El Attica21 Hotels OAR Coruña acaba de apuntalar su plantilla para afrontar el tramo decisivo de la temporada. Si en el mes de febrero incorporaba a Pepe García, hace tres días fichó a Matías Payá (Santiago de Chile, 200), un jugador de otra categoría.
El nuevo integrante del equipo herculino llega del Balonmano Ciudad de Málaga, un equipo que marcha quinto en la División de Honor Plata.
Sin embargo, Mati tomó la decisión de venir a A Coruña porque no estaba teniendo los minutos que él quería.
“Yo estaba en el Balonmano Ciudad de Málaga, pero no estaba jugando mucho. Entonces, Jorge Villamarín, un compañero de equipo que es de A Coruña, me comentó que el OAR estaba buscando un primera línea, e inició los contactos. A partir de ahí, hablamos las dos partes y rápidamente nos pusimos de acuerdo”, afirma el chileno.
A pesar de bajar de categoría, no tuvo dudas en venir al club de San Francisco Javier puesto que ya conocía la tercera división española.
“Fue fácil dar el paso de bajar de Plata a Primera Nacional porque ya había jugado en el Almería, un equipo del Grupo F, y en el Sant Joan Despí, del grupo valenciano. Así que tengo esa experiencia que me ayudará para adaptarme rápidamente”, asevera.
Quizás por ese motivo, nada más aterrizar A Coruña, ya estaba preparado para jugar en el derbi contra el Calvo Xiria.
En su primer encuentro, Matías Payá demostró todo lo que le va a aportar al OAR de aquí hasta final de temporada. Buen uno contra uno, gran visión de juego y mucha intensidad defensiva. Todas esas cualidades le sirvieron para anotar tres goles y ayudar a su equipo a llevarse el triunfo.
Con todo, aunque el sudamericano se mostró feliz tras el partido, fue crítico con su rendimiento ya que “podía haber marcado más tantos, pero por suerte estaban mis compañeros para hacerlo y así asegurar la victoria”, reconoce.
Además, también se dio cuenta de la intensidad defensiva que le mete su nueva escuadra a los partidos. “Es un equipo que marca las diferencias desde atrás y cuando se puso serio apenas encajó y cometió pérdidas”.
Mati no tiene ninguna duda de que si el equipo mantiene esta línea en su juego disputará la fase de ascenso, aunque piensa en un objetivo más ambicioso: subir a Plata.
“Siempre hay que soñar en grande. Después, ya irás viendo lo que pasa, pero siempre hay que soñar con lo máximo. Lo que tenemos que hacer ahora es jugar la fase y para ello tenemos que ganar cuatro partidos y lo haremos”, afirma.
Al OAR todavía le quedan cuatro finales por jugar y sólo le saca un punto a su inmediato perseguidor, el Teucro. Una situación que puede generar mucha tensión.
No obstante, el chileno procura que no le afecte esa presión al jugar este tipo de duelos ya que “son los más bonitos que hay en el balonmano”.
Probablemente muestre esa templanza por todo lo que ha vivido en este deporte. Desde jugar en su Chile natal hasta venir a España, pasando por un periodo en Alemania y otro en Eslovaquia. Esas vivencias le han llevado a estar donde está hoy y poder cumplir uno de sus sueños: representar a su país en una Copa del Mundo.
Con trabajo duro, dedicación y confianza en sí mismo, Matías Payá consiguió formar parte del combinado nacional chileno que disputó el Mundial en el año 2022, así como la clasificación para el que se celebrará dentro de un año.
“Disputar esos encuentros, poder compartir espacio con jugadores de selecciones tan potentes como las de España, Dinamarca o Noruega fue una auténtica locura”, dice y agrega que “poder vivir todo eso me hace sentir muy orgulloso de mi mismo ya que pude cumplir el sueño que tenía desde que era un niño”.
Haber podido experimentar esa situación es algo que le ha incrementado su motivación para seguir trabajando y mejorando en todos los aspectos de su juego.
“Ahora tengo que trabajar más para poder seguir viviendo este tipo de cosas y aprender todo lo que pueda sobre todos los rivales contra los que juegue”, reconoce Matías Payá.
Esa mentalidad no sólo le ayudará a él sino que el OAR Coruña también se podrá aprovechar de todo lo que mejore hasta final de temporada.
Con todo, cabe la posibilidad de que el chileno quiera seguir en la ciudad herculina tanto si el equipo consigue ascender a la División de Honor Plata como si no lo logra.
Puesto que, aunque apenas lleve cuatro días, está muy contento y agradecido por la oportunidad que le han dado. Así que lo dará todo para devolver el cariño y seguir aquí en la próxima temporada.