El Montañeros ya tiene entrenador para encarar la parte final de la temporada. A última hora del lunes se conocía que Posi no continuaría y dos días después ya se sabe quién es su sustituto. Se trata de Álex Suárez, que ya dirigió al Montañeros en la anterior etapa como entidad cuando el primer equipo militaba en Segunda División B.
Alejandro Suárez García (Mera, 49 años) ha sido el elegido por la directiva que encabeza Luis Cousillas como presidente y por la dirección deportivo que lidera Pablo Fernández para levantar a un equipo que tenía otras pretensiones a principio de temporada pero que cada vez está más cerca de los puestos de descenso a Primera.
Álex Suárez llevaba tiempo alejado de los banquillos, pero ya sabe lo que es entrenar en una categoría como la antigua Segunda División B –corresponde a la actual Primera Federación, división en la que milita el Deportivo– y en la Tercera División.
El nuevo entrenador del Montañeros se dio a conocer en el panorama nacional a través del Montañeros de Segunda B en un cargo que nada tiene que ver con el de técnico. Era el vicepresidente deportivo del club coruñés, un cargo al que accedió después de dirigir al filial y previamente a otros conjuntos coruñeses como el Español. Desde ese puesto de vicepresidente se hizo cargo del equipo en febrero de 2012, en un principio de forma interina, con Ramón Marcote como su mano derecha en la preparación física, pero finalmente asumió el cargo hasta fin de temporada. El Monta era colista cuando llegaron Álex Suárez y Ramón Marcote y, aunque terminó el curso en puestos de descenso, lo hizo en la antepenúltima posición a solo cuatro puntos de la permanencia después de ocho victorias, tres empates y cinco derrotas en las 16 jornadas que estuvo al frente del equipo.
Dos temporadas después, en la campaña 2013/14, fue el Betanzos el que optó por Álex Suárez como ‘cortafuegos’. Relevó a José Manuel Pose, que dimitió con victoria (2-1 al Arosa) en la última jornada de la primera vuelta con el equipo penúltimo y a cuatro puntos de la permanencia. La reacción no se produjo en esta ocasión de una forma tan clara como en el Montañeros, ya que el Betanzos solo fue capaz de ganar dos partidos en toda la segunda vuelta y, aunque terminó antepenúltimo, descendió a cuatro de la salvación.