Antonio González (Silleda, 1988) tenía la decisión tomada desde mediados de abril: iba a poner fin a su etapa en el Atlético Arteixo, club del que era capitán. Le convencieron para acabar la temporada, pero este martes se hizo oficial su marcha tras cinco temporadas.
Los motivos de su adiós no cogen por sorpresa, pues fue uno de los jugadores que llevó la voz cantante y explicó sin tapujos lo que entendía como una traición. Rememora que la directiva les expresó su “apoyo” con respecto a la fecha de inicio de las obras de Ponte dos Brozos, pero que finalmente incluso “animó” al Concello para que iniciara la remodelación con urgencia, lo que dejó al equipo sin su campo principal. Todo ello en plena lucha por un puesto de playoff que finalmente se esfumó.
“Cuando ‘estalló’ el problema hablé con Juan (Riveiro) y mi intención era irme sin acabar la temporada por todas las mentiras y el trato que nos estaban dando. Me quedé por los compañeros y por lo que me fue diciendo la familia, que si la terminaba me iba a ir más tranquilo conmigo mismo”.
A sus 35 años, descarta la retirada. “Voy a seguir jugando seguro porque no quiero dejarlo así. Estoy escuchando y dejando correr el tiempo, me lo voy a tomar con calma porque acabé un poco saturado y a ver que va deparando el verano”, desvela el central.
Antonio reconoce que no volvió a hablar con la directiva, pero que su decisión de marcharse era irrevocable. “Mantuve una conversación con Juan, pero sobre la temporada. Él sabía que por mi manera de pensar y de ser era imposible que siguiera si la directiva continuaba. Sobre todo por las mentiras y engaños que hubo. Fue una temporada tensa, extraña y rara, y cuando dejas de pensar en fútbol dejas de sumar. Personalmente necesitaba salir de ese círculo vicioso”, explica sin tapujos.
“Dejas de hablar de fútbol. La Tercera División son cuatro días de entrenamiento, el partido y entrenamientos personales. Mucho sacrificio. Es un modo de vida y si tengo que andar preocupado de otras cosas que no son fútbol, se me quitan las ganas de hacer esos esfuerzos. Necesito estar en un sitio en el que esté más tranquilo”, se sincera el ya excapitán del Arteixo.
A nivel deportivo, el equipo se resintió tras aquella polémica, algo que corroboran los números (una victoria, un empate y cinco derrotas). “Es imposible que no te afecte. Había dos-tres reuniones a la semana entre directiva, cuerpo técnico y jugadores, etc”, cuenta Antonio, que deja el club tras 115 partidos en los que aportó siete tantos.
Y en cuanto al futuro, tiene muy claras sus prioridades: “Si puedo elegir, que sea un proyecto ambicioso, pero el objetivo será entrenar cada semana, competir bien y terminar con las mejores sensaciones”.
En la entrevista que concedió hace unos días a este diario, Juan Riveiro, entrenador del Arteixo, dejó en el aire su continuidad, pero las posturas se han ido acercando y tan solo restan unos flecos para que ambas partes sellen la continuidad del técnico coruñés.
Riveiro llegó en el verano de 2021 procedente del Paiosaco y en su primera temporada logró el ascenso a Tercera Federación. En la segunda logró la salvación y en la recién terminada acabó sexto tras rozar la clasificación para el playoff.