El Liceo vuelve a la actividad este domingo en Reus después de dos semanas de parón, unas mini vacaciones activas, con tiempo para entrenar, pero también para desconectar, todo en su justa medida salvo para Jacobo Copa y Nil Cervera, que encadenaron una semana de concentración en Sant Cugat con el Campeonato de Europa sub-23, en el que se colgaron la plata. Ahora toca volver a ponerse el chip de la OK Liga, la única competición ya en el horizonte, aunque hasta el 17 de mayo, prácticamente dentro de un mes que empieza el playoff, no haya nada en juego porque los coruñeses ya serán segundos pase lo que pase. Así que entre lo primero y lo segundo, la visita al Reus, un duelo con aires de playoff, se convierte en un partido trampa ya que a los verdiblancos no se les suele dar bien retomar el pulso a la Liga, con diez derrotas, cuatro de ellas precisamente frente a los rojinegros, y un empate tras las vacaciones desde que Juan Copa está en el banquillo.
Ya le pasó al Liceo en la primera vuelta. La competición se tomó un respiro durante las semans de Navidad, a la que los coruñeses llegaron en su mejor momento, encadenando seis victorias seguidas en Liga, además de dos empates en Champions. Como ahora, su último partido había sido un triunfo contra el Vilafranca por 1-4 y afrontaron la primera jornada de 2025 el 4 de enero en el Palacio de los Deportes de Riazor contra el Reus con la segunda plaza en juego, que los verdiblancos cedieron (y recuperaron más adelante) al perder por 2-5. El encuentro lo marcaron las paradas de Cándid Ballart para los tarraconenses cuando ambos marchaban empatados a dos goles. También los errores puntuales de los locales que supieron aprovechar los rivales, que volvieron a superarles en las semifinales de la Copa del Rey, un 2-0 en lo que va de temporada pendiente de lo que ocurra este domingo y en unas hipotéticas semifinales de los playoffs en las que podrían volver a verse las caras.
Tampoco se le dio bien la vuelta tras el parón al Liceo la temporada pasada. Antes de la Semana Santa, de hecho, cayó el 6 de abril en Reus (4-0) en un partido que frenaba una excelente racha en la segunda vuelta que a punto estuvo de catapultarle hasta el subcampeonato con una gran remontada tras haberse quedado fuera de la Copa del Rey en la primera. Dos semanas después, el 20 de abril, dijo definitivamente adiós a esa posibilidad tras el empate en el Palacio contra el Voltregà (4-4). También en rojo está el calendario en la época de Navidad. Antes de ella, el 14 de diciembre, el conjunto coruñés perdió por 2-4 frente al Barcelos en Europa. Después, el 7 de enero, cayó en la pista del Noia por 3-1, el resultado precisamente que le privó de clasificarse, por segunda vez en su historia, para la Copa.
Si se sigue bajando en el tiempo una temporada más, la 2022-23, se encuentran dos nuevos ejemplos. Cuando el Liceo retomó la competición tras el parón de un mes y medio por el Mundial de San Juan perdió frente al Barcelona por 2-3. Y también firmó una derrota tras el habitual descanso de dos semanas del mes de abril, en este caso frente al Lleida por 8-5, en la que era ya la última jornada previa a los playoffs y por lo tanto, que poco afectó a la clasificación final porque los verdiblancos, como ahora, ya iban a ser segundos. Pero también en este curso está el último caso positivo, que fue la victoria a la vuelta de Navidad con el Lleida de nuevo como protagonista.
En la temporada 2021-22, la del último título de la OK Liga que viajó hasta A Coruña (imponiéndose en la final de los playoffs al Reus), los resultados estaban a favor del Liceo fuera cual fuera el momento. En este caso hubo cuatro pequeños parones e hizo pleno. Uno, entre el 26 de octubre y el 27 de noviembre, ganando antes (7-3 al Alcoi) y después (1-6 al Caldes). En Navidad fue el segundo, tras el que logró una victoria por 3-1 frente al Manlleu. Después otro en febrero, con triunfo por 3-1 ante al Barcelona. Y por último, el de Semana Santa, un descanso a continuación del esfuerzo de la Golden Cup antes de afrontar una última jornada de la fase regular que el equipo dirigido por Juan Copa solventó con contundencia con un 1-3 en la pista del Manlleu.
Un año antes, en la 2020-21, un temporada complicada porque fue la primera tras la pandemia, con aplazamientos de jornadas por casos de COVID en los equipos, el calendario también deparó tres descansos oficiales, dos favorables y uno en contra. El Liceo se impuso en el de febrero al Lloret por 9-1 y en mayo (en esta ocasión no hubo parón en Semana Santa, que se aprovechó para jugar la primera fase de la Champions, concentrada en Luso) pudo con el Reus, por 6-2, a dos jornadas para el final de la competición. Sin embargo, perdió por 7-5 en la semifinal de la Supercopa de España, también contra el Reus, en un partido que se disputó un 2 de enero y que obligó a los verdes a viajar el primer día de año.
En la 2019-20, solo dio tiempo a un descanso, el de Navidad, tras el cual el Liceo cayó por 3-4 en el Palacio contra el Noia y en la anterior el calendario fue un auténtico caos. Entre marzo, abril y mayo, prácticamente jugaba una semana sí y otra no. Así que entre todos esos parar y arrancar y parar no es raro encontrar una nueva derrota, aunque lo que sí que llama la atención es el rival, el Reus (5-1) de nuevo como verdugo, lo que ya venía de la temporada anterior, la primera de Juan Copa en la que el Liceo dejó escapar la eliminatoria de cuartos de final de la Champions al perder la vuelta en Reus por 7-2 tras el 4-1 de la ida, con un parón de un semana entre uno y otro; como también cedieron los verdiblancos después de Navidad contra el Voltregà (2-3) y tras el descanso de mayo (3-5 contra el Lleida).