césped, adaptarte a los controles, a los apoyos... Siempre vas a te va a dar un plus cuando llegue el fin de semana.

El Guijuelo era uno de los clásicos en las últimas temporadas de la Segunda División B.
Sabemos que es un equipo mítico de la categoría, que suele pelear por estar arriba, que empezó muy bien esta temporada y que ahora está atravesando un bache. Es un equipo importante de la categoría que se hace muy fuerte en su campo. Sabemos que va a ser muy complicado, pero es un buen reto tratar de volver a ganar fuera de casa y de conseguir dos victorias consecutivas.

Brais Val es un fijo en el filial y el jugador con más minutos disputados. ¿Ve cerca el primer equipo?
Tuve la suerte de poder hacer la última pretemporada con ellos y es una experiencia que te suma y te aporta, y bueno. Durante la temporada estoy subiendo menos, pero yo sé que mi rol está en el Fabril. Tengo que intentar ser importante en el Fabril, hacer bien mi trabajo, y si pueden llegar oportunidades, bienvenidas sean. No es algo que me obsesione o que me haga confundirme. Sé cuál es mi labor, cuál es mi equipo y, a partir de ahí, con todo lo que venga a mayores, estaré encantado.

¿Qué le está pasando al Depor para que no esté arriba?
Es un cúmulo de circunstancias, de mala suerte, de bajas importantes como las de Yeremay y Barbero, que han afectado. Cuando te metes en una mala dinámica, es complicado salir de ella. Al fin y al cabo, el Depor tiene la exigencia de ganar todos los fines de semana, y cuando por ‘x’ o por ‘y’, juntas un par de resultados negativos, es difícil salir de ahí. Es pronto, confío mucho en la plantilla, en el nivel que hay, y en que lo van a sacar adelante de sobra. Hay una mala dinámica, pero hay nivel de sobra para salir de ella e ir subiendo puestos hasta cumplir el objetivo.

¿Le ha sorprendido que ya desde el principio se contase tanto con Yeremay, Martín y Mella?
Eso fue lo que se dijo a principio de temporada, que se iba a tirar más de Abegondo, que se iba a mirar más para la cantera. Y así está siendo. 

El vestuario del Fabril era muy ambicioso la temporada pasada. ¿El de este año también quiere estar arriba?
Sí, nosotros siempre somos ambiciosos. Hay que tener los pies en el suelo y ser conscientes de que somos un grupo nuevo y que quitando a Marotías, ninguno había jugado en esta categoría y eso añade una dificultad mayor, pero nosotros siempre queremos ganar todos los partidos e intentar quedar lo más arriba posible. Sabemos que, como recién ascendidos, el objetivo principal es mantener la categoría, ya que es muy importante para nosotros y para el club pero queremos intentar competir y ganar cada partido.

Al equipo le está costando encontrar un once tipo por las múltiples bajas.
Siempre y cuando esos cambios o esas bajas sean por la llamada del primer equipo, es algo positivo y algo que todos reclamamos porque queremos esas oportunidades arriba. También estamos teniendo mala suerte con las lesiones, que nos están mermando, pero es algo con lo que hay que saber lidiar durante la temporada. Nos estamos sobreponiendo bien, estamos compitiendo bien, pero cuantos más efectivos podamos tener, más competitivo vamos a ser. Hay casos a los que no se les puede hacer nada y sólo hay que seguir trabajando, no poner excusas y adaptarse a todos los contextos.

De la liga, ¿qué le ha llamado la atención? 
El ritmo que imprimen a los partidos determinados equipos y que cuanto más arriba juegas, la calidad es mayor. Nos encontramos determinados contextos a los que no estamos tan acostumbrados.

¿Sigue siendo el DJ del equipo o le robaron el puesto?
No, lo dejé. Yo ya hice mi trabajo la temporada pasada y puse el listón muy alto. Ahora le toca a otro.

¿Quién es el encargado?
Están variando un poco pero suelen ser Marc, Puerto o Barba.

¿Es Brais Val un vigués totalmente adaptado a A Coruña?
Sí, sí. Después de cuatro años ya me conozco la ciudad como la palma de mi mano. Al final me voy a hacer coruñés (ríe). Es una ciudad que me gusta mucho, es muy cómoda y la verdad es que estoy encantado.

El pasado verano llegó Vilán. Cada vez son más vigueses en el Fabril.
Sí (ríe). Es una coña que tenemos en el vestuario. Es algo normal y natural que en el fútbol haya movimientos. Hay tres cántabros que parece que vinieron de una colonia.