“Sin duda, el Liceo es uno de los clubes más importantes de mi carrera, sino el que más”, responde Sergi Miras (Barcelona, 1986), al que el verde, que sigue vistiendo aunque sea ahora en el Calafell, siempre ha sentado muy bien. En A Coruña estuvo en dos etapas, las dos fructíferas, aunque muy diferentes entre sí. En la localidad tarraconense lleva cuatro temporadas en las que el club pasó de salvar la categoría en la última jornada a instalarse en la élite. Mañana sus caminos se volverán a cruzar en el Joan Ortoll en un partido ya en clave de playoffs.
“Yo creo que hay dos o tres clubes en los que me han dejado rendir más, donde me han dejado ser yo, competir con las ganas que a mí me gustan y que los entrenadores han confiado en mí”, dice refiriéndose sobre todo a Liceo, Calafell y Vendrell. “Creo que a los entrenadores que han confiado en mí casi nunca les he fallado. Si lo hacen, lo doy todo por el club, por el entrenador y por los compañeros. Y en el Liceo fue así en las dos etapas”, recuerda.
La primera fue entre 2010 y 2012, los años de las dos Champions seguidas. “Me dieron la oportunidad de entrar en la élite. De eso siempre estaré muy agradecido a Carlos Gil. Y aprendí de compañeros que eran los mejores del mundo. Me costó un poco al inicio, pero los veteranos como Jordi Bargalló, Ricardo Barreiros, Josep Lamas, Pedro Afonso, Tiago Sousa... me ayudaron mucho, eran exigentes pero me fue muy bien para el futuro”.
Uno de esos que fue su maestro es Jordi Bargalló, que acaba de anunciar la retirada y este domingo visitará por última vez, salvo que los playoffs digan lo contrario, el Palacio de los Deportes de Riazor. "Está aguantando muchísimo y aparte está aguantando con un nivel muy alto. Yo creo que es un referente para todos, ¿no?", comparte. "Yo tuve la suerte de compartir vestuario con él en la primera etapa en el Liceo. Lo que ha conseguido Jordi es increíble. Se puede retirar en el equipo de su pueblo, que es lo que quería, y todavía dando un buen nivel. Marca diferencias dentro del equipo y al final ha mostrado que la edad es solo un número. Que si te cuidas, que tienes pasión e ilusión y ganas de ir a entrenar y de competir, todavía se puede alargar la carrera", comenta.
Miras cumplió el mes pasado con un tres delante por última vez. El próximo aniversario ya le tocará cambiar de década. Por eso Bargalló. que se retira con 45, es un ejemplo. Pero cree que lo es para todos. "Para los que no somos tan jóvenes ya y para los más jóvenes. Yo creo que Jordi lo que ha hecho es demostrar que se puede alargar la carrera de un jugador estando a un buen nivel. Sí que es cierto que con la edad se pierden algunas cosas, pero se ganan otras. Y entonces él se ha sabido adaptarse muy bien al juego. Por eso va a tener la despedida que se merece, es un grande de este deporte", alega.
El Barça reclamó a Miras al término de su segundo curso en A Coruña, pero su estancia allí apenas duró una temporada y se marchó al Vendrell, que le dio la opción de volver a ser competitivo, ganar títulos y dar un salto en su carrera. “Llegué después de una decepción un poco grande en el Barcelona y creo que aproveché la oportunidad”, dice, porque llamó la atención de Portugal y fichó por el Sporting (otra vez de verde), antes de volver al Liceo para otros dos años, de 2017 a 2019. “Yo ya llegaba en un momento diferente, incluso ya era padre. Y Juan Copa me dio muchísima confianza, por lo que disfruté muchísimo esa etapa”. Terminó con la llamada del Porto, desde donde llegó al Caldes y de allí, al Calafell, donde sigue.
“Han sido cuatro temporadas muy buenas. No solo individualmente, que me he divertido mucho, sino colectivamente he podido estar con compañeros que tenían las mismas ganas y ilusión que yo de hacer crecer al club”, comenta. “Cuando ya vas cumpliendo años, necesitas retos. Y eso fue para mí el Calafell. Seguro que cuando me marché del Caldes mucha gente se preguntaba que a dónde me iba, porque habíamos sido terceros en Liga en el Caldes. Y de repente me fui a un equipo que había salvado la categoría en la última jornada. Pero yo confiaba mucho en el proyecto. Y nos salió redonda la jugada porque ya el primer año ganamos títulos”, añade, "y después jugamos Champions y acabamos terceros de Liga".
Este año el Calafell dio un paso más al contratar para el banquillo a Guillem Cabestany después de que este abandonara la selección española. Y con el fichaje de mucho talento joven. “Empezamos muy bien la temporada. La gente nueva que llegó se adaptó muy bien. Luego pasamos de un bache que sabíamos que pasaría, porque era un equipo bastante nuevo y muy joven. Y ahora llevábamos una buena racha”, analiza.
Hasta la Copa el Rey que, reconoce, fue una decepción al ser eliminados en cuartos de final por un Reus que después también apearía al Liceo en semifinales y se proclamaría campeón. “Fue un palo duro, teníamos muchas ilusiones. Yo personalmente también tenía ganas de que hiciéramos una buena Copa, porque era la última de las tres que se disputaba en Calafell y no nos acababa de ir bien”, reconoce.
Una derrota que se une a la del pasado domingo en Lleida que les complica la situación en la tabla, ya a ocho del Liceo, que se escapa en la segunda posición, y a cuatro del Reus, tercero, misma distancia que tiene con sus perseguidores, Igualada y Lleida. “Por eso el partido contra el Liceo es tan importante para nosotros. Queremos mantener la cuarta posición para tener factor pista en la primera eliminatoria del playoff. No podemos dejar que se nos acerquen más. Todavía tenemos un calendario bastante exigente y entonces tenemos que intentar sacar los puntos de nuestra pista”, asegura antes de la cita.
Sobre el Liceo, destaca que va a más, su fortaleza física y su solidez defensiva. "El Liceo no empezó bien, tuvo cuatro o cinco partidos con resultados negativos. Pero consiguieron darle la vuelta a la situación y empezaron a jugar mejor. Sobre todo empezaron a ser muy sólidos en defensa. No recibían casi goles", valora. "Cada momento que pasa de la temporada está yendo a mejor. Y creo que van a llegar muy bien a la parte final de los cuartos de la Champions y el playoff". En cuanto al partido del miércoles, admite que no será fácil. "Espero un partido complicado. Con un equipo fuerte físicamente, que hace un buen hockey. Con jugadores que tienen mucha calidad. Y una buena portería. Entonces vamos a tener que hacer un buen partido. Y espero que nuestra afición nos venga a apoyar porque son tres puntos muy importantes", solicita.
La Copa del Rey acaba de terminar pero esperan ya a la vuelta de la esquina unos playoffs que se presentan igual de emocionantes, sobre todo por la teórica debilidad del Barça. "Ahora mismo el Barcelona se convierte en un equipo muy peligroso, porque me imagino que van a poner todos los cinco sentidos en la OK Liga. Pero también seguramente los pusieron en la Copa y no les salió bien. Entonces, yo creo que el playoff de este año va a ser súper abierto", apunta.
Las múltiples opciones dan salsa a la liga. "A mí me gusta así, que sea mucho más competitivo. Que cada partido no sepas quién va a ganar", dice. "Cada equipo va a pensar que puede llegar lejos en el playoff. Entonces, ahí va a haber una igualdad que se van a decidir los partidos por los pequeños detalles. A ver cómo llega la gente físicamente", continúa. "Está todo un poquito más equilibrado, más igualado. Y al final la emoción de quién puede ser el campeón hace que la gente esté más pendiente de la competición. Ahora mismo la liga regular está súper descafeinada. Bonita por abajo, pero la primera posición… Suerte que hay playoffs. Son una maravilla. Creo que nunca se tendrían que haber quitado", proclama.