Jekyll en Europa, Hyde en España
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Jekyll en Europa, Hyde en España

El Liceo es uno de los equipos con más azules en la OK Liga y de los que menos en la Champions
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Bruno Saavedra choca contra la valla y cae en la red que protege uno de los frentes de la pista del Palacio de los Deportes de Riazor durante un partido del Liceo de esta temporada | Pedro Puig

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“No voy a decir que no fuera azul”, se quejaba Juan Copa después de la victoria del Liceo contra el Igualada el domingo en referencia a la jugada en la que Tato Ferruccio recibió su séptima tarjeta de la temporada. “Lo único que digo es que hace una semana en el Palau esa misma jugada no lo fue”, advertía el técnico verdiblanco, que ya en su momento tampoco estaba muy conforme con las amonestaciones del partido contra el Barça (de nuevo Tato Ferruccio, Jacobo Copa y Bruno Saavedra por partida doble). Los números hablan por sí solos. El Liceo es el segundo más tarjeteado de la OK Liga con 19 azules. Sin embargo, el mismo equipo y los mismos jugadores (y también con las mismas normas), se lleva de momento al premio al fair play en la competición europea con solo dos. ¿Un caso de Doctor Jekyll y Míster Hyde?


La media doméstica es de más de una tarjeta por partido. Un supuesto juego duro que contrasta con su trayectoria en la Champions, donde es al revés. Con solo dos azules, un promedio de 0,25 por encuentro, es el segundo que menos recibe, aunque el Saint Omer francés, que solo tiene una, suma una roja, lo que deja a los coruñeses con un registro más limpio. El roce hace el cariño, pero en este caso el hecho de que al Liceo le toquen casi siempre los mismos árbitros (esta temporada los que más le han pitado son los asturianos) le pone bajo la lupa. 


El problema de las azules lo arrastra desde el inicio de la temporada, cuando el entrenador del equipo coruñés ya tuvo que echar un reprimenda a los suyos, cuestionando que no podían “salir a dos azules por partido”. “Es evidente y lo vuelvo a repetir. No podemos conceder azules en cada partido. Y además son azules en momentos delicados. También es verdad que hay azules y azules, pero tenemos que intentar bajar el ritmo. Tenemos que controlarlo más”, exigía Copa por entonces.


Mediado el curso, el ritmo bajó, pero el Liceo sigue siendo uno de los equipos de la OK Liga que más cartulinas azules acumula. En concreto, con 19 tarjetas (en 18 partidos), es segundo empatado con el Noia y ambos solo son superados por el Vilafranca (22). La distancia con sus rivales directos en la tabla es enorme. El líder, el Barça, ha visto diez mientras que el Reus, que le pisa los talones desde una tercera plaza que está a un punto, cierra la lista con tan solo cuatro.


En la competición continental el podio es para el Barcelos portugués, con ocho amonestaciones; el Trissino italiano, con siete, y el Oliveirense luso, con seis. Estos dos últimos son precisamente los próximos rivales del Liceo, ya clasificado para cuartos de final y ahora al asalto de la segunda plaza de su grupo, primero este jueves en Oliveira de Azemeis y la semana que viene en casa frente al conjunto transalpino.

 

Pocas faltas

Tampoco es el Liceo un equipo que haga demasiadas faltas. En las 18 jornadas de liga que van disputadas solo llegó siete veces a las diez que acarrean penalización con una falta directa: Las dos contra el Barça (13 en casa, 12 fuera), en la primera vuelta contra el Lleida (12), el Vic (11), el Noia (14) y el Voltregà (10), y en la segunda frente al Alcoi (13). Tres de ellas fueron en las cuatro primeras fechas del curso, cuando todavía estaba en el proceso de ajustar los sistemas. 


Con las piezas ya engranadas, el ritmo de faltas bajó y en el partido contra el Caldes incluso se quedó en solo dos (y aun así también vio azul Tato Ferruccio en ese encuentro) y frente al Vic en casa, en cinco. En tres ocasiones llegó a siete  (Alcoi, Alpicat y el domingo contra el Igualada), en otra más a ocho (Lleida) y paró a las puertas de la décima, con nueve, en cinco encuentros: Igualada, Sant Just, Calafell, Vilafranca y Reus.


En el caso de Europa, el conjunto de Juan Copa no alcanzó las diez faltas en ninguno de sus ocho compromisos y solo lo rozó en el que tuvo en casa contra el Oliveirense, con nueve, aunque es cierto que el listón en la competición continental está muy alto y los árbitros se lo piensan mucho antes de conceder la falta directa. En muy pocos encuentros, de hecho, alguno de los dos equipos cumplió el ciclo, solo en once de los 48 que se han disputado hasta el momento.

 

Xaus, limpio

El único jugador de pista de la plantilla del Liceo que no ha sido amonestado (tampoco Martí Serra y Martín Rodríguez, los porteros) es Arnau Xaus, pero no es una novedad para él ya que la temporada pasada con el Calafell ya la cerró sin ninguna amonestación, tanto en la fase regular como en los playoffs por el título. A él le siguen Dava Torres, que vio una en la OK Liga, y Fabrizio Ciocale, que recibió una en Europa contra el Valongo portugués.


Los que se llevan la peor parte son Tato Ferruccio y Bruno Saavedra. El argentino fue sancionado el domingo con su séptima cartulina azul en un encuentro contra el Igualada que precisamente el santiagués tuvo que ver desde la grada al cumplir el ciclo de cinco tarjetas que acarrea la sanción de un partido. Entre los dos llevan doce, siete y cinco respectivamente, de las 21 amonestaciones verdiblancas de la temporada, más de la mitad que el resto del grupo juntos. 


Al final del pasado curso Juan Copa ya salió en defensa de Saavedra, muy castigado y vigilado por los árbitros (3 azules en los últimos cuatro partidos de la liga regular). “Estamos trabajando con él y tiene que mejorar, pero no le deben tratar distinto porque tenga 19 años. Las faltas y azules que le hacen a él también se pueden pitar”, denunció.

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