Pablo Cancela: “A la Copa del Rey iré con el bombo”
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Pablo Cancela: “A la Copa del Rey iré con el bombo”

El Liceo, ya clasificado para cuartos, apura sus opciones de ser segundo esta noche contra el Oliveirense, exequipo del jugador coruñés que sigue recuperándose de su operación de rodilla
Pablo Cancela: “A la Copa del Rey iré con el bombo”
Pablo Cancela, en el entrenamiento del martes del equipo sénior del Liceo en el Palacio | Javier Alborés

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Cuando Pablo Cancela se volvió a poner los patines, los compañeros se dieron cuenta de que le cambiaba la cara. “¡Cómo se te nota que estás contento!”, reconoce que le dijeron. Nunca antes en sus 35 años de vida había estado tanto tiempo sin calzarse su instrumento de trabajo. El pasado mes de septiembre el Liceo anunció que el jugador coruñés se había roto el ligamento cruzado de la rodilla derecha. En octubre, pasó por quirófano. Y en febrero, ya está de nuevo en marcha, compaginando su rehabilitación con sesiones en el gimnasio con las que hace junto al preparador físico sobre la pista e incluso ha empezado a entrenar por las tardes con el equipo sénior liceísta de Liga Gallega. Pero, advierte, aún queda para su reaparición. “A la Copa del Rey iré, pero con el bombo”, bromea el jugador, que esta semana también se pierde la visita de su equipo al Oliveirense (22.00 horas, World Skate Europe TV), que fue su casa durante tres temporadas, donde los verdiblancos apuran sus opciones de ser segundos de grupo una vez que ya lograron el objetivo de la clasificación para cuartos.


“Va todo en orden por ahora. Voy cumpliendo los plazos establecidos”, confirma Cancela. “Pero tampoco quiero decir mucho más por no echarme encima más responsabilidad”, continúa, prudente. “Porque esto es mucho del día a día. Es decir, cada día que me despierto son las sensaciones que tengo. Y la verdad es que voy bien, pero con calma”, apunta. “Pero sí que es cierto que pasar de no poder caminar a poder entrenar con mis compañeros, a poder disfrutar el día a día con ellos, pues la verdad es que sí que estoy muy contento”, añade.
 

No se pone plazos. Ni siquiera pensando en que en nada empiezan las luchas por los títulos, como dentro de unas semanas en la Copa del Rey. “Yo a la Copa voy a poder ir con el bombo. De animador voy, sí. Ya me gustaría llegar, estaría encantado de poder jugar, pero aún es pronto”, confirma. “Lo que intentaré hacer es apoyar a mis compañeros todo lo que pueda de la manera que creo que puedan hacerlo”, afirma, porque además sabe que el equipo está en el buen camino, que es el del crecimiento continúo. Y el partido de esta noche contra el Oliveirense, con el Liceo ya clasificado para cuartos,  servirá también para esos propósitos: “Tienen que seguir con la mentalidad que están teniendo de trabajar juntos, de ayudarse unos a otros y de que los títulos no se juegan ahora, sino que hay que prepararse para cuando llegue ese momento”.

 

Pasado en Portugal
 

Pablo Cancela estuvo tres temporadas en el Oliveirense, entre 2016 y 2019, justo entre sus dos etapas en Italia. “La experiencia fue positiva, como todas las que he vivido. El primer año tuvimos la suerte de llegar a la final de la Copa de Europa, que perdimos contra el Reus, y ese mismo año estuvimos luchando por la Liga hasta el final. El siguiente año fue un poquito más complicado porque hubo cambio de entrenador. Pero aun así, a principio de curso ganamos la Supercopa de Europa. Y el último año teníamos muy buen equipo y pudimos ganarle la Copa de Portugal en la final al Benfica y también estuvimos hasta las últimas jornadas luchando por ganar la Liga. La verdad que fue increíble, pude jugar con los mejores jugadores del mundo y competir contra los mejores equipos del mundo”, repasa sobre su pasado en el equipo luso.
 

De sus compañeros de entonces ya solo queda uno en la plantilla, Marc Torra, el goledor en el 1-1 de la primera vuelta en el Palacio de los Deportes de Riazor, aunque solo hasta final de esta temporada, pues acaba de anunciar que, recién cumplidos los 40 años, se retirará en junio. “Tuve la suerte de poder jugar con él, de disfrutarlo en un año que realmente estaba muy bien, técnicamente increíble, físicamente muy bien y la verdad que se notaba que estaba por encima de lo normal. Fue increíble. Está claro que podría seguir jugando muchos años porque tiene una calidad que es muy difícil de igualar. Es diferente, está claro”, dice sobre él.
 

En cuanto al club, tiene una idiosincrasia diferente al del resto de equipos grandes en Portugal, la mayoría ligados a potencias futbolísticas (Benfica, Porto y Sporting). “El presidente es un apasionado del deporte, tiene posibilidades económicas muy grandes y siempre ha intentado construir equipos buenos”, explica. Tampoco está situado en una gran ciudad (de hecho Cancela esos tres años vivía en Oporto, “a una media hora en coche, no es mucho”) sino en una población que no llega a los 70.000 habitantes, pero con una gran particularidad. Allí está situada la fábrica de Azemad, una de las principales marcas de material de hockey sobre patines. Y muy cerca del pavilhão Salvador Machado donde hoy será el partido se sitúa el stick más grande del mundo, de casi 18 metros y 1.600 kilos que se construyó para conmemorar el Campeonato del Mundo del 2003  en la localidad y en la que además Portugal se llevó el título.
 

Esto demuestra la enorme tradición de hockey, con una afición fiel. “Cuando yo estaba allí justo nos seguían bastante a los sitios donde íbamos a jugar. Y en la Copa que jugamos allí estaba a tope el pabellón. Ojalá también hoy lo esté, me encantaría por el espectáculo, por el hockey, porque es muy bonito verlo así en la televisión, pero no creo por tratarse de un jueves”, concluye. 

 

“Justo el año que fui yo fue el gran ‘boom’ de los fichajes en Portugal”

 

El mercado de Portugal es, desde hace unos años, el que manda en el hockey mundial. “Justo el año que fui yo fue el del boom”, recuerda Pablo Cancela. “Estábamos compitiendo Sporting, Oliverense, Porto y Barcelos, todos con fichajes. Eso se mantuvo, aunque yo creo que ahora los sueldos son más bajos. Esto va con el espectáculo. Si el hockey vuelve a generar mucha afición, otros clubes grandes seguirán apostando por eso”, reflexiona. Lo mismo con el Liceo: “Si conseguimos llenar el pabellón todo el año, podremos traer no mejores jugadores, porque los mejores ya los tenemos, sino que tengamos otro tipo de comodidades”.


El Oliveirense, pese al dinero (con presupuesto reducido para el próximo curso), no termina de explotar en forma de títulos. “No sé si es lo que pasa o no, pero cuando no mantienes al grupo, es más difícil. Los títulos los consiguen los buenos grupos”, valora.

 

Pablo Cancela: “A la Copa del Rey iré con el bombo”

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