El Betanzos rugió más que nunca para celebrar el ascenso a Tercera Federación once años después. De la mano de Noé López, el entrenador con el que se subió de Primera a Preferente, el Betanzos dio un nuevo salto, esta vez a categoría nacional. Lo hizo con suspense, remontando un 2-0 a domicilio y demostrando una vez más que es un equipo de autor. El Betanzos es betanceiro pero, en parte, también es fisterrán. Es intenso a más no poder tanto en ataque como en defensa, aprieta en todo momento y, como diría Luis Fonsi, nunca se da por vencido.
Nadie dijo que iba a ser fácil pero... ¿Tan complicado? Vaya por delante que nadie se fiaba de la condición de descendido del Unión. Primero porque jugaba en casa, probablemente incentivado, y segundo porque sus números en el tramo final de temporada no eran los de un equipo de zona de descenso. ¿Por qué ha ascendido un equipo de autor? Porque el Betanzos de esta temporada es el espejo en el que Noé se mira cada día: es agresivo, muerde, es vertical, contundente y práctico. Y lo hace siempre, sea cual sea el rival. Al Betanzos le ha costado tanto o más ganar a equipos de la zona media o baja de la tabla como a sus rivales directos. El Betanzos no diferencia a grandes de pequeños. Tiene una idea y muere con ella. Por eso Noé no propuso experimentos para iniciar la última jornada. Jugaron los mismos que contra el Mugardos salvo Christian, en la grada por sanción. En su lugar entró Anthony, que formó pareja en la delantera con Iago, bajando una altura Murilo a la mediapunta y Ángel otra al doble pivote con Pájaro.
Sin control. Las finales, o los partidos como este, suelen caracterizarse por el respeto en los primeros minutos. Ni por asomo. El Betanzos tuvo una clarísima antes del segundo 30: entrada por la izquierda con centro raso al corazón del área y remate de Anthony al cuerpo del portero del Unión. La respuesta del equipo local fue inmediata y también con una jugada por la izquierda. Mon, en bloque bajo, saltó, desprotegió su espalda y el Unión lo aprovechó para jugar a ese espacio y dar el pase de la muerte. Saviola recibió y definió (1-0) con un tiro potente con la derecha. Había demasiadas piernas, Rumbo no tenía visibilidad y el cuero acabó en la red.
A partir de ahí sí bajó el ritmo del encuentro. Al menos, se redujeron las ocasiones prácticamente a la mínima expresión. Eso sí, el Betanzos volvería a estar cerca del gol. De hecho, marcó. Ángel ejecutó desde esquina en corto buscando una pared, ganó ángulo y sacó un trallazo que se coló entre el tumulto de jugadores. Error del portero y balón al fondo de las mallas. Celebración por todo lo alto que resultó ser un espejismo. El asistente estaba con la bandera levantada. Fuera de juego, en teoría, por molestar al guardameta del Unión. Era el minuto 11.
De ahí hasta el final del primer tiempo no pasó prácticamente nada. La más clara fue del Unión, de Óscar, por partida doble. Conectó dos remates cerca del borde del área pequeña en un saque de esquina botado desde la derecha. Los defensas del Betanzos consiguieron despejar a duras penas.
Descanso y modificación en el Betanzos. Se quedó Mon en el vestuario, entró Souto y Noé deshizo el sistema inicial para convertirlo en el 1-4-4-2 de toda la temporada. El equipo fue fiel a sus principios en cuanto a dibujo y también en cuanto a determinación para buscar una y otra vez sin ningún tipo de temor la portería rival.
El Betanzos fue netamente superior en el segundo acto. Pudo haber penalti de Chile a Anthony cerca del pico del área en el 48, pero el árbitro marcó la falta fuera y, en la siguiente acción, Murilo remató con la zurda por encima del larguero. Anthony, en el 51, saco un tiro duro y raso que no encontró puerta por poco. El partido estaba para el conjunto visitante pero en el 54 se puso todavía más cuesta arriba. Chuso recibió escorado a la derecha y soltó un cañonazo al primer palo que Rumbo no acertó a despejar. El 2-0 lo complicaba todo aún más porque el Boiro ganaba al Montañeros en Barraña y, si se mantenían los resultados, el ascenso se esfumaría para los rojos.
El Betanzos es un equipo sufridor que se agarra a un clavo ardiendo y, sólo dos minutos después de encajar el 2-0, Iago Blanco cabeceó a la red un centro de Ángel medido desde la izquierda. Ese gol no era suficiente pero la celebración fue de ascenso, apoteósica. A partir de ahí, el equipo betanceiro fue en volandas. Hubo un gol anulado a Pablo Vigo y Ángel tiró al larguero. Sólo era cuestión de tiempo. En el 71, Anthony provocó un penalti e Iago Blanco demostró (2-2) para qué llego al Betanzos además de para poner orden en las calles.
El 2-3 de Xusto de falta directa desde su casa en el 88 sirvió para saborear el ascenso hasta superado el 96.
Unión 2-3 Betanzos |
UNIÓN (1-4-3-3): Chile (Damián, min.69); Carollo, Gio (Víctor, min.60), Óscar, Seijas; Cristian, Edu (Borxa, min.46), Mauro (Álex Conde, min.60); Chuso, Néstor, Saviola (Raúl, min.65). |
BETANZOS (1-3-4-1-2): Rumbo; Da Lama, Xusto, Pablo Vigo; Mon (Souto,min.46), Pájaro, Ángel (Miguel, min.84), Martín Lago; Murilo; Iago Blanco, Anthony (Mateo, min.87). |
GOLES: 1-0, min.2: Saviola. 2-0, min.53: Chuso. 2-1, min.56: Iago Blanco. 2-2, min.73: Iago Blanco, de penalti. 2-3, min.88: Xusto. |
ÁRBITRO: Pérez Rodríguez (Lugo). Amonestó a Chile (49), Álex Conde (61), del Unión; y a Anthony (23) y Pájaro (34), del Betanzos. |
CAMPO: Vilas. |