2025 no empieza bien para el Liceo. El Reus acabó con su racha de seis victorias seguidas al asaltar el Palacio de los Deportes de Riazor y llevarse por 2-5 un partido que decantó el portero visitante, Cándid Ballart, con sus paradas, sobre todo en los momentos decisivos, cuando los dos equipos estaban empatados a dos goles. Los verdiblancos se recuperaron de una mala salida que les costó un 0-2 en contra. Igualaron. Pero en la segunda parte pagaron caro sus errores. Se escapa la segunda plaza, ahora a dos puntos, aunque aún queda una última jornada de la primera vuelta en la que el Liceo visita al Voltregá (en Mollet del Vallés por el cierre de la pista de los de Sant Hipólit por sanción) mientras que los rojinegros reciben al Barça. Aunque el próximo partido de los coruñeses es el jueves en una quinta jornada de la Champions que trae al Benfica al Palacio.
 

Le faltó energía al Liceo en el arranque, demasiado plano, sin chispa, con la falta de ritmo de tres semanas sin competición. Llevaba las mismas el Reus, además de que como quien dice, se acababa de bajar del avión, haciendo el viaje de ida y vuelta en el mismo día. Pero entró mejor con Marc Julià como director de operaciones. A los locales apenas les duraba la posesión, claramente faltos de intensidad. Le ponían más intención los rojinegros, que no obstante se adelantaron en una jugada desafortunada ya que Maxi Oruste, muy escorado, mando la bola al área, rebotó en Fabrizio Ciocale y se introdujo en la portería. 0-1.

El Liceo respondió con una bola al palo en una jugada de Torres hacia el interior, donde estaba Xaus. Juan Copa no tardó en pedir tiempo muerto. Iban despertando los vediblancos, que adelantaron la línea de presión. Torres se animó. Cabalgó en una jugada personal y lo intentó con un doble remate, con la mala suerte de que en el segundo la bola impactó en la cara de Julià, que tuvo que ser atendido de un golpe en la nariz y no pudo volver al partido.

Ya había cambiado la dinámica del duelo. El capitán tuvo otra casi seguida. En una contra se quedó solo frente a Ballart. Solo le frenó el palo. Mala suerte por un lado, mientras que en el contrario salía todo. De nuevo marcaba el Reus en una jugada aislada. Maxi Oruste estaba completamente solo en el primer palo y sin nadie que le estorbara, batió a Serra con un espectacular remate. Un día más cumpliéndose la ley del ex.

Vitaminas

Un golpe duro que obligaba a una gran remontada. Pero la reacción no se hizo esperar. Jacobo Copa, que prácticamente acababa de entrar, provocó un penalti. Lo celebró y pidió el apoyo de la grada. Dava Torres se fue al punto de la pena máxima y transformó con un tiro raso. Ya estaba el primer paso dado.

La entrada de los pequeños aportó la dosis de vitamina que necesitaba el Liceo. Saavedra estaba muy atento a los cortes, provocando continuos robos y opciones de transición. Se jugaba sobre una única portería y Cándid Ballart se erigía en decisivo. Por eso es el portero menos goleado de la liga. Cuando parecía vencido, aparecía, siguiendo las jugadas hasta el final. Pero tampoco podía hacer milagros. César Carballeira lo movió con una gran jugada individual y en el rechace, Jacobo Copa fue mas rápido que nadie para llegar al área y empujarla al 2-2.

Fueron los mejores minutos del Liceo, que apretó buscando completar la remontada. Tuvo dos ocasiones claras antes del descanso. Una en la que Cervera encontró en el segundo palo a Saavedra y su disparo lo despejó Ballart, aunque ya estaba saltando desde atrás Torres como un resorte para intentar llegar al rechace. Y otra más protagonizada por los capitanes. Asistencia de Torres para Carballeira, que a bocajarro, se volvió a encontrar con el inspirado Ballart.

El Liceo había acabado el primer tiempo con mejor dinámica y entró al segundo con las mismas sensaciones. Creó las ocasiones, pero se encontraba en última instancia con Ballart, que sacó una clarísima contra en la que Xaus asistió a Ciocale, y aunque este remató demasiado flojo, el meta se anotó una impresionante parada más.

A la contra

El Reus además se estaba encontrando cómodo en el papel de jugar a la contra. Serra se vio obligado a hacer un par de intervenciones para mantener a los suyos en el partido. Pero en otra jugada desafortunada, los visitantes se volvieron a poner por delante. La bola se introdujo en la portería con más colaboración de Serra y Ciocale que de Salvat. No hubo dudas de la autoría del capitán del Reus en el cuarto, que remató en el área en un fallo de marca. 

Fue la sentencia por más que aún quedasen quince minutos. Porque el conjunto dirigido por Jordi García se encerró en su área y entre la buena defensa y la inspiración de Ballart, fue misión imposible. Además con el Liceo volcado en buscar el gol, se encontró con el quinto. Martí Casas se quedó solo defendido por Nil Cervera, que en una falta de entendimiento, permitió que el delantero rojiblanco abriese la chistera para levantar y picar.

Castigo excesivo que pudo aumentar con una azul a Dava Torres a punto de entrar en los últimos dos minutos. Martí Casas mandó la directa al palo y el Liceo acabó en inferioridad el duelo, sin opción a maquillar el resultado y viendo escaparse la segunda posición.