La San Silvestre de este año no se podrá celebrar debido al mal tiempo. Los pronósticos meteorológicos, que anunciaban viento y lluvia, hacían temer lo peor, y este miedo se hizo realidad alrededor de las diez de la noche, cuando el Ayuntameinto anunció su cancelación.
Ya estaba todo listo para las cuatro y media de la tarde en La Marina y la alerta naranja empezaba a partir de medianoche, pero ya durante toda esta jornada se dejó sentir la fuerza del viento que soplaba desde el sur-suroeste, y que preocupó a los servicios de emergencia porque se celebraba una fiesta de Fin de Año anticipada en el Millennium. Las playas permanecieron abiertas, pero fue necesario cerrar el acceso a las zonas arboladas de parques y jardines para evitar la amenaza de caída de ramas, lo que ha ocurrido en varias ocasiones durante este año.
También, y por primera vez, se cerró el dique de abrigo, empleando la nueva valle que se había instalado esta semana para indicar el peligro de las olas a los peatones. Las señales indicaban que solo se permitía el acceso de personal autorizado.
Los anemómetros marcaron una velocidad media de 60 kilómetros, aunque con ráfagas de más de 70 kilómetros por hora. Se activó a Protección Civil, así como al Grupo de Rescate Acuático (GRA) de Bomberos en previsión de que la situación se complicara en la costa, pero el cierre de playas no se hizo efectivo hasta poco después de media noche, poco antes de la alerta naranja.