El Maristas sudó mucho más de lo previsto para superar al colista del grupo B, el Tordera, y conservar la segunda plaza en solitario de la tabla clasificatoria.

Las jugadoras entrenadas por Fer Buendía resucitaron en un  tremendo último cuarto después de tres primeros flojísimos, donde fueron torturadas por Marina Serra. Tras los primeros 30 minutos, que acabaron con 55-42, la escolta local acumulaba 21 puntos, con una serie de 5 de 9 en triples, mientras que el conjunto colegial lo cerró, además de con una desventaja muy peligrosa, con solo tres aciertos desde la larga distancia.

El cuarto, anotado por Nevena Dimitrijevic, prendió la mecha de la reacción, junto con tres tiros libres convertidos por la propia base serbia, a quien se unieron en la carrera por la remontada Solo Amusan y Nia Daniel. El resto lo puso una grandísima defensa, que llevó al Tordera a jugar con posesiones al límite de los 24 segundos y a culminarlas con lanzamientos, mayormente de tres, que ni siquieran tocaron el aro. 

Así fueron las colegiales limando puntos a su déficit. Dos libres de Filgueira subieron al marcador las primeras tablas desde el 16-16. Y dos de Dimitrijevic dieron al Maristas su primera renta desde el 16-17. El parcial en ese momento era de 2-17. Y todavía crecería un poco más.

Una diana desde los 4,60 metros de Jiménez y dos de la serbia pusieron al Tordera fuera de rebufo (59-64) con solo siete segundos en el reloj, y después de que Serra, errase, en la misma posesión, un tiro de dos y uno desde el arco. 

La heroína local durante los tres primeros periodos se fue del último con un solo punto anotado. Fruto de uno de los dos libres de que dispuso ya con solo dos segundos por jugar. Fue la única anotación del conjunto catalán en los últimos siete minutos y 11 segundos de un partido con susto pero final feliz para un equipo herculino que sigue firme en la ruta hacia la fase de ascenso.