El Liceo cogió altura en la segunda mitad, tras llegar al descanso abajo (1-2), se anotó el primer punto de la serie de cuartos de final ante el Voltregá (5-2) y el próximo sábado gozará del primer ‘match-ball’ en San Hipólit.

Lo que acabaría marcando el duelo, la efectividad, se vivió en tan sólo 57 segundos, los primeros. A los 15, Ciocale no acertó con la red sólo ante Codony. Sí lo hizo 42 más tarde un exliceísta, Burgaya. Recibió de otro, Alex Rodríguez, y burló a Serra con un certera picadita. 

Dava Torres, en dos ocasiones, y Carballeira acariciaron el empate, pero la falta de tino y la inspiración de Codony lo evitaron. No pudo el meta visitante en la siguiente opción verdiblanca, de nuevo con los herculinos como protagonistas. Tres en esta ocasión. Carballeira lanzó fuera, Dava recogió el rechace de la valla y, desde detrás de la portería, asistió a Pablo Cancela, que, sin oposición en la frontal de área, lanzó un palazo a la escuadra.

El Liceo pasó a tiranizar la bola y controló mucho más las transiciones defensivas. Las posesiones del Voltregá empezaban a durar un suspiro.

Pero cuando el técnico visitante, Josep María Rovira, había pedido tiempo muerto porque los suyos lo estaban pasando mal, llegó un desajuste en la zaga local. Teixidó metió la bola a la  espalda de Ciocale y Serra (Humberto) superó a placer a Serra (Martí). 

Y el tiempo muerto lo solicitó Juan Copa. Los ajustes devolvieron el control de la bola y del tiempo al anfitrión, que volvió a a la carga, apretando de nuevo a Codony. El meta visitante volvió a frustar a Dava. Primero, sacándole arriba un voleón tras cruzar toda la pista; después, salvando sin problemas un tiro flojo, tras recoger la bola suelta, desde el corazón del área. 

Lo que en la primera mitad había costado un mundo, en la segunda llegó casi como caído del cielo. Sólo se habían consumido 20 segundos cuando Carballeira se sacó de la manga un misil tierra-aire, cruzado, de derecha a izquierda, desde justo la divisoria de la pista.

El cambio de inercia se confirmó menos de un minuto más tarde: una contra de Voltregá acabó con lanzamiento de Teixidó al tubo derecho; en la recontra, Carballeira se la puso a Dava Torres para fusilar a de Codony. 

No pasó ni otro minuto para que el Liceo gozase de una nueva oportunidad. Directa, por tarjeta azul a Alex Rodríguez, pero Codony sacó arriba la picada de Torres, al que volvió a frenar unos segundos después. Cancela envió fuera en situación de tres contra dos, en la última jugada de peligro en superioridad numérica. 

El duelo entró entonces en un juego equilibrado y sin grandes sustos para los porteros. El mayor para el Liceo, la décima falta  Cayó a 7:56 para el final. Burgaya buscó la escuadra y encontró la red... del fondo. 

El Voltregá adelantó la línea de presión y el Liceo se dedicó a controlar y jugar menos vertical, intentando no cometer errores. Hasta que Carballeira rompió la monotonía asistiendo a un Ricart desmarcado, que sentenció a 100 segundos del final. La rúbrica la puso Dava Torres, ya sin portero, cuando en el reloj sólo quedaban 29 pasos.