El Leyma Basquet Coruña viaja hasta Andorra para medirse (20.00 horas) al líder de la liga.

El equipo del Principado llega a este encuentro en un estado de forma excelente y con la moral por las nubes. En la pasada jornada, el equipo andorrano venció en la pista del Estudiantes por un apretado 72-79, para mantenerse en lo más alto de clasificación.

El Basquet Coruña, por su parte, viaja con la confianza de haber ganado con solvencia su último partido en el Palacio (86-69 ante el Lucentum Alicante).

Sin embargo, la renta pudo ser mucho mayor si no llega a ser por el apagón en el tercer cuarto. Con todo, los naranjas se rehicieron y ganar, que era lo importante. Ahora, contra el  líder deberá dar su mejor cara e intentar imponer su juego, partiendo de una gran defensa.

Los números

En cuánto a la ofensiva del Andorra, son el equipo de la liga que más puntos anotan, con 85 por partido. Además, lo hacen con unos muy buenos porcentajes – 53% en tiros de dos, 41.4% en triples –. Con todo, su déficit está en los tiros libres, pues solo anota un 75.2 por ciento.

En frente, estará el Leyma Basquet Coruña, que promedia 81.3 puntos por partidos –el tercer mejor ataque– pero con unos guarismos ligeramento inferiores a los andorranos (51,7% en tiros de dos,  32,9% en triples y  71% en libres).

Pero donde deberá centrar sus esfuerzos, es en la defensa y en el rebote. El cuadro herculino y el andorra tienen unos números similares, ya que capturan más de 34 rebotes por partidos, siendo los dos mejores equipos en este apartado. 

Por ello, quien sea capaz de controlarlo, tendrá una gran ventaja en el partido. En ello, tendrán un papel importante los hombre altos de ambos conjuntos: Nacho Llovet, Speight y Dos Anjos por parte del Andorra y Nwogbo, Galán, Javi Vega y Diagne por el Basquet. Entre ellos, puede estar el signo del partido.
Pero sin duda, el más destacable es el exobradoirista Nacho Llovet, cuyo papel es fundamental en todas las facetas del juego.

Con todo, el Leyma viajará con ilusión y si juega como sabe, puede dar la sorpresa ante uno de los claros candidatos al ascenso.