Primer punto en el sueño europeo del Liceo
lll
17º-23º

Primer punto en el sueño europeo del Liceo

Primer punto en el sueño europeo del Liceo
César Carballeira y Franco Platero | Javier Alborés

Usuario

Un punto para empezar. Un punto para reafirmarse. Un punto para verse entre la élite de Europa. El Liceo empató 1-1 con el Oliveirense, el campeón de la Continental. Necesitaban los verdiblancos confirmarse entre los grandes del escenario europeo. Hacía tiempo que no lo conseguía. Y lo logró a base de esfuerzo defensivo, orden táctico, maniatando a un equipo luso al que no dejó correr, y con la suerte necesaria para que Carballeira marcara un penalti (aunque fallara otro).

 

El Oliveirense destapó pronto su esencia. La primera bola que tocó, fue para armar rápido el contragolpe. Casi de memoria, en tres pases moviendo de un lado a otro de la pista, le sirvieron para plantarse en un abrir y cerrar de ojos en el área verdiblanca y probar a Martí Serra.

 

Le respondía el Liceo con la misma moneda. Ya ha patentado este año sus transiciones y demostrado lo peligroso que es cuando se echa a correr. César Carballeira intentó conectar con Nil Cervera. Después lo hizo Dava Torres, que en una contra levantó inteligente la cabeza para ver que venía por detrás el '2' y se la pasó a la frontal del área, aunque su tiro fue demasiado alto.

 

También lo intentaba con potencia, con los disparos de un activo Cervera y de Carballeira. Con la mala noticia de que Dava Torres se echaba la mano a la pierna. Juan Copa pedía tiempo muerto y al terminar, el fisio Cristian Fernández avisaba al entrenador de que se llevaba al capitán al vestuario a intentar recuperarle para el partido.

 

Los verdiblanco se quedaban con una rotación cortísima, solo de un jugador, porque los pequeños Bruno Saavedra y Jacobo Copa no se movieron del banquillo. Dieron respiro un Ferruccio que se enfrentaba a uno de sus exequipos y un Ciocale esencial cuando hay que darle velocidad, pero con esfuerzo defensivo frente a un jugador que conoce bien como Franco Platero.

 

Iban diez minutos de partido en el que el Liceo estaba más cómodo, con un equipo portugués más a la expectativa. Se multiplicaron las protestas, los empujones, las choques contra la valla. Ferruccio hasta aterrizó dentro de la portería. Un penalti que los árbitros italianos vieron claro. César Carballeira, que había fallado cuatro días antes en Noia, acudió a su cita con la pena máxima. Tiró rasa, como le gusta. Y no falló. 1-0.

 

Con los locales por delante en el marcador, cambió la estrategia. No había prisa. El Liceo abrió la pista todo lo que pudo con posesiones largas, sin arriesgar lo más mínimo. Que si marcaran, que fuera por sus méritos, no por un fallo suyo. Cuando quedaban ocho minutos para el descanso volvió Torres, por lo menos al banquillo. Los últimos cinco fueron de asedio portugués, era lo que le tocaba. Resistió el Liceo en defensa, también con las intervenciones de Martí Serra.

 

David Torres salió en el segundo tiempo. Por si acaso, Saavedra y Copa habían calentado fuerte en el descanso, por si les llegaba su momento y tenían que salir a dar refresco a sus compañeros. El que estaba rindiendo a gran nivel era Fabrizio Ciocale. El argentino estuvo a punto de marcar un gran gol en una de sus clásicas jugadas en las que se fue de todos hasta plantarse delante del portero, al que intentó sorprender por alto.

 

El Palacio gritaba el ¡Uy! y fue uno de los pocos de la segunda parte, táctica, el Liceo sobre todo centrado en no dejar correr al Oliveirense, en no darle ritmo, celebrando el banquillo cada tiro bloqueado a su rival como si se tratase de un gol, multiplicándose en las ayudas, atentos a los cortes, a los pases interiores al área, que fue por donde se les había ido el partido una semana antes en Italia.

 

Las ocasiones locales bajaron porque el Liceo se estaba vaciando en defensa. Pero se encontró con un penalti, en el que el banquillo del Oliveirense gritó ¡No! al unísono, para ampliar la ventaja. Fue de nuevo Carballeira a tirarlo. Esta vez Xano Edo le adivinó las intenciones impidiendo el doblete del '5' verdiblanco y. sobre todo, una ventaja que tal y como estaba discurriendo el encuentro, podía haber sido definitiva.

 

Seguía aguantando el Liceo, esperando su oportunidad agazapado, dejando que pasasen los minutos, lentos para los de casa, rápidos para el Oliveirense, que no se ponía nervioso, o por lo menos no daba síntomas de estarlo, ni siquiera cuando el encuentro entró en sus últimos diez minutos. Y en un escenario así la veteranía te permite tener la sangre fría con la que Marc Torra, que acaba dar la bienvenida a los 40, se internó en el área, levantó, picó y para adentro. Más fácil escribirlo que hacerlo, pero haciendo fácil lo difícil un jugador que da igual la camiseta que lleve, que siempre marca cuando tiene delante al Liceo.

 

El empate obligó al Liceo a salir de la cueva. Tampoco mucho. El empate no era malo.El Oliveirense llevaba casi toda la segunda parte con nueve faltas. Esperaban a la décima, jugársela a meter la directa. Pero no hubo ocasión. Subió la intensidad, sobre todo según se acercaba el final, pero no se movía el marcador de las faltas. La ocasión más clara fue para los visitantes. Torra se la metió a Facu Navarro, que metió el stick y la bola se estrelló contra el palo. Final. Con empate. Un punto para empezar a construir la clasificación para cuartos.

 

Liceo 1 - 1 Oliveirense

Liceo: Martí Serra, César Carballeira, Nil Cervera, David Torres y Arnau Xaus-cinco inicial-. Tato Ferruccio, Fabrizio Ciocale
Oliveirense: Xano Edo, Franco Platero, Facu Navarro, Marc Torra y Nuno Santos-cinco inicial-. Lucas Martínez, Bruno di Benedetto y Diogo Abreu.
Goles: 1-0, min.10: César Carballeira, de penalti. 1-1, min.41: Marc Torra.
Árbitros: Franco Ferrari y Massimiliano Carmazzi. Sin tarjetas.
Incidencias: Segunda jornada de la Liga de Campeones en el Palacio de los Deportes de Riazor ante 1.000 espectadores.

Primer punto en el sueño europeo del Liceo

Te puede interesar