El Palacio de los Deportes de Riazor escenificará este viernes (19.00 horas), a una hora no demasiado buena (por coincidencia de fecha con el HC Liceo), el primer capítulo de la batalla de estilos entre el Leyma Basquet Coruña y el Gipuzkoa.

La filosofía de Diego Epifanio, que ha llevado al conjunto naranja a ser el máximo anotador de la temporada regular (84.4 puntos de media), contra la estricta doctrina de Lolo Encinas, director de uno de los rivales más incómodos de la LEB Oro 2022/2023, como atestiguan los 74.7 tantos que ha encajado por encuentro, la tercera cifra más baja de la competición.

Los distintos idearios tienen reflejo en varios apartados. Pero sobre todo en uno: el Leyma es el equipo que juega a más posesiones por partido y el cuadro donostiarra, el que menos promedia por encuentro.
Llama la atención, sin embargo, que un equipo tan defensivo cuente en sus filas con el máximo anotador de la fase regular –descontando a Michael Carrera, que dejó al Força Lleida por la ACB–, Justin Jaworski (19.3 puntos).

Peligro exterior

Este escolta, un ‘killer’ muy difícil de controlar, es uno de los siete miembros de la plantilla que superan el 35% de aciertos en triples. Otro de ellos es el también ‘2’ Duke Toussaint (41.7%), fichado para cubrir la baja por lesión de un emblema del GBC, Mikel Motos. El más atinado es el base suplente Aitor Zubizarreta (43.6%), en contraste con el titular, Xabi Oroz, que ha acertado sólo el 20.8% de sus intentos desde larga distancia. 

Eso sí, en el duelo de la primera vuelta, disputado en el mismo escenario de hoy, el fornido base vasco (1.94 metros) vio el aro como una piscina. Anotó los 4 primeros triples que lanzó. Llegaba a Riazor con un acumulado de 3 de 16. Por ahí empezó a resquebrajarse el Leyma, que acabó firmado su peor actuación del curso y cediendo por 68-81. Luego se vengaría venciendo por 78-85 en el San Sebastián Arena, tras la disputa de una prórroga a la que se llegó tras errar un triple para ganar el... propio Oroz.

Tenemos que conseguir una buena lectura de dónde sacar ventajas (Diego Epifanio)

Los de Epi también tendrá que vilgilar a varios interiores rivales. Entre ellos al exnaranja Rolandas Jakstas, que promedia un magnífico 38.5% desde el arco, así como a Mike Carlson (40.2%), quien se perdió por lesión el compromiso de la pasada jornada y, en principio, es duda para hoy.

Otro de los grandes peligros en ataque del cuadro vasco es el ‘3’ puro o ‘4’ abierto Adam Sollazzo, que ha vuelto al equipo con que ascendió a la ACB  en la temporada 2019/2020. Sollazzo, que también ascendió con el Breogán una campaña después, promedia 10.3 puntos, con  35.9% de acierto desde 6.75 metros.  
Entre los puntos flacos del Gipuzkoa destaca especialmente uno: el rebote. El grupo de Lolo Encinas es el segundo peor de Oro en totales y el tercero por la cola en ofensivos. Y enfrente tendrá al tercero mejor en ambas facetas.

Si este apartado del juego es siempre instrumental, hoy se antoja si cabe más relevante, como lo será el acierto lejano del Leyma, porque en caso contrario podría tener muchas dificultades para anotar en la pintura contra una defensa muy cerrada, correosa y física. 

Lo que hay que hacer es divertirse; si no nos divertimos, no vamos a ganar (Lolo Encinas)

Y es que el Gipuzkoa se mueve en el barro como pez en el agua, mientras que la marea naranja necesita anotar tiros abiertos para facilitar luego los espacios a Lottana Nwogbo y a Atoumane Diagne, superiores en físico al referente rival en el poste bajo, Mario Delas, más bajo que el senegalés y más lento y menos atlético que el nigeriano. El otro ‘5’ del plantel vasco, Rauno Nurger, es más rocoso que talentoso.

Ataque contra defensa en un episodio inicial al que el Leyma llega en buen momento, como certificó en Burgos, donde tuvo opciones de ganar a pesar de no jugarse nada en el envite y levantar el pie en el úiltimo cuarto. 

Empezar bien es de vital importancia para poder allanar el camino a la Final Four, el segundo peldaño hacia el sueño de la ACB.