Leyma | Segundas partes nunca fueron naranjas
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Leyma | Segundas partes nunca fueron naranjas

Leyma | Segundas partes nunca fueron naranjas
Imagen del duelo de la jornada 12 ante el Joventut, la última vez, antes del pasado domingo, que el Leyma había ganado un último cuarto, aunque en ambas ocasiones perdió el partido | ACB Photo/Mónica Arcay

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La popular expresión, casi axiomática, “segundas partes nunca fueron buenas” se ajusta cual guante a una de las principales carencias del Básquet Coruña en esta su temporada de debut en la ACB: el desplome en las segundas partes de los partidos, con especial dureza en los últimos periodos, donde el conjunto naranja ha desperdiciado la oportunidad de sumar dos o tres triunfos a su magro casillero.


Los pupilos de Diego Epifanio han perdido en el marcador de los segundos 20 minutos en 14 de los 18 encuentros disputados hasta la fecha. Y empatado en una ocasión, precisamente el pasado domingo en el Movistar Arena contra el Real Madrid (44-44).


En las tres únicas veces en que mandó en el marcador de la segunda mitad, en dos de ellas se anotó el triunfo, en la primera jornada, ante el Real Madrid (49-41 tras el intermedio) y en la quinta, frente al Zaragoza (59-42). 


El balance medio es de 3,9 puntos menos que el rival antes del descanso y de -6,4 en los segundos 20 minutos.


La marca en las primeras partes es algo mejor: 6 victorias y 12 derrotas, con la diferencia de que con 20 minutos por delante todavía se puede arreglar un marcador adverso. El porcentaje de partidos ganados por el Básquet Coruña bajo esta premisa es del 50%.


Las victorias se produjeron contra el Zaragoza (51-44 antes del descanso), en la pista del Força Lleida (38-42) y en la de Bàsquet Girona (25-57). Las derrotas, contra el La Laguna Tenerife (35-32), en Granada (41-43) y en la visita del UCAM al Coliseum (47-40).


El BC presenta una marca de 2-0 en las primeras mitades donde superó los 49 puntos anotados, mientras que en las que recibió al menos medio centenar la marca es de 0-4. Con entre 44 y 49 tantos a favor, el balance es de 2-2, mientras que con esa horquilla anotadora en contra es  de 0-8.


La tendencia se tuerce con marcadores de los 20 primeros minutos por debajo de 44 unidades. Con este supuesto a favor, 2-14; con los mismo pero en contra, 50% (5-5).


En lo que atañe a las segundas mitades, con más de 49 tantos a favor, el balance es de 1-2, por 2-5 con al menos 50 en el casillero de la escuadra rival. 


Con entre 44 y 49 puntos, hay igualdad (3-3) cuando los de Epi alcanzan ese guarismo, y mucha desigualdad (2-9) cuando lo logra su rival. Por debajo de 44 tantos, la marca del conjunto naranja es devastadora (1-12) cuando no llega a los 45, por 1-5 cuando lo hace el equipo que tiene enfrente. 


El recuento en los 20 primeros minutos es de 701 puntos a favor y 771 en contra, lo que arroja un saldo negativo medio de 3,9. Un déficit que se dispara tras el descanso: 715-831, una media de -6,4.

 

Más y más

A esta amplia diferencia colabora especialmente el último periodo, donde el marcador de 400-472, una diferencia media de -4,0 tantos, la más grande de todos los cuartos. En el final es donde el conjunto naranja anota más (22,2 puntos) pero también recibe más (26.2).


En segunda posición de este ranking negativo se ubica el primer cuarto, en el que el recuento arroja un marcador de 329-381, un déficit de 2,9. 


Curiosamente, los de Epi anotaron más que el enemigo en tres (en las pistas del Gran Canaria y el Barça y en el Coliseum contra el Tenerife), de los siete primeros compromisos, aunque no ganaron ninguno. Contra el Zaragoza, el marcador fue de empate a 24. en las siguientes 11, solo tres triunfos parciales, con triunfo en Girona (16-23 en el acto inaugural) y derrotas en el Bilbao Basket (16-15) y el Valencia Basket (30-28).


El periodo más equilibrado de los naranjas es el segundo, en el que han anotado 374 puntos (20.7 de media) y han encajado 393 (21,8), una  media de -1,1, mientras que en el tercero la diferencia es de 2,1, cifra que sale de los 367 tantos a favor (20,3) y los 404 en contra (22,4).

 

Seis partidos después

El pasado domingo, en la cancha del vigente campeón y nuevo líder de la ACB, el Básquet Coruña ganó el último cuarto (21-23) por primera vez en seis jornadas. El buen final del tercero y el gran arranque del final lo llegaron a situar a 10 puntos, desventaja que pudo bajar de los dos dígitos hasta en tres ocasiones en la misma jugada, con tiros cercanos de Ingus Jakovics, Phil Scrubb y Aleix Font, estos dos últimos solos bajo el aro.


En total, el conjunto herculino se ha impuesto en el último acto de un encuentro en siete ocasiones, la segunda cifra más alta tras las ocho que ha ganado el segundo. En el primero y en el tercero ha dominado seis veces en cada uno. 

 

En la proyección a 40 minutos del marcador medio por periodo, la peor cifra se da en el cuarto: 88,8 a 104,8, un déficit de 16,0 puntos, cuatro y medio más que en el primero (73,1 a 87,2). En el segundo, la desventaja es  de 4,1 (83,1 a 87,2) y en el tercero, de 8,4 (81,2 a 89,6).


Cifras, todas ellas, que no cuentan toda la verdad –los marcadores parciales no influyen de la misma manera en todos los partidos, las bajas, la entidad del rival, etcétera–, pero que tampoco mienten: el Básquet Coruña ha llegado bajo de batería, física y mental, al tramo decisivo de algunos encuentros. 

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