Han pasado 27 días desde el último partido del Deportivo Liceo en Riazor, la epatante victoria en el Clásico contra el Barça (3-1). La contundente derrota en Reus (4-0) bajó el suflé, pero también queda lejos tras otra semana de parón en un mes con sólo dos partidos. El hockey vuelve hoy al Palacio de los Deportes con un duelo de alto voltaje ante el Voltregà.
En el recuerdo está el 2-0 de la primera vuelta, marcado por un hecho sin precedentes: el equipo coruñés abandonó la pista antes de acabar el partido en protesta por los insultos racistas sobre el argentino Fran Tombita y para reclamar la presencia de las fuerzas del orden ante la sensación de inseguridad.
Por si no fuera suficiente la incipiente rivalidad que hay desde que se cruzaron en los cuartos de final de la Copa del Rey 2021 –dos prórrogas incluidas– y en las semifinales, también del torneo del KO, en 2023, hay más alicientes.
Vuelven a Riazor con la camiseta del Voltregà los exliceístas Àlex Rodríguez y Jordi Burgaya, campeones de liga con la verde y blanca en 2022, de regreso en el equipo de su pueblo con grandes números: ambos con 23 goles en la OK Liga.
Al frente del Voltregà debuta Jefa Rovira, nuevo técnico tras la marcha de Lluís Teixidó, que después de caer en las semifinales de la reciente Copa WSE –antigua CERS– abandonó el banquillo sabedor de que el club no contaba con él para la próxima temporada.
Las aguas están más calmadas en el equipo coruñés, de enhorabuena por el regreso de Bruno Saavedra, que sólo jugó tres partidos esta temporada –los dos de la Supercopa y la jornada 1 de la OK Liga– antes de pasar por el quirófano con una fractura de escafoides en octubre.
Más allá de la rivalidad y los reencuentros, es un duelo directo con sabor a playoffs. Ya clasificado para las eliminatorias, el Liceo defiende el tercer puesto con 41 puntos, cinco por encima de Reus y el propio Voltregà (36), quinto y que aspira, como el cuadro coruñés, a jugar los cuartos de final como cabeza de serie.
A tres jornadas para el final, si el equipo de Juan Copa suma los tres puntos aseguraría su posición entre los cuatro mejores y el factor cancha en cuartos. Si además no ganan el Reus o el Calafell (35), sellaría el tercer puesto y evitaría al Barça hasta una hipotética final. Poca broma.