El móvil de Manuel Taibo González (Oleiros, 2004) es un hervidero de llamadas y notificaciones tras coronarse campeón mundial júnior en 1.000 metros esprint. El patinador de la SCD Rabadeira saca un hueco para atender la llamada de este diario antes de empezar a preparar las tres próximas pruebas de su programa en los World Skate Games en Argentina. Manu va a por otra medalla.
¿Qué sentiste al cruzar la línea de meta?
No puedo describir la sensación: estaba contento y emocionado porque las cosas salieron bien. No recuerdo pensar en nada ni en nadie en concreto.
¿A quién le dedicas la medalla?
A mi familia, a mis entrenadores y a toda la gente que he tenido cerca durante el año y que ha aportado su granito de arena. Ahora es muy bonito celebrarlo, pero en los momentos que no son tan bonitos, cuando hay lesiones o malos resultados, siempre están ahí.
¿Te lo esperabas?
No me lo esperaba. Sabía que es una prueba que se me da bien y en el Europeo ya había tenido un buen resultado (bronce), pero también sabía que es una carrera complicada y que ganar depende de muchos factores. Me salió perfecta, sin fallos.
Toda la carrera entre los primeros puestos, ¿era la estrategia que tenías preparada?
La estrategia era intentar controlar desde arriba y no quedarme acorralado atrás porque es una carrera bastante rápida y, cuanto más atrás, más se nota la ‘goma’. Conseguí aguantar la posición desde el principio y acelerar para adelantar a todos al final.
¿Cuándo decidiste atacar?
A falta de dos vueltas empezaron a atacar los primeros y, a falta de una y media, aceleré y conseguí salir con más velocidad que ellos de las curvas.
Sorprende que ganaste la carrera por la parte exterior.
Me encontraba más cómodo con una línea de carrera más abierta. Por fuera hay más tracción, no hay que hacer tanta fuerza para que no te escupa la curva como cuando vas por dentro. Son trayectorias distintas.
Cuatro pruebas en un día, ¿cómo te encuentras?
Nada más empezar el día tuvimos el 10.000 metros eliminación, una carrera bastante dura desde el principio. No había descansado ni una hora y ya estaba corriendo las series de 1.000 metros. Me noté bastante pesado, pero tuve el tiempo justo para venir al hotel, comer, ducharme y estirar antes de volver para las semifinales y la final. No puedo decir que me encuentro mal, pero acabé con las piernas resentidas.
Los World Skate Games no han terminado y hoy vuelves a ponerte los patines.
Mañana (por hoy) compito por la tarde. Esto es un descanso más mental y psicológico que físico. Descansar un día es prácticamente insignificante.
¿Cómo cambia el patinaje de la pista al circuito?
La pista es un óvalo de 200 metros con dos curvas exactamente iguales y el circuito puede variar, entre 300 y 500 metros, es de asfalto y no puede ser simétrico. En la pista es muy difícil moverse en un pelotón tan grande y a tanta velocidad. Hay solo dos líneas y casi no se puede adelantar. En el circuito es más fácil, pero el ritmo de carrera será más alto.
¿Cuáles son tus objetivos?
En la pista no me quedé del todo a gusto con el cuarto y el sexto puesto en los ‘diezmiles’. En el circuito voy a luchar por sacar una medalla más.