5 de mayo de 2013. Mediodía en el Palacio de Riazor. Leyma Coruña-River Andorra. Playoffs de ascenso a la ACB. Cuarto partido de la primera ronda. Match-ball para el equipo naranja, 2-1 en la eliminatoria después de robar el factor cancha en el Principado. Con 47-34 al descanso, lo que pasó en los 20 minutos finales se recordará durante años en el club y el básquet coruñés. “Mexan por nós” encabezó la portada de dxtcampeón al día siguiente. “Tenía que ganar Andorra” fue el titular de la crónica.

Sin paños calientes se mostró Eduardo Hernández-Sonseca, el fichaje estrella del Leyma en el mercado de invierno, nada más acabar el encuentro: “Me da igual si me sancionan: los árbitros han decidido tras el descanso que Andorra tiene privilegios. Cambiaron de criterio y nos estuvieron amenazando continuamente. El club debería pedir a la Federación que vea el vídeo, esto no puede ser”, denunció.  

Tampoco se mordió la lengua el técnico Antonio Herrera: “No se puede jugar así. No entiendo cómo se puede cambiar de criterio de una parte a otra, así no te puedes centrar en el juego”. Y aún hubo más: el entonces presidente Carlos Lamora se encaró al término del partido con Marc Blanch, el tirador que con cuatro triples y 18 puntos ajustició al Leyma, imposible sin la inestimable ayuda de los árbitros Francisco Javier Bravo y Jesús Marcos Martínez Prada.

“Fuera, fuera”, clamaron las más de 2.000 personas que poblaron las gradas del Palacio de aquel mediodía. El equipo coruñés pagó la novatada en su primera fase de ascenso a la ACB. Un arbitraje catastrófico y el primer favorito –Andorra terminó segundo en la temporada regular y el Leyma fue noveno– acabaron con el sueño herculino de jugar en la máxima categoría. En la dolorosa derrota subyacen dos cuestiones: la marea naranja se enganchó por primera vez en mucho tiempo a un equipo de baloncesto en la ciudad y nació una rivalidad que el sábado en los Pirineos vivirá su primer capítulo en la ACB.

Son 17 los enfrentamientos previos, media docena en LEB Plata y once en LEB Oro, doce victorias para el conjunto del Principado y solo cinco para el Básquet Coruña. Los más recientes son de hace solo dos temporadas, en la 2022-23, la primera de Diego Epifanio en el banquillo naranja. Se resolvieron con doble triunfo del Andorra, de vuelta en la segunda división. Fue un visto y no visto, ya que recuperó la categoría ese mismo curso.

Año y medio después del último cara a cara, el 5 de abril de 2023 en Riazor y con 4.000 almas empujando para recibir al entonces líder de la LEB Oro, Leyma y Andorra volverán a verse las caras, esta vez en el Pavelló de Govern y en un escenario inigualable: la mejor liga de Europa.

Una plantilla diseñada para recuperar su sitio en la ACB y que en esos días ya dirigía Natxo Lezkano las pasó canutas para llevarse la victoria del Palacio. Solo un demoledor 0-11 de salida en el último cuarto y la irrupción del francotirador Johhny Dee, que anotó nueve de sus 14 puntos en los diez minutos finales, incluida la canasta ganadora, terminaron con la resistencia del conjunto local (66-70).

Dee ya no está, pero tres jugadores de aquel equipo permanecen hoy en el Principado: Rafa Luz, Nacho Llovet y Felipe dos Anjos. En el Básquet Coruña que esa misma temporada cautivó definitivamente al público pese a su prematura despedida en los playoffs de ascenso, siguen seis hombres: Ingus Jakovics, Atoumane Diagne, Aleix Font, Yunio Barrueta, Álex Hernández y Olle Lundqvist. La apuesta por la continuidad y el robo del siglo marcan la rivalidad que este sábado unirá de nuevo los caminos del Leyma y del Andorra.