El Leyma Basquet Coruña se sobrepuso a una tarde nefasta desde el arco (3 de 23) y, entre su arrolladora inercia y las muchas bajas del Real Valladolid, se anotó un nuevo triunfo (80-66) que le acerca un poco más al sueño del ascenso directo.
Primer cuarto raro. Por varias razones. La primerra, que los locales no lanzasen un solo triple en 3 minutos. Segundo, porque el máximo anotador de la competición llegó al minuto 5 con solamente 6 puntos en su casillero (los mismos que los visitantes). Y tercero, porque a esas alturas el marcador de faltas registraba un 5-0.
De hecho, el trío arbitral no señalaría la primera al Vlladolid hasta dos minutos más tarde, cuando el cabreo de la parroquia local iba en aumento y el electrónico se mantenía en un pañuelo (10-11).
La irrupción de las segundas unidades dejó clara la diferencia entre un equipo pletórico y otro prácticamente bajo mínimos... y que en el primer minuto perdía a su base titular, Zygmantavicius, que llegaba tocado. Un mate de Diagne abrió un parcial de 8-0, que completaron una bandeja tras robo de Barrueta y dos contras, finalizadas por Lundqvist y Aleix Font.
El técnico visitante, Paco García, se vio obligado a parar el partido. Pero no paró el parcial, que dos libres convertidos por Diagne estiraron hasta el 10-0. Su par, N’Guessan, anotó los últimos puntos de un acto inicial en el que ninguno de los equipos fue capaz de anotar desde la larga distancia –un milagro en el basket actual– y en el que al equipo pucelano sólo le señalaron 2 faltas.
Las mismas que en los primeros 18 segundos de un tercer acto que, sin embargo, no empezó bien para los naranjas, castigados desde el poste bajo por N’Guessan (22-18), lo que llevó a Diego Epifanio a pedir tiempo muerto. Después de este receso, el exnaranja Belemene anotó el primer triple del encuentro. A los 13 minutos.
Dos más tardaría el Leyma. Por medio de Barrueta. Un acierto lejano seguido de un robo y canasta de Jakovics, dos libres del ‘Papi’, una canasta bajo el aro de Diagne y una bandeja de Aleix Font. Sin respuesta pucelana. La (poca) batería visitante adquiría ya un tono anaranjado.
Con 37-24 arrancó la segunda mitad. Y con 4 puntos de Lundqvist y un 2+1 de Galán, replicados por Nwogbo. El exnaranja fue el único argumento del Valladolid en este tercer cuarto. Firmó 10 de los 13 primeros puntos de su equipo. Una cantidad tan estimable como la renta que ya manejaba el líder (52-37).
Y que no dejó de crecer. Sentado el pívot nigeriano para disfrutar de un merecidísimo descanso, al Valladolid lo envolvió una niebla tan esperasa como la que rodeaba el Palacio de los Deportes.
La renta naranja rondaba la veintena, que se resistió durante algunos minutos. Cuando llegó, lo hizo de la mejor manera posible. Jakovics penetró como un rayo y, desde el poste medio, dibujó una mágica asistencia entre sus piernas que Huskic convirtió en el 61-41. Con la misma distancia, 6-3-43, acabó el penúltimo acto.
El último fue para uso y dusfrute del equipo y la afición locales. Diego Epifanio sacó del fondo de armario a Pablo Hernández. Y al compostelano, que entró enchufadísimo, le cupo el honor de elevar una máxima al marcador (67-44).
Pese a la tunda que se avecinaba, el Valladolid no sacó la bandera blanca. A ello colaboró que el juego local bajó dos marchas en defensa y subió otras dos en la toma de decisiones en ataque.
La única incidencia reseñable en la segunda mitad de este cuarto fue la lesión de Diagne, una torcedura del tobillo derecho que le dejó fuera de una batalla que estaba desde ganada muchos minutos antes. Quedan sólo cuatro para el final de una guerra que podría ser gloriosa.
Leyma, 80-Valladolid, 66 |
Leyma (20+17+26+17): Aris (4), Huskic (4), Lundqvist (10), Barrueta (12), Galán (7) –cinco inicial– Jakovics (4), Diagne (10), Pablo Hernández (8), Aleix Font (7), McDonnell (2), Alex Hernández (2), Burjanadze (10). Valladolid (13+11+19+23): Zygmantavicius (0), Kovacevic (14), De la Fuente (2), Nwogbo (16), Belemene (7) –cinco inicial– Lambás (0), García Abril (7), Puidet (1), N’Guessan (15), Kabasele (4), Jaime Fernández (0). Incidencias: Partido de la 30ª jornada de la LEB Oro disputado en el Palacio de los Deportes de Riazor ante 3.815 espectadores. |