Cuando se le pregunta a un entrenador o a un jugador cuántas victorias cree que son necesarias para mantenerse en la ACB, es lógico que no prefieran mojarse. Y no solamente porque (siempre) es demasiado pronto para planteárselo. También porque el baloncesto no es una ciencia exacta. Cada temporada es un mundo. No es un frase hecha. Lo demuestran las números.
En las 27 ediciones disputadas –no cuenta la pandémica 2019-20, en la que no hubo descensos– de la primera división del baloncesto español con 18 equipos en liza, la horquilla abarca nada más y nada menos que ocho triunfos de diferencia entre los necesarios para salvar la categoría.
La permanencia más barata data de la temporada 1996-1997, curiosamente la primera de existencia del Club Básquet Coruña. Seis victorias bastaron. Cerró la clasificación el Fuenlabrada, con cuatro, y le acompañó a la entonces Liga LEB el Murcia, con cinco éxitos en 34 partidos, la mitad de los que sumó el primer salvado, el Club Ourense Baloncesto.
El segundo lugar de este peculiar ránking lo ocupan las campañas 2001-02, 2010-11 y 2013-14, en la que la permanencia se situó en ocho victorias. Ninguno de los tres salvados lo logró raspado. El Alicante sumó una más en la segunda de ellas, mientras que Gran Canaria firmó 10 en la primera y el Estudiantes se fue hasta las 12 en la tercera.
Mucho más nutrido está el tercer escalón del podio: seis temporadas en las que nueve triunfos garantizaron la salvación. En la 2008-09, el Murcia la consiguió raspada. En la 1998-99, el León acabó penúltimo con cuatro más. En la 2017-18 el primer salvado fue el Zaragoza (10), en la 2009-10, el Fuenlabrada (12); en la 2012-13, el CB Valladolid (12), que en la 2002-03 acabó con un éxito por debajo de la docena.
La lista de permanencias más caras la encabeza en solitario el ejercicio 2003-04. Técnicamente, la salvación se estableció en 14 victorias; en la práctica, al Lleida Bàsquet –antecesor del otro debutante en la ACB 2024-25, el Força Lleida– le bastó con una menos gracias al averaje particular ganado al Fuenlabrada.
La plata es para las temporadas 2005-06 y 2006-07, con 13 triunfos virtuales y uno menos gracias a los empates. En la primera de ellas el beneficiado fue el Menorca Básquet –precursor del actual Club Bàsquet Menorca, de LEB Oro– y el perjudicado el Manresa. En la segunda, el feliz fue el Valladolid y el triste, el Alicante.
Cinco campañas comparten el bronce de este otro podio. En la 2021-22, Zaragoza, Obradoiro y Fuenlabrada se anotaron los 12 triunfos que valían la permanencia sí o sí, al igual que el Fuenlabrada en la 2011-12 y el Menorca Básquet en la 2007-08. En la 2023-24, al Breogán y al Granada les bastó con 11 victorias para salir airosos del triple empate con el Obradoiro. En la 1999-00 se produjo la misma situación, con el Manresa como víctima del desempate, en su caso con el Gijón, el Cantabria Lobos y el Fuenlabrada.
La media resultante de estas 27 temporadas con 18 equipos es de 9,9 triunfos necesarios para mantenerse en la ACB, cifra que solamente habría bastado en 10 de ellas, un 37,03%. En las cuatro disputadas tras la pandémica de 19-20, la media asciende a 11,2.
Desde que en 2017 entraron en vigor las nuevas y más benignas condiciones de ingreso en la ACB, que permitieron el regreso de los ascensos tras siete años con únicamente uno (Andorra en 2014), el promedio de victorias para la salvación se sitúa en 10,8.