Un excelente cuarto inicial fue la única alegría que se llevó el numeroso público que se acercó al Pabellón de Maristas, un equipo que acabó cayendo con claridad contra un rival muy superior. No en vano está situado en el top-3.

Lideradas por Feijoo, las colegiales arrancaron con un 6-0, alcanzaron un máxima renta de 11 puntos  (20-9) y cerraron el cuarto 9 arriba (23-14). Feijoo, que anotó 9 tantos , ya no volvería a ver aro.

Lo vio, como una piscina, el cuadro andaluz en el segundo cuarto. Subió la intensidad defensiva, corrió, anotó canastas fáciles y pasó de perder por 8 puntos (26-18) a ganar por 8 (28-36) en poco más de 4 minutos. Un vendaval pilotado por Muadi y por D’Urso. Reaccionó el Maristas en el tramo final para irse al descanso con la esperanza aún viva (32-36).

El tercer acto fue un quiero y no puedo para las de Fernando Buendía. Cada intento de acercamiento fue replicado con más alejamiento. Lento, pero seguro. Con 47-55 se alcanzó el minuto 30.

En el cuarto final volvió la tormenta. Ahora en forma de pequeños chaparrones. Un 0-7 por aquí, un 0-8 por allí, un 0-10 por allá... y el Costa de Andalucía alcanzó una ventaja máxima de 26 puntos (53-79) a minuto y medio para el final.

La victoria del Sevilla ante el Barakaldo iguala a hispalenses y coruñesas, ambas con un partido menos que las vascas, Dos partidos por delante para lograr la salvación.