No hay descanso para el Deportivo Liceo. Solo 48 horas después de caer con honor y carácter en la ida de los cuartos de final de la Champions ante el potente Barcelos (4-6), visita la Torre Roja de Caldes en la jornada 23 de la OK Liga (20.00 horas). Hay varios motivos para pensar que es un  partido trampa para los coruñeses: el escaso tiempo de recuperación, la diferencia de siete puntos sobre el Reus, su rival por el segundo puesto de la fase regular, y, sobre todo, el duelo de vuelta europeo que se disputará el próximo jueves en Portugal.
 

La dura batalla del pasado jueves en el Palacio de Riazor, exigente en el plano físico y también en lo mental, por la oportunidad que supone para el equipo coruñés la posible remontada que le dé acceso a una Final Four que no pisa desde el año 2012, pasará factura. Por eso Juan Copa pretende estirar la rotación, dándole a Pablo Cancela sus primeros minutos de la temporada.
 

El veterano jugador coruñés de 37 años ya ocupó el lugar del sancionado Tato Ferruccio el pasado fin de semana contra el Noia y también se vistió en la Champions, aunque todavía no ha debutado. El argentino regresa después de cumplir tres partidos de castigo y completa la lista de diez convocados. Bruno Saavedra, que ante el Barcelos sufrió un latigazo cervical, es la única baja.
 

Recuperación

Cancela pasó por el quirófano después de la pretemporada para reparar una rotura de ligamento cruzado en su rodilla derecha. Seis meses después de la operación y una dura rehabilitación, con la inestimable compañía del preparador físico Marc Godayol, y tras varias semanas intensificando el trabajo sobre los patines, primero en solitario, luego con el equipo sénior de Pichu Galvani y finalmente con sus compañeros de la primera plantilla, se dice listo para volver a rodar a ritmo competitivo.
 

Juan y Pablo, que se conocen desde que le dirigió en las categorías inferiores del Liceo, en las selecciones gallegas y ya como profesional en el Cerceda, han pactado la cita de Caldes para su reaparición. Es un partido trampa, pero también una gran oportunidad para el jugador coruñés, que volvió a casa en el verano de 2023 y, tras un primer año de rendimiento algo decepcionante, tiene que demostrar en tiempo récord y con la renovación pendiente si todavía está para jugar en la élite. 
 

Cancela es además una pieza de gran valor emocional en el vestuario, por su vínculo familiar con Jacobo Copa (es su padrino) y por la ascendencia que tiene como veterano curtido en mil batallas. Le avalan nueve temporadas en Italia (Forte dei Marmi, Follonica y Bassano) y otras tres en Portugal (con el Oliveirense, final de la Champions incluida), además de conquistar un Mundial Sub-21, dos Europeos juveniles y una plata continental absoluta con la selección española.
 

Está por ver lo que puede aportar sobre el parqué. Caldes será su primera oportunidad del curso para coger ritmo, pensando sobre todo de cara a los playoffs de la OK Liga, como alternativa al inconsistente y volátil Tato Ferruccio.

La salvación en juego

Décimo clasificado con 24 puntos –los mismos que el Sant Just–, el Caldes no se puede confiar en la lucha por la permanencia. Le sigue el Voltregà, undécimo y que ocupa la última posición que obliga a jugar un play-out para mantener la categoría. 

El equipo de Eduard Candami, además, tiene un calendario complicado, con dos partidos seguidos ante los dos primeros de la tabla: después de recibir al Liceo le toca visitar el Palau Blaugrana. El Caldes se agarra a su fortaleza en la Torre Roja, donde recientemente se impuso al Alcoi (4-1) y al Reus (3-0), además de sacar un empate contra el Noia (2-2), tres equipos en puestos de playoffs.
 

En el apartado goleador destaca David Gelmà (19 tantos en 22 partidos), fichaje procedente del Reus el pasado verano y que se ha convertido en el líder ofensivo y especialista a pelota parada. También llama la atención Biel Pujadas (13 tantos en 22 encuentros), hermano de Roc, jugador del Sporting de Portugal.
 

En la primera vuelta ganó el Liceo cómodamente en Riazor (7-2), pero esta tarde en Caldes de Montbui le espera un partido trampa, principalmente por su situación en el calendario, en medio de la eliminatoria europea contra el Barcelos. No será fácil.