Nadie en el Silva sabía que los resultados del domingo iban a ser contrarios a sus intereses, pero sí se palpaba en el ambiente que el choque ante el Polvorín era clave. Tras siete partidos sin ganar, había que sacar los tres puntos en A Grela. Y así fue. Gracias a una de esas acciones que muestran lo enchufados que están siempre todos los miembros de este equipo: doble cambio en el minuto 62 con el ingreso de Ogando y Uriel, que ni 120 segundos después fabrican el 1-0. A partir de ahí nada pudo hacer el filial del Lugo y los coruñeses pasan a tener cinco puntos sobre el descenso.
Tras dos tercios del partido sin goles, Iván Sánchez iba a ser el primer entrenador en mover el partido. Solo tenía prevista la entrada de Adrián Ogando (A Coruña, 2005) por Raúl Melo, pero la lesión de Miguel Fiuza le obligó también a tirar de Uriel Arena (Buenos Aires, Argentina, 2005).
“Fiuza está bien. Tuvo un dolor detrás de la rodilla, pero ya se hizo una placa y no hay ningún problema óseo, lo cual es importante. Espero que esté disponible lo antes posible porque es muy importante para el grupo”, tranquiliza Uriel, que no tardó en prepararse. “Fue un poco repentino, pero intento estar listo para ayudar”, añade.
“Nada más salir, en el primer balón que recibí en un contragolpe, me hicieron falta”, explica, por su parte, Ogando, el encargado de lanzar el balón parado siempre y cuando el perfil se adecue a sus características. Así era en este caso, por lo que envió el balón al área y ahí estaba Uriel, que aún no había tenido contacto con la pelota.
“No me lo esperaba. Tras el centro de Ogando hubo mucha disputa en el área, pero Antonio me la dejó y yo sabía que si iba entre los tres palos era gol, porque el portero estaba vencido”, narra el central argentino.
Tras ello, apretaron los dientes y aseguraron la victoria. “Son un equipo al que le gusta mucho tener la posesión del balón, por lo que tuvimos que defender un poco más atrás, pero no nos generaron ocasiones de peligro gracias al enorme trabajo de todo el equipo. Intentamos contragolpear en varias ocasiones, y Marcos tuvo un tiro desde nuestro campo que casi sorprende al portero”, resume Ogando.
No esconden la importancia de la victoria. “Tiene mucha. Lo merecíamos y no se nos estaba dando. Si no hubiésemos ganado tendríamos solo dos puntos sobre los puestos de descenso”, recuerda Uriel.
Ninguno de los dos alberga duda alguna sobre que la línea que llevan terminará con la permanencia del equipo, que sería la undécima consecutiva en Tercera. “Nos vemos preparados y tranquilos para afrontarlo, sabemos que a veces hacemos las cosas bien y no se dan los resultados, pero eso no nos debe afectar”, destaca el jugador porteño.
Por su parte, Ogando habla de unidad. “Veo al equipo junto y con muchísimas ganas. Estoy seguro de que si seguimos así lo vamos a conseguir. “Todos los partidos que nos quedan son finales, ya que nos enfrentamos a equipos que, o luchan por el ascenso, o por mantener la categoría”.
Iván Sánchez (Silva): “Seguramente no fue nuestro mejor partido a nivel ofensivo, pero todo el equipo trabajó muchísimo en defensa. Teníamos claro que era fundamental sumar. Queda todo más o menos igual tras el resto de resultados de la jornada, así que debemos seguir buscando resultados positivos sin caer en la relajación”.
Juan Riveiro (Arteixo): “Me da la razón: dejamos de sumar y volvemos a situación de descenso. Hay que asumirlo con naturalidad y tranquilidad, porque por encima tenemos a cinco equipos con un punto más que nosotros y con algunos tenemos el golaveraje a favor. En cuanto al partido, ganó el que fue capaz de marcar en una de sus ocasiones”.
Claudio Corbillón (Betanzos): “Una parte para cada equipo. El Estradense salió mejor que nosotros y de ahí el resultado al descanso. En el segundo tiempo estuvimos mejor, jugamos en campo contrario y tuvimos opciones para empatar. La situación es la misma desde hace tiempo; no pensamos en encadenar victorias, sino en competir siempre”.